Gp Amore

Capítulo 36

Termino mis horas de trabajo y salgo al sol, me quito la camiseta de Drake y lo veo en el agua nadando como hacía cada que yo trabajaba y nos quedamos en el agua. Me acuesto a tomar sol sin avisarle para que no venga a joderme como todos los días, se ha empeñado en que no tome sol con tranquilidad y terminamos discutiendo en la cama.

Cierro los ojos y suspiro gozando del poco sol que podré tomar antes de volver a tierra, a mi casa en Porto Cervo que es en donde nos estamos quedando desde hace una semana, pues estuvimos en Mónaco, luego por la costa Francesa y llegamos para recorrer el norte de mi Isla Natal hace cinco días. 

—Drake tu santa madre, deja de mojarme —me quejo mientras levanto mi torso del suelo, mi novio ríe de medio lado y me inclino a besarlo.

—¿Qué tal el trabajo?

—Una mierda, no quiero volver —lloriqueo medio en broma porque ya tengo un nudo en la garganta.

—Quédate conmigo.

—¿Sabes que con esto voy a tener que estar amarrada por un mes al trabajo?

—No llores —susurra y apoyo mi frente en su pecho—. Ya te dije que te puedo visitar siempre y cuando no haya alguna carrera.

—Te odio —susurro riendo.

—¿Ahora por qué razón me odias?

—Porque haces que te quiera mucho más —ríe bajito y hace que me de taquicardia nuevamente.

—Ya, lo mismo digo M & M —seco las lágrimas que caen, la verdad no tengo idea de mis cambios de humor y lo odio, es terrible—. ¿No te duele la espalda?

—La verdad es que sí, me quedó horrible y tengo tu mano marcada en el trasero —digo ahora riendo, hace dos días nos quedamos dormidos mientras nos bronceabamos y pues, fue una pésima idea.

—Bueno, tus asistentes tendrán con que divertirse cuando te toque cambiarte de ropa frente a ellas.

—Imbécil, no son las únicas que me ven, tengo que modelar el merchandising de ropa interior.

—Pues usa bronceador —niego y lo hago a un lado para seguir tomando el sol—. Un momento ¿Cómo es que vas a modelar casi desnuda?

—¿Celos?

—Ya te lo dije, no soy celoso —murmura tratando de negar lo posesivo que puede llegar a ser.

De hecho, lo comprobé hace unos días cuando el mesero me dio su numero de celular, me estuvo abrazando y besando en todo momento, cosa que no me disgusta, pero fue demasiado absorbente y terminé alejándolo por toda la tarde, a veces se pasa de intenso.

Me recuesto al sol y sonrío escuchando el típico sonido de cuando se toman fotos directamente desde la camara del Instagram, es un adicto a esa red social y que no nos hayan descubierto aún es un milagro o tambien es que Alexa y 5 saben hacer muy bien su trabajo, aunque la primera cada que me llama o la llamo discute con Drake, creo que su relación será esa, pelear y discutir por mi.

—¿A qué hora regresaremos a tierra?

—Después de almorzar —susurro y me acerco a él, su piel ya no está para nada mojada.

—Estás cariñosa.

—Creo que voy a llorar cuando tengamos que separarnos, además tengo que conducir a Biassono yo solita.

—Marion ¿Te sientes bien?

—No lo sé —se ríe y yo hago lo mismo entre lágrimas.

Pasamos un tiempo abrazados hasta que mi celular comienza a sonar, miro el registrador de llamadas y lloriqueo mientras le tiendo el celular a mi novio, que le jodan a él.

—¿Sí?...Porque está dormida…No lo sé, no la voy a despertar…Mira, no me vengas con esas amenazas a mi porque bien sabes que yo no soy Marion y que a mi no me interesa en lo más mínimo que tengas esposa e hija…A lo que me refiero es que si sigues molestando no responderé por mis actos…Que está dormida, te digo…Deja de molestar ¿Quieres?

—¿Quién es? —susurro fingiendo estar adormilada.

—Nadie importante —dice mi novio agarrándome una mejilla del trasero.

—Entonces cuelga —mascullo besando su cuello cerca de donde mantiene mi celular.

—Ya escuchaste —dice esté golpeando donde mantenía su mano, río en su cuello y cuelga dejando mi celular en el mismo lugar donde estaba antes—. Tenemos que volver a tierra.

Nos levantamos y me pongo su camiseta, voy al timón y enciendo el yate, esto de tener licencia me simplifica la vida, y también al chico que siempre tengo para mover el yate ya que se le hace mejor porque así no tiene que estar con nosotros y escucharnos en ya sabemos que situaciones.

—¡Marena!

—¡No me llames así, idiota! ¡¿Acaso quieres ser soltero nuevamente?!

—M & M —consigue decir sin ahogarse con su maldita y contagiosa risa—. ¿Qué te pasa?

—No sé qué me pasa, ya me irritaste otra vez —le alejo de mí cómo puedo, conduciendo mi yate.

Llegamos a donde generalmente dejo el yate y salimos ambos tomados de la mano, hoy se tienen que llevar el yate hacia donde siempre lo tengo cuando no lo utilizo. Llegamos a la casa y paso viendo que la cocina está desordenada y hay varios juguetes esparcidos por la sala, juguetes que no son precisamente míos.

—Mas les vale salir de donde estén escondidos antes de que mande a bombardear mi casa —grito fastidiada, ya sabía que me encontrarían por culpa de Drake.

—¿Qué te pasa, violenta? —me giro y veo a mi novio sonriendo al tiempo que abraza a Amber que carga a uno de sus hijos.

—Hola Amber —saludo a la rubia que se acerca sonriendo y besa mi mejilla.

—Lindo bronceado —dice ella sonriendo—. Los niños querían visitarte.

—¿Con niños te refieres a los que tienen pelos en las bolas? —cuestiono de mala gana mientras que Drake ríe y niega sin saber que me pasa, Amber piensa lo mismo—. Ya sé que me pasa.

—Ilumíname, M & M.

—Ya sé —dice Kendall haciéndome brincar del susto—. Te va a llegar la visita de Andres.

—¿Qué Andrés? —cuestiona mi nuevo celosin, suficiente tenía con mis primos, aunque este celoso si me gusta.

—Se refieren a que va a llegarle el periodo —explica Marion dejando a su demonio en el suelo donde están los juguetes.




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