Capitulo 5

El hombre extrañado de no ver a la niña, pues su presencia era mayor en ese punto.

Pensaba, analizaba, cerraba los ojos y se concentraba para desaparecer de ahí y aparecer en una habitación blanca, con solo una cama individual y unos pequeños juguetes rojos en el suelo.

Al ver su alrededor se sorprendía demasiado pero no lo quería demostrar, pues su rostro era completamente serio

Bel:  ¿Por qué estás debajo de la cama? -le preguntaba a la niña pero esta no respondía- tú hiciste este lugar? Desde cuándo? -se colocaba de cuclillas para tomar unos de los pequeños juguetes- están hechos con sangre? -se sorprendía aún más al notar ese detalle- 

Ita: -asomaba un poco su cabeza para verlo, aún sin salirse- Sí, todos en el orfanato tenían por lo menos un juguete. A mí nunca me regalaron uno porque decía que era mala e hija del diablo. Así que me hice mis propios juguetes con la sangre de las heridas que me hacía la Madre superior, puedo separar la sangre de la tela y dejar mi ropa limpia, puedo hacer la sangre seca en líquida otra vez. Y sólo puedo hacer cosas con sangre, porque trataba de hacer cosas con tierra o plástico y no puedo manipularlo como lo hago con la sangre. Ah, y si trato de sacar mis juguetes de aquí solo duran unos 10 min y después se vuelven a hacer sangre, no pueden estar como aquí, siempre juguetes. 

Bel: “Impresionante. Tiene su propia dimensión y crea lo que se imagine con sangre, manipulándola a su antojo, que pequeña tan más inteligente, no esperaba menos de ella.” -pensaba mientras sonreía levemente orgulloso de ella- 

Ita: -escuchaba lo que el hombre pensaba, pues estaban en su dimensión donde ella tiene el control absoluto de todo. Se sonrojaba al ver que el hombre sonreía, aunque sea muy leve- qué es dimensión? ¿Hablas de mi cuarto seguro? 

Bel: ¿Escuchaste? -miraba a la niña sorprendido y ahora sí dejándolo notar. La niña solo le asentía sin decir nada. Este suspiraba y rascaba un poco su nuca- Mira, es un tema muy extenso, no quiero explicarte todo a detalle porque aún eres pequeña y no quiero saturarte de información, pues en estos dos días ya has tenido mucho que pensar. ¿Qué te parece si mejor te doy clases y te voy enseñando todo lo que sé poco a poco? 

Ita: Clases de que? -decía con cara de disgusto al escuchar la palabra “clases”- y no estoy pequeña, para el siguiente año cumplo 15 años 

Bel: Las clases serán de 1-Cómo mejorar tu “cuarto seguro” 2-Que aprendas a reforzarlo para que no pueda entrar nadie o sólo las personas que les tengas permitido. 3-Que no sientan tu presencia cuándo estés aquí. 4-Te explicaré y enseñaré más cosas que puedes hacer y… -levantaba un juguete de sangre- 5-Hacer mejores cosas que estas

Ita: -Emocionada por todo lo que el hombre decía, ahora sí salía debajo de la cama y llena de felicidad le extendía la mano al hombre- trato hecho, prometo ser una buena alumna y estudiar mucho -decía entre una gran sonrisa- 

Bel: -Al ver que la niña le extendía la mano, dudaba si estrecharla, pues en serio no le gustaban los niños, hasta se puede decir que les tiene cierto asco. pero al final si se la terminaba estrechando unos 2 segundos, solo por que es hija de su jefe. y luego la dejaba- Bueno, para empezar. qué piensas hacer con esa sangre que llevas encima? -decía ya serio y curioso-

Ita: ¿La sangre del “ángel” de hace rato? en serio era un ángel? 

Bel: Sí, Y espero que hayas aprendido a tener cuidado de todos los rubios de ojos blancos. Todos los ángeles son iguales, es como su uniforme. Pueden ser altos, pequeños, gordos flacos pero eso sí, nunca verás un ángel moreno o negro, ya que son unos putos racistas de mierda -decía lo ultimo con un tono algo enojado, metía su mano en su saco y sacaba un sketchbook- por eso te recomiendo usar esa sangre para hacer esto -hojeaba un poco el cuaderno y al encontrarlo, le mostraba el boceto de una pistola de chispa color negra con detalles dorados. Volteaba a ver a la niña, mirando como la pequeña estaba algo nerviosa al ver el arma y pasaba saliva para después mirar a otro lado- Es por si algún día otro ángel intenta hacerte daño y no estamos ahí, te puedas proteger… -y al no mirar a la niña convencida- …y proteger a María. 

Ita: -al escuchar lo de María lo volteaba a ver 100% convencida, pues ya no iba a permitir que alguien vuelva a tocarla- ella va a estar bien? -decía preocupada al recordar cómo la había dejado aquel ángel- pero no entiendo, ¿los ángeles no son buenos? 

Bel: Sí, María va a estar bien, no te preocupes. Astaroth es un genio en la curación y creación de demonios. Ella no es un demonio, así que debe de ser más fácil para él sanarla. Y lo del ángel… -pensaba un poco lo que iba a decir- mira, es un tema muy extenso, te prometo que lo enseñaré en las clases. 

Ita: esta bien, entiendo -se decepcionaba un poco, pues enserio tenía curiosidad por todo y quería ya una explicación, pero entendía lo que el hombre decía y mejor se quedaba callada bajando la mirada-

Bel: ¿Por qué huiste? Tenias preocupado a Azazel

Ita: ¿Así se llama el que me cargó? No me gustó que lo hiciera sin preguntarme, me hizo sentir incómoda y quise huir de él. -cruzaba sus brazos molesta al recordar lo del pelirrojo- Y si tan preocupado estaba por que no entró aquí como tú lo hiciste?

Bel: Sí, así se llama, le pediré que sea más cuidadoso y respetuoso contigo, pero tú también, no lo desprecies de ahora en adelante, él no quiso ser grosero -le decía algo enojado al recordar la cara manchada de cenizas de Azazel.- … -miraba la cara asustada de la niña y suspiraba para tranquilizarse- Y ningún demonio tiene el conocimiento de las dimensiones, solo yo, y futuramente tú también lo sabrás todo.

Ita: -sintiéndose como cachorrito regañado, ya no comentaba nada sobre el pelirrojo, pues ya no quería hacer enojar a Belzebú- Y en donde aprendiste eso?

Bel: De tu padre, él tiene varias dimensiones y me enseñó todo lo que sé.