Esta es la continuacion del capítulo nueve
Mason Cleveland.
— ...tres —en unos pocos segundos Grace había bajado y subido al auto.
Levanto el asiento de copiloto y saco una remera blanca y uno boxer azul, se lo pasó a Grace y ella empieza a vestirse.
— Gracias —dice y miro hacia el espejo retrovisor, la remera le queda grande y el boxer también, era de esperar ya que ella tiene un cuerpo pequeño — La verdad pensé que me dejarías en medio de la carretera sola y en ropa interior.
— ¿Por qué haría eso?
— No lo se, solo lo pensé —se encoge de hombros.
Saco la ropa restante que son un short verde y una camisa negra, trató de colocarme el short pero me es más difícil de lo que creo, intento y intento hasta que me golpeó con el volante del auto.
Escucho como Grace sé ríe ante mi torpeza.
— No es gracioso —la miro mal.
— Si, si que lo es.
— Lo que digas —ruedo los ojos.
Después de cinco minutos de lucha por fin puede colocarme el short, me coloco la camisa y empiezo a abotonar los botones.
En un abrir y cerrar de ojos Grace aparece a mi lado.
«Es muy rapida»
— No me gusta estar en el asiento de atrás —dice encogiéndose de hombros.
— Bien ¿a dónde vamos? —pregunto todavía estacionado.
— ¿A recorrer la ciudad?
— ¿De verdad quieres hacer eso?
— No —suelta un bostezo.
— Debería llevarte de nuevo a tu casa.
— Si, pero mi casa está llena y no podré dormir bien con todo el ruido.
— Mi casa entonces —enciendo el auto y salgo del estacionamiento.
— ¡No, no, no! No vas a llevarme a tu casa.
— ¿Por qué no?
— Porque están tus padres, Amy y Ethan —dice obvia.
— Mi papá no está, fueron a visitar a mamá y Ethan seguro ya estara durmiendo.
Lo de visitar a mamá se me escapó completamente espero que no pregunté nada al respecto.
— ¿Y si primero vamos a comer algo? Es que me han estrado unas ganas de comer.
Suelto una carcajada; — ¿Hamburguesas o pizza?
— Hamburguesas.
— ¿McDonald's estará abierto a estas horas?
— A no, no, no, no McDonald's no —empieza a fingir arcadas.
— ¿Entonces donde? No conozco otro lugar a donde ir.
— Maldito niño rico —me pega en el hombro — Vives aquí hace más de cuánto ¿diez años? Y no conoces otro lugar aparte de McDonald's.
— Lo siento ¿si? Pero no ando recorriendo toda la ciudad en busca de hamburguesas.
— En busca de fiesta si pero no de hamburguesas —suelta una carcajada — ¿Sabes? No te creo que te hayas acostado solo con cuatro chicas.
¿Por qué tiene tanto de que hablar? Prefiero a la Grace que mira mal y casi no habla, en cambio está de ahora casi no ha parado de hablar.
— ¿Piensas que voy por la vida teniendo sexo con cualquiera?
— La verdad es que si.
Vaya me sorprende lo mal que piensa de mi, nunca me había detenido a pensar que es lo que piensan las demás personas sobre mi, y mucho menos de lo que Grace supone que soy.
— Lo creas o no, si he tenido sexo con cuatro chicas. Tres de ellas eran mis novias.
— ¿Y Crystal por qué? Cuántos años tenían ¿15?
— Esto... la verdad no tendría porque darte explicaciones —pero no quiero que piense tan mal de mi — Ahora dime dónde hay un lugar para comer la benditas hamburguesas a las dos de la madrugada.
Grace trata de explicar dónde queda pero no logro entender nada de lo que dice, o soy que no quiere entender o es ella que no sabe explicar, creo que ambas.
— Ugh, como no vas a entender... Déjame conducir a mi.
— Bien, pero si chocas tienes que pagar.
— No jodas Mason tu seguro cubre todo eso.
Estación el auto y salgo a la vez que Grace, ella entra primero que yo.
«Repito esta chica es muy rápida»
— Esto es increíble —dice admirando el auto desde su asiento — Desde que lo vi prácticamente lo ame, buen gusto niño rico.
— No sabía que te gusta mi auto —suelto una carcajada.
Grace parece una niña, tiene las mejillas rojas -seguro que es por el alcohol - Los ojos brillantes y una sonrisa de... de niña en una pastelería.
— ¡Me encanta tu auto!¡Siento envidia de tu auto! Ugh quisiera que mi papá también me comprara uno así.
— Este auto no es del dinero de mi papá, o bueno, no del todo.
Grace no parece prestarme atención cuando arranca el auto, y la verdad que verla sentada conduciendo el auto le deja más madura de lo que ya es.
No puedo decir que Grace me pareció siempre una chica sexy, si me fijaba en ella y decía que era una chica bonita - porque de verdad lo es- y interesante, no se rodeaba de chicas, no siempre vestía a la moda pero siempre estaba bonita, estaba metida en los libros pero también tiene ese lado fiestero y sabia cómo divertirse sin pasarse.
A primera impresión te parece engreída y poco sociable pero más la vas conociendo y más quieres estar a su alrededor, y lo digo porque me pasó.
Yo acababa de mudarme y quería hacer amigos, ella estaba sentada en las escaleras de su casa, llevaba un vestido amarillo con flores y unas bailarinas negras, parecía estar esperando a alguien y yo estaba con las duda de hablarle o esconderme y ver que hace, en ese momento ella mira a mi dirección.
Ella me examina de pie a cabeza y levanta una ceja castaña.
— ¿Que me ves? —fue lo primero que dijo — ¿Acaso no hablas o que?
Yo no le contesté, tenía miedo de que esa niña terminara rompiendo algo de mi cuerpo.
— Si no vas a contestar largate que me estorbas —yo no me moví de mi lugar, ella rodo los ojos y se levantó de su lugar entrando de nuevo a su casa.
Después de esa pequeña bienvenida nos escontrabamos en el hospital, yo tenia que acompañar a mi mamá a sus controles y Grace de ves en cuando iba a merodear por allí.
Un día yo me había perdido y termine en la sala de terapia intensiva, ningún doctor mi había visto entrar pero Grace si, no quiso advertirme de que estaba entrando a un lugar prohibido, con suerte me llevo de vuelta con mi mamá.