Quetzal Sallow
__¡Ah!
Quetzal dejo salir un grito estrangulado y, se incorporo de inmediato de la cama. Su cuerpo temblaba y su respiración era bastante acelerada. Sus manos temblaban y sus piernas se sentían bastante débiles, tanto que sentía que si daba un solo paso, caería de inmediato al suelo.
Paso la mano por su cuello, el cual estaba empapado de sudor. Miro un vistazo a su lado y, Cillian se encontraba descansando tranquilamente .
__¡¡Carajo!!
Solo es un maldito sueño Quetzal, no le tomes importancia. Paso ambas manos sobre su rostro y se atrevió a dar un par de pasos, se dirigió al cuarto llamado baño y con agua del lavamanos, mojo su rostro, cuello y brazos. Pensando que podría ayudarle a calmarse un poco, pero estaba mas que segura que no lo haría. Tenia mucho que las pesadillas no la encontraban.
Salió de la habitación y, sabiendo que el piso de Rey estaba justo arriba, salió sin pensar en nada y se fue directo ahí. Tenia que salir de ese lugar. Se sentía totalmente abrumada por los acontecimiento.
Tenia un anillo de compromiso, ¡¡Otra vez!! se había atrevido a poner un anillo en su dedo desnudo.
Cada vez que miraba su mano tragaba saliva a mas no poder, como si se tratara un vaso con agua
__No pienses en absolutamente nada Quetzal. Solo corre lejos, no te dejes atrapar.
Al llegar al piso, todo se encontraba en total calma, las luces se encontraban apagadas, no había absolutamente nadie en el lugar..... o eso era lo que ella pensaba, de no ser por el ligero olor a comida que había por el lugar.
Se adentro decidida siguiendo el olor. A cada paso que daba con cuidado, el olor la llevaba no solo a la cocina, si no que, la llevaba directo a la habitación principal.
La curiosidad siempre ha sido una maldición para Quetzal por lo que, en el preciso momento en el cual coloco su mano en la manija de la puerta para abrir, se escucho un golpe seco y estruendoso dentro, seguido de unos gemidos.....
Con mas curiosidad trato de abrir la puerta pero esta, tenia seguro por dentro. De nuevo otro golpe seco, seguido de un grito ahogado. Quetzal pego su oído a la puerta para escuchar algo mas pero..... solo escucho un gemido.
Frunció el ceño y retiro su rostro de la puerta y solo clavo la vista en este, achico la mirada y frunció los labios exasperada.
Opto por retirarse, se notaba que, el dueño estaba en casa y no iba a estropearle la noche, aunque ganas no le faltan.
Camino de nuevo a la salida y salió de ahí, no sin antes llevarse la botella de vino tinto de la cocina. Le dio un gran trago de la botella y camino por las escaleras de emergencia.
_Me pregunto ¿Cuándo vas a dejar de correr?
__Ah.
Quetzal llevo una mano a su pecho del susto.
__¡Me asustaste!
_Bien.
Extendió sus brazos y la tomo de la cintura. Quetzal un tanto con la respiración acelerada y la vista un tanto borrosa por beber, se hecho hacia atrás pero Cillian no la soltó.
Esta se sonrojo y soltó una leve risa antes de dar otro trago a la botella.
__¿Por qué no me sueltas?
_Porque lo he hecho y, te haz escapado.
Tenia un ligero toque acusatorio. Quetzal solo alzo sus hombros restando importancia.
__No importa, puedes seguir haciéndolo siempre.
_Cuando tomas te pones bastante sumisa y me das la razón. Me agrada.
Giro un par de veces con ella y esta soltó una gran carcajada, Cillian la miró con un brillo excepcional en la mirada, antes de aprisionar sus labios con los suyos en un beso profundo y necesitado.
Quetzal sintió como las manos de Cillian bajaron hasta su trasero y las dejo ahí por bastante tiempo. Ambos se estaban dejando llevar, olvidando por completo que hasta hace poco, ella iba a contraer matrimonio con alguien mas.
_Hola, corazón.
__Good Morning Cillian.
_¿Qué haces?
__Despedirme.
_¿Despedirte?
Con una sonrisa, Quetzal se soltó del agarre de Cillian y, salió corriendo en dirección contraria a él. Si la atrapa que era lo mas probable, se convertiría en, la Señora Krane. Y, si no la atrapa, de igual manera sería la Señora Krane.
Quizá no era algo fácil de asimilar pero, no sería la primera que se casara de esa manera. A tan solo un par de semanas de la boda fallida y, ya tenia una boda en puerta. No es lo mas ético pero si lo que ella quería. Aunque a la familia no le iba hacer ni una gracia lo que estaba a punto de hacer.
Y como era de esperarse, Cillian la atrapo de nueva cuenta. Solo que esta vez, ambos tenían una sonrisa genuina, feliz y radiante en sus rostros.
_¡Casate conmigo en las Vegas!
El rostro de Cillian perdió color. Su rostro se torno pálido y la sonrisa de felicidad instalada en su rostro, desapareció por completo.