Good Morning Mr. Cillian

17.

Quetzal  Sallow

 

     Sentía como la respiración se atascaba en sus pulmones, la faltaba del aire la estaba haciendo perder el sentido.   No podía respirar.   Cuando el chico de los ojos verdes la tomo por sorpresa y estampo sus labios con los de ella, No supo como reaccionar.    

     Pero Cillian conocía muy bien como hacer sus tácticas.   Dio un pequeño mordisco al labio inferior de ella, haciendo que abriera su boca y pudiera explorar mas a fondo.      Metiendo su lengua hasta lo mas profundo de su garganta y, hacerla perder el sentido poco a poco. 

     De repente, de la nada, separo sus labios de los de ella y,  la miro con una sonrisa un tanto divertida y satisfactoria a la misma vez.

     Los colores se le subieron a la cara a Quetzal, era como si un tomate estuviera a punto de explotar.

     De repente, el bullicio del lugar empezaba a llenar los oídos de Quetzal.   Dándose cuenta de lo que sucedía.    Mientras estaba absorta entre los labios del chico de los ojos verdes, como ella lo solía llamar.    Quetzal dio una pequeña mirada por todo el lugar y, se dio cuenta de que todos los ojos de las personas estaban posados sobre ellos, mirando un tanto divertidos la escena que había sucedido hace unos momentos. 

     Trato de esconder su rostro pero, no había lugar donde hacerlo.

     __Te voy a llevar conmigo.

     Él, le hablo al oído, mientras que ella, tragaba saliva un tanto nerviosa.

      __Te pido que, no te resistas.   No es bueno dar espectáculos en lugares como este. 

     Quetzal abrió sus ojos a mas no poder y volvió a tragar saliva.    No tenia como salir de ahí, Cillian le impedía el paso.

     _No me encuentro segura de esto.

     Hablo a duras penas, con su pequeña voz vuelta un murmullo.    Como si fuera una niña regañada.

     Cillian sonrió de medio lado y, la tomo de la mano, la cual, se llevo directo a los labios.    Dejando un pequeño camino de besos a lo largo de esta.    Una pequeña ola de calor inundo el cuerpo de Quetzal.

     __No necesitas tener inseguridad.    Si deseas esto, tanto como yo, déjate llevar.

     Ambos salieron por la puerta del restaurante y, subieron a la motocicleta de Cillian.    Le entrego un casco y lo ato a la perfección.     

     A los escasos segundo ya se encontraban rodando por las calles llenas de vida y ruido.    Era fácil navegar en una motocicleta.

     Y con ambos brazos alrededor de su cintura, se sentía entre nubes de algodón. 

     Manejo sin rumbo alguno, solamente deseaba sentirla  de esa manera.   Quería tenerla cerca de él, quería saber si su corazón volvería a latir de nuevo, como aquella primera vez en la cual, la miró.    Y no se equivoco en absoluto.    Su corazón estaba frenético, latía al mil por hora.

     Una hora después se encontraban en el departamento de Cillian.   Cuando habían aparcado en el subterraneo los ojos de Quetzal estaban mas abiertos que las cortinas de un stripper, tenia la boca abierta y la respiración se le había entre cortado de la impresión.    

     Cillian, al ver que ella no daba un solo paso para avanzar un poco, la puso sobre su hombro y la cargo hasta llegar al elevador y porque no decirlo, hasta llegar al departamento de él.

     Quetzal estaba impresionada y al mismo tiempo un tanto dudosa.   Ella recordaba como cada piso tenia su numero de piso y dos letras mayusculas.    

     Nada mas al entrar en el departamento, Cillian realizo una llamada telefónica con ella sobre su hombro.    Dio un par de instrucciones y, colgó la llamada de inmediato.

     Una vez la dejo en el suelo, Quetzal dio una mirada a  todo a su alrededor, buscado cualquier cosa que pudiera servir para defenderse, pero, solo encontró un lugar, un tanto..... vació, lo único que había dentro de ese lugar era un mini bar donde debería ir la sala de estar y, un equipo de sonido.      No había muebles, no había sofás, televisor, no había absolutamente nada.     

     Cillian    se giro hacia ella y escaneo su cuerpo poco a poco, centímetro a centímetro.   Y luego negó varias veces y regreso su mirada  hacia el rostro de ella rápidamente.    

     __¿Te sirvo algo?

     _Lo mismo que tomes tú.

     Respondió Quetzal al mismo tiempo que tomaba asiento en el suelo de madera de caoba.

    __Un Whisky Sour

     Quetzal se atraganto con su saliva y asintió un par de veces en afirmación.    

     Una vez las bebidas estuvieron preparadas, se acerco a ella a paso lento, poco a poco, saboreando cada paso hacia ella.    Tomo asiento de la misma forma y, le entrego la bebida preparada.

     _Gracias

    Se la llevo de inmediato a los labios y bebió un trago bastante grande.    Cillian levantó las cejas hasta casi tocar el cabello.    Quetzal saboreo el líquido, no tenia tanto whisky como a ella le gustaba pero, era pasable.

     __¿Como has estado?

     Incredula, Quetzal le clavo la mirada,  dio un trago a su bebida antes de hablar.

     _No creo que me hayas traído a este lugar para saber como he estado.

     Cillian alzo una ceja y sonrió de medio lado.

     __Tienes toda la razón.    No te he traído por ese motivo. 

     _¿No?

     Contuvo la respiración, un par de segundos antes de poder emitir alguna palabra. 

     __Tú me haces sentir tantas cosas, mi corazón, tantas....

     Acerco sus labios a los de ella y, los rozo levemente con los suyos.    

     __Esta noche la pasaras conmigo.   La siguiente noche, también la pasaras conmigo, todas las noches serán nuestras, mi corazón.

     _Estas loco.    

     Se levanto de inmediato pero, solo logro dar un par de pasos, ya que, Cillian fue mucho mas rápido al cargarla sobre su hombro y llevarla a su habitación, no sin antes, encender el reproductor de música y, dejar reproduciendo Hechicera del grupo Maná.  




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