Good Morning Mr. Cillian

14. Mr.

Cillian Krane

    

 Saco un par de botellas de agua del refrigerador y, bebió una a una sin parar.   Su cabeza dolía debido a la resaca.    La anterior noche o,  la borrachera de hace un par de horas le estaba pasando a cobrar factura.   

    La tranquilidad que había en su habitación lo hacia sentir un vació.   Estar solo, vivir solo estaba pasando a cobrar la factura.

     Camino hacia su cocina y abrió el refrigerador que había al lado derecho.   

     Hacia años que se había mudado a vivir al club que él mismo fundo desde los cimientos.   Cada trabe, cada clavo, cada chilillo llevaba una gota de sudor y sangre que había puesto día con día hasta construir lo que él, anhelaba con tanto fervor.    Y con ello llego incluido, el huracán llamado Hannah Krane.

     __¿Cillian?

     La voz adormilada de Hannah, lo hizo mirar de reojo, al mismo tiempo que bebía la botella de agua.

     _¿No puedes dormir?  

     Se limpio la boca con el dorso de la mano y aventó la botella de plástico dentro del frigorifico.    

     __No.

     Negó un par de veces y sonrió levemente.    Para Cillian, ella era su mayor tesoro.    Siempre han estado juntos, en las buenas y en las malas, pero mas en las malas que en las buenas, y con los acontecimientos revelados por ella, Cillian sentí un poco de antipatía por ella.    Hannah muchas veces se comportaba como si fuera la dueña del mundo y, tras veces se comportaba como si fuera una adolescente.

     Ahora mismo, era una niña de diez años, la cual invadía su espacio personal.    

     __¿Vas a ir por ella?

     La miro sorprendido, al mismo tiempo que su mirada adquiría un un leve brillo.    Levanto la comisuras de sus labios y con un movimiento de cabeza afirmo.

     Hannah, lo miró con cautela.

     _¿Qué hay de ti, nana?

     El cuerpo de Hannah se tenso de inmediato, parpadeo un par de veces antes de dar una respuesta convincente.     No se encontraba segura de la respuesta por lo que opto por hacer una retirada.    Pero, la mano fuerte de Cillian le hicieron parar en ese instante.

     _Responde, nana.    Entre nosotros, no hay secretos.

     Trago saliva varias veces y, cerro los ojos con tanta fuerza que, se formaron pequeñas líneas de expresión al en su nariz y frente. 

     __Dije que estaría de rodillas ante mi.   Rogando porque lo aceptara.

     Una pequeña lagrima rodó por las mejillas de Hannah.   Cillian apretó sus labios en una línea fina y maldijo para sus adentros.   Ese maldito había terminado con la vida de su pequeña hermana, tras haberle roto el corazón.    

     _Entonces, cumple tu promesa Hannah.

     __Tengo miedo, tengo miedo de..... todo.

     Cillian se quedo un tanto pensativo.    Analizando absolutamente todo.    

     __Tengo una idea de como puedes torturarlo..... un poquito.

     Hannah soltó una pequeña risilla y asintió convencida.    Su hermano siempre tenia algo en mente.   Y con los acontecimientos recientes, las fotografías que había tomado ella misma, se había dado cuenta de un pequeño detalle.    

     __Volvamos a la cama.   Me espera un viaje bastante cansado.    

     _Pero creí que, viajabas en dos días.

     __Adelante mi vuelo.    

     Hannah detuvo su caminar y lo miro a los ojos.

     _¿Qué tramas?

     __Te veo en un par de días nana.    Estaré en contacto.   

 

 

    Cillian arribo al aeropuerto muy temprano.   Sus ojos mostraban ausencia y frialdad.

     Lo primero que hizo fue registrar sus maletas.    La chica detrás del mostrador lo miraba con ansias, con hambre.   Cillian es un hombre guapo, varonil, podría decirse que es un dios griego.   Con ese porte de matón y hombre de negocios que siempre mostraba.

      Cuando termino de documentar, tomo asiento en las butacas de espera.    Estaba por sacar el libro que siempre lo acompaña en cada viaje,  cuando miro como llegaba una mujer vestida de novia, con el rostro pálido, lleno de dolor y tristeza.   No tenia maleta alguna consigo.

    A los pocos minutos le entregaron su pasaje de avión.   Cillian no le quitaba la vista de encima.    Saco el móvil de sus pantalones y envió un breve mensaje de texto.

     Ha llegado el momento de actuar

     La respuesta al mensaje fue clara.   A lo que sonrió para sus adentros.    Guardo el móvil y cruzo una pierna sobre la otra.   Admirando a  la belleza que de nuevo se volvía a topar.    

 

 

     Cuando el avión finalmente aterrizo, Cillian buscaba por todos lados a la novia.   Aunque de principio no lograba ubicarla.   Para cuando llego a la entrada del aeropuerto de Nueva York, la miro frente al Mercedes que lo recogería.   Camino a paso lento pero sin quitarle la vista de encima.   Admiraba cada movimientos de ella, cada gesto, pero sobre todo, el dolor que irradiaba.   Pero lo que mas llamo su atención fue sin duda el, como quito el anillo de compromiso de su dedo, la forma en la cual, se deshizo de ello.   Lo hizo sentir..... con una gran fortaleza pero sobre todo, había una oportunidad de llegar a ella.

    Y Cillian, aprovecharía esa oportunidad. 

 

     __Señor.

     _Deja las formalidades Teo.    Llévame al departamento.

     __Bienvenido a casa.   De nuevo.

     Subió al Mercedes y los tres hombres detrás de él.

      Recargo su cuerpo sobre el respaldo y cruzo sus brazos sobre su estomago.   Cerró sus ojos unos momentos.   Mientras que una melodía de los años dos mil sonaba en una estación de radio bastante popular.

    

 ¿Quien te besara de pies a cabeza?

     ¿Quien te hará el café por la mañana?




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