Golondrinas en resistencia.

Capítulo 5.

En el edificio central de la capital el ambiente estaba tenso, Cleveland se  encontraba furiosa.

Un grupo de golondrinas habían atacado una de sus camionetas provocando la muerte de dos funcionarios; la pérdida de aquellos inútiles no le preocupaba en lo más mínimo sino,  la pérdida de aquello tan importante que transportaban.

Habían robado su juguete favorito, y ella no se quedaría de brazos cruzados. Iría a por él, costara lo que costara.

Un día había pasado desde que Gala despertó en la enfermería, con su piel supurante y llena de heridas por sanar. 

Ahora, le habían permitido por fin salir de aquel lugar, con la condición de jamás decir de dónde venía ni cómo la habían encontrado.

Para todos allí, sería Gala proveniente de la zona sur de 25 años. Su historia sería sencilla, sin demasiados nudos para no provocar sospechas.

Cuando salió de allí, se dirigió siguiendo las instrucciones de León al comedor. Recorrió pasillos casi vacíos hasta que llegó a dos grandes puertas metálicas, que al abrirse daban paso a un comedor repleto de personas yendo de un lado al otro con su bandeja de comida.

Tomó una y se dirigió a la fila, esperando a que le dieran su ración del día, fingió no sentir la mirada de aquellas personas en su figura mirando al frente con una pose recta que denotaba seguridad.

Todos allí se encontraban estupefactos por la aparición de aquella chica que se veía tan segura de sí misma y la cual parecía que te dejaría un moretón en el rostro si te le acercabas. Rápidamente los cuchicheos se hicieron oír.

-Dicen que es una terrorista - Dijo una mujer a su grupo de amigas que se miraron alarmadas entre todas.

-Yo oi que viene de fuera del país, algo así como un agente de paz - Sus amigas dieron un suspiro de asombro que quedó en el aire cuando Gala pasó por su lado y les dirigió una mirada atemorizante acompañada de una media sonrisa. Aquello provocó que el grupo de mujeres quedará en silencio y continuó comiendo.

Oyó como aquellas mujeres especulaban de su presencia, creyendo ilusamente que ella traería la paz cuando seguramente traería todo lo contrario. A lo lejos, en una mesa localizó a Maya y sus amigos quienes le hacían señas para que tomara asiento con ellos.

Se sentó junto a la chica dejando a todos los demás a sus espaldas, teniendo una visión  perfecta de Jack y Archie.

-Espero que tu estómago sea resistente, porque esta comida sabe a mierda.

-¡Jack! - Archie le dio un codazo a su amigo que le impactó en las costillas por aquel innecesario comentario.

-¿¡Que!? - Espetó entre risas - Era para aligerar el ambiente, todos la miraban como si fuera un alien. Además, lo de la comida es verdad.

-Bueno, peor es nada.

El castaño hizo una mueca y se contuvo de darle otro golpe a su amigo, pensando que aquella chica quizás era lo primero decente  que comía en mucho tiempo. Él sabía perfectamente lo despiadados que podían llegar a ser los de la capital.

Maya, intentando cambiar de tema, decidió preguntarle sobre los tatuajes que adornaban la mayor parte del cuerpo de su compañera pero supo que era un tema que no debía tocar cuando vio sus hombros tensarse. Sin embargo, obtuvo una respuesta de todas formas.

-Los hizo un amigo mio, Michelle. Es muy buen tatuador.

A la memoria de Archie vino la imagen de un chico alto y fornido  de cabello rubio, cubierto de tatuajes con el mismo nombre, pero cuando quiso preguntarle la apariencia del mencionado a Gala la alarma de emergencia del lugar comenzó a sonar.

El comedor se convirtió en un caos, todas las personas corrían de un lado al otro en completo frenesí. Las mujeres que anteriormente especulaban sobre Gala corrieron junto con los demás a la salida para encerrarse en la zona segura del bunker.

León ingresó apresurado al lugar y cuando los localizó con la vista les hizo una seña para que lo siguieran. Se dirigieron apresurados a su oficina en donde se encontraba un hombre llamado Julio observando lo que parecían ser pantallas en donde se reflejaba el exterior.

Gala supo que eso era gracias a algún sistema de cámaras de seguridad que estos poseen.

-Hace unos cinco minutos, recibimos un mensaje de Henry - Al oír ese nombre, Julio percibió una mirada de furia en la joven recién llegada, pero no le presto demasiada atención - Camiones de Cleveland aparecieron en su territorio hace menos de diez minutos y le dispararon a todo aquel que encontraron fuera del lugar. Estamos cerca de allí, por eso la alarma. Para que todos se refugien por si pasan por aquí también.

-¿Qué es lo que querían? - Pregunto Jack. Leon le dirigió una mirada disimulada a Gala, que ella percibió de todas formas.

-A mi. Me quieren a mi.

En las pantallas las cámaras captaron movimiento, camiones del gobierno entraron en foco y comenzaron a disparar al bunker provocando que quienes estaban resguardados sin saber qué ocurría se pusieran en alerta. Gritos de pánico y horror se hicieron oír.

Sin más, se marcharon, dejándonos rodeados de un silencio ensordecedor.

Gala supo que aquello recién comenzaba y que Cleveland, lucharía para recuperar a su mascota favorita.

 




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