Good Morning Mr. Cillian

2.

Quetzal Sallow

 

     __Vamos Quetzal   ¿Acaso quieres llegar tarde a tú propia despedida de soltera?

     _Voy, voy.

    Respondí bastante enérgica.    Esta noche saldría con  mis primas, las cuales, amo.         Estaba terminando de poner gloss en mis labios cuando, la puerta de mi habitación se abrió, dando la bienvenida a Sarah y Mía.    Las tres habíamos crecido juntas, fuimos al preescolar, hicimos nuestro recorrido juntas hasta graduarnos.    Las tres, nos complementamos a la perfección.

     __¡Quetzal!

     Di un brinco en mi lugar al escuchar el grito de Sarah.   Sonreí alegre ante eso.    

     _La fiesta no irá a ningún lado Sarah.

     Cuando salimos de la habitación, mi hermano mayor y su mejor amigo y socio Rufus,  silbaron e hicieron escándalo al vernos llegar al salón principal.    Esta noche era bastante especial para mi,  era mi última noche como una mujer soltera.    Al día siguiente me convertiría en la esposa de Nathan, para siempre.

     Comencé a reír ante los halagos de cada uno de ellos, Sarah y Mía  también se dejaron llevar.  

     __¡Aduladores!  

     La voz chillona de Mía y Sarah, me hicieron poner los ojos en blanco y poner mis manos en jarras.

     _Vamos, que la noche apremia y, quiero ir a disfrutar esta noche.

     Nos fuimos directo al mercedes descapotable último modelo de de Sarah.

 

     Cuando llegamos a la discoteca, la fila era enorme por no llamarlo de otra forma.   La vuelta daba vuelta sobre dos cuadras mas o menos.    Deje salir un suspiro profundo.   Amaba esta discoteca pero, tal parecía que esta noche no sería buena.

     __Esta noche es tuya Quetzal, solamente tuya.   Vamos a disfrutar.

     De su bolso, saco un listón grueso de color rojo  con la leyenda  "Novia"  y una tiara adornada con un velo del mismo color.   Sonreí emocionada.

     __Vamos, nos están esperando.

     Nos aproximamos a la entrada y nos dan la bienvenida los de seguridad.   Uno de ellos me clava la mirada y, me siento.... expuesta y me ruborizo al instante.   Es alto, de piel tostada con algunos tatuajes en las manos .   Su cabello perfectamente peinado en una coleta baja, sus ojos verdes como el musgo se clavan en mi y, no puedo evitar mirarlo directamente a los ojos.   Sus brazos fornidos y marcados me hacen tragar saliva   ¿Qué se sentirá estar entre ellos?   ¡pero que cosas estas diciendo Quetzal!   me reprendo mentalmente y sonrío de medio lado negando varias veces antes de entrar en la discoteca.

     Siento como me ponen una mano sobre la cintura y, volteo con el puño en alto.

     Veo como Mía levanta las manos en rendición y niega varias veces sonriendo.

     __Tranquila, tranquila.

     Me susurro al oído.    

     __¡Ven!  vamos.   Ha llegado el momento de disfrutar.

     Me tomo de las manos y me llevaron directo a la pista de baile.    La plataforma  que había en la pista de baile era muy espaciosa, pero no lo suficiente, no era de mi agrado la música que tenían en ese lugar.   Espero que haya otra cosa.

     Creo que, ambas se dieron cuenta de lo que sucedía conmigo, al no bailar lo suficiente.   Me sacaron de la pista de baile y me llevaron directo al bar a pedir bebidas.    Me guiaron al segundo nivel y, me recargue sobre una barandilla para poder tener una mejor vista de lo que sucedía dentro de este lugar.

     _¿Como consiguieron entrar a este lugar?   

     Sarah, quien estaba bebiendo su trago, se atraganto con el y, se ruborizo de inmediato ante mi pregunta.

     __Un conocido me consiguió las entradas.

     Fruncí el entre cejo y clave la mirada en su rostro.    Se notaba un tanto ansiosa.   De repente, su mano viajo hacia su oreja y, comenzó a dar ligeros masajes en ella   <Miente>  lo deje pasar y sonreí agradeciendo todo lo que había hecho.

     _Vamos a emborracharnos

     Propuse de inmediato.   A lo que ambas me siguieron, pidiendo una de las mejores botellas del lugar para beber.   

     Mi vista nunca abandono a Sarah.   Algo no andaba bien.    Había momentos en los cuales, se perdía entre la gente y regresaba con nosotros pasada la media hora.    Pero no entendía muy bien que era lo que sucedía.

     El teléfono de Sarah se ilumino con la llegada de un mensaje.   El teléfono estaba sobre la mesa de cristal del centro, junto a un par de botellas de la mejor champaña.    La curiosidad me gano y, lo revise.

    

      Lindt ♚:

     Te veo donde siempre, preciosa, no me hagas esperar.   

     Sarah:

     ¿Donde siempre?  ¿donde Cielo?

     Lindt♚ :

     Estar en este lugar, no es lo mismo sin ti.    Date prisa.   Termina tú aburrida velada y ven a mis brazos.

     

     Apreté la mandíbula   ¿Aburrida velada?    apague el teléfono y lo deje en el mismo lugar.    Cuando levante la vista, Sarah se encontraba frente a mi, y se miraba molesta.   Y la entiendo, a mi tampoco me gustaría que revisaran mis cosas.

     _Soy culpable, lo siento.

     Levanté mi copa hacia ella y me la bebí completa.      Sarah tomo el teléfono y se dio la vuelta, regresando por el mismo lugar por el cual llego.

     Después de ese leve incidente, Sarah no regreso con nosotras, el resto de la noche, permaneció, donde solo dios sabe.

     No le tome importancia a nada.   ¿Lindt?  al único Lindt que conozco es la compañía de  Chocolates deliciosos.   No creo que la momia de Rodolphe sea quien le este llamando.    Al menos que haya teléfono en el mas allá.

     

     Una mujer vestida elegantemente llego hacia nosotras.    

     __Damas

     Levante una de mis cejas ante su llamado.   No sabía si reír o contestar de la misma forma.    Opte por la primera.   Reí sin parar.




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