Gotita de luna

Capítulo 14

Ita: Sí -decía sin pensarlo y sin dejar de ver aquella hermosa chica-

Isa: Ah, caray -se sorprendía por la respuesta de Ita, pues la verdad no se la esperaba- que sincera. -miraba a la chica y sintiéndose un poco incómoda le contestaba:- pues se llama Dulce. Dulce de cajeta, Zamorita y cartón para los amigos -escuchaba que Ita soltaba una leve carcajada, la miraba y al verla sonreír se sonrojaba levemente- Ven, mejor vamos con ella

tomaba a Ita de la mano y la llevaba con aquella chica para que hablaran

Isa: Hey, tú, uña de mecánico -se acercaba a Dulce y la tomaba del hombro para que volteara a ver a Ita, mientras que a esta aún no la soltaba de la mano- te presento a mi jefa~ Se llama Itayetzi, Ita, ella es Dulce Maria.

Dulce: Itayetzi? Que raro nombre. -miraba a Ita de pies a cabeza- No eres muy joven para ser jefa de un prostíbulo?

Ita: Sí, sí lo soy. -decía seca sin mucha expresión- “se llama Dulce María? Ja, que tierno~” -pensaba tratando de ocultar sus sentimientos-

Dulce: Y que le pasó a tu padre? ¿Por qué de un día para el otro decidió irse y dejar todo su negocio en manos inexpertas como las tuyas?

Isa: ¡Dulce! -enojada le pegaba en la cabeza con la palma de la mano (le daba un zape)- Ains, disculpala, se toma muy en serio su carrera de Comunicación y Periodismo.

Ita: -reía levemente- no te preocupes. Entiendo su curiosidad. Pero no me gusta hablar de mi padre, estoy enojada con él y sólo me da lo que quiero para que lo perdone.

Isabel al escuchar eso, solo se avergonzaba por la situación, pues no sabía eso y tenía miedo que Ita se haya enojado o incomodado. Así que volteaba a ver a Dulce y la miraba enojada, como diciéndole con la mirada “¡La cagaste, Discúlpate!”-

Dulce:En serio disculpame, me dio mucha curiosidad. -sonreía amable y se acercaba a Ita, tomaba su mano y hacía que dejara de tomar la mano de Isabel- Quieres ser mi amiga?

Isabel: ¿Quién hace esa pregunta al día de hoy? Ya ni los niños. -reía al recordar algo- Yo me la besuquee, le agarré los pechos y nos volvimos amigas, ¿Verdad? -miraba traviesa a Ita-

Ita: Sí -sólo recordaba y pensaba que era un divertido recuerdo. pero que no significaba nada-

Dulce: Entonces… quieres que nos besemos? -se acercaba a ita y la miraba inocente y tierna, cosa que hacía que Ita cayera flechada a sus pies-

Ita: “Mi-Mierda… Que Linda~” -solo pensaba sin decir nada mientras que no podía ocultar el evidente sonrojo que había en sus mejillas- …

María: Mmmm, yo me voy -nerviosa, la bolita de pelo se bajaba del hombro de Ita y salía corriendo, tratando de irse de ahí, pues le quería dar “privacidad” a su hija. Aunque la terminaría siguiendo por curiosidad.-

Dulce: Eso es un sí? -sonreía feliz e inocente para tomar la mano de Ita y llevarsela- Creo que no te enoja que te robe a tu jefa el día de hoy. ¿Verdad? -le decía burlesca a Isabel mientras se llevaba a Ita que aún la pobre no reaccionaba-

Isabel: Sólo cuida de ella… -susurraba mientras miraba como Dulce se llevaba a Ita- “Ita es una buena persona y no se merece que la lastimes…” -pensaba mientras se quedaba ahí preocupada por Ita-

Ambas chicas salían del negocio aún tomadas de la mano

Dulce parecía muy feliz y entusiasmada, Pero Ita parecía algo preocupada y nerviosa, pues las cosas estaban pasando muy rápido y no tenía tanto tiempo de procesar todo. Aunque en el campo de batalla era muy buena para razonar y pensar con rapidez, al parecer en el amor era todo lo contrario, pues no tenía nada de experiencia en ese campo.

Dulce: Antes de besarnos tienes que invitarme a salir, ¿no crees?

Ita: Eh? Ah, Sí! -apenas estaba cargando lo que estaba pasando. pues en realidad le sorprendía lo rápido que estaba pasando todo.- a dónde quieres ir? -trataba de sonreír de manera amable para que Dulce no viera su nerviosismo-

Dulce: Pues para empezar, me quiero ver bonita para ti y no estoy vestida como para tener una cita, que vergüenza salir con esta ropa. Así que llévame de compras y sirve que tú también te compras algo bonito y después ya vemos a dónde me llevas. ¿Qué te parece?

Con mucha ingenuidad, Itayetzi contenta accedía, con ilusiones en mente sobre una primera relación.

Y así partieron en su viaje para conseguir el capricho de Dulce.

La primera parada arribaron a una plaza en la cual había ropa cálida y agradable, más sin embargo no era de agrado de Dulce. Ya se estaban por ir de aquella plaza, hasta que a la distancia la hermosa mujer se percató de una lujosa tienda de ropa y en especial en un vestido en particular que se encontraba en exhibición en uno de los maniquíes.

Dulce volteaba a ver a Ita con unos ojos llenos de ilusión y deseo, pero sin perder esa mirada dulce e inocente, pues la chica en serio quería ese vestido.

Haciendo que Ita aceptase gracias por sus encantos, y además que no quería quedar como una tacaña ante ella.

Dulce, alegre, tomaba a Ita de la mano, haciendo que esta se sorprendiera por el repentino tacto y sonrojase levemente, pero Dulce solo la tomaba para adentrarla rápidamente a esa tienda lujosa y pedir aquel vestido y probárselo.

Dulce: Me veo bonita?~ -decía un vestido largo color lila de seda y una capa arriba de tul en la falda, en la parte del pecho tenía un hermoso encaje color blanco que acompañaba con un escote. Aunque la chica no tenía mucho pecho.

Ita: -solo sonreía tranquila pero sincera- Te ves hermosa~

Dulce: Tú también deberías comprarte ropa, o no se va a ver bien que yo vaya muy hermosa y tú vestida… -la miraba de pies a cabeza- Así. Ve! te espero~

Terminando de convencer a Ita para que ella también se cambiese por completo. Aunque Ita no iba con vestido, sino elegía una camisa de cuello de tortuga color lila, un saco color negro, pantalón de vestir negro y unos tacones bajos negros. Claro, todo lo pagaba la ingenua de Ita, con todo el ahorro que guardaba para remodelar la casa de María.




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