Gracias por lastimarme

Capítulo 31

Brooke

Mi profesor de Diseño nos ofreció a Claire y a mí una clase extra hasta las cinco y media de la tarde. No dudamos en aceptarla: era una de nuestras clases preferidas y además, el señor London era uno de los profesores con los que más nos llevábamos. Era uno de los más jóvenes de la Universidad, tendrá veintisiete años aproximadamente. Nunca fue de esos profesores por los cuales las alumnas babean pero sólo por un motivo: todas sus alumnas teníamos entre diecinueve y veintiún años, ya eramos gente madura y sabíamos acercarnos a alguien que nos gustara, sin la necesidad de babear por él frente a media Universidad.
Como otra noticia: Claire hoy saldría junto a Cameron porque, supuestamente, él tiene algo de mucha importancia para decirle. Creo que mi prima está ciega si no se da cuenta que va a decirle que estén juntos formalmente pero para no arruinar ninguna sorpresa dejé mi boca cerrada. Ella me dijo que a Cameron no le hizo ninguna gracia que ella se quede hasta tarde junto a un profesor a solas. Por suerte su enojo desapareció cuando se enteró que yo también estaría allí, aunque de todos modos dijo que vendría a buscarnos para verificar que esté todo en condiciones.

-¿Por qué crees que London nos ofreció esta clase extra?- me preguntó Claire cuando salimos de nuestra primer asignatura.

-No lo sé. Solo sé que estás hablando mucho con Cameron y te está contagiando sus pensamientos idiotas acerca de nuestro profesor.- respondí guardando todos mis libros en mi mochila y colgándomela en mi hombro. Me encaminé hacia el comedor para poder comprarme un café pero su voz volvió a llamar mi atención:

-¡Hey! Yo no he dicho nada... solo pregunté.- dijo llegando a mi lado acompañándome hasta el escritorio donde se encontraba la misma chica que siempre nos atendía.

-Un café mediano, por favor.- le pedí para luego entregarle mi tarjeta de beneficios de la Universidad.

Claire no volvió a hablarme acerca del señor London, posiblemente porque sabe que no voy a hacerle caso en lo que me diga. Ahora me estaba dirigiendo a mi última clase, la cual no compartía con ella. Mi prima había elegido otros horarios para esta asignatura. 
No hubo nada del otro mundo: consistía en armar portadas de novelas dependiendo de la descripción y la sinopsis. La idea era que cada más clases tengamos, más dificultad podíamos llegar a manejar. Hoy me tocó la portada de una novela que, casualmente, ya había leído y se me hizo mucho más fácil. A veces también tenemos que crear personajes digitales en base a sus características físicas y su personalidad. 
Como ya había leído la novela del día de hoy, terminé antes que todos mis compañeros y la profesora me dio acceso a retirarme de la clase. Me encaminé hacia el comedor nuevamente para poder pedir otro café mediano antes que empiece mi clase extra junto con el profesor London. Soy adicta al café, por si no se dieron cuenta. 
Luego que me entregaran mi infusión, me senté en uno de los asientos libres que había y comencé a ordenar las fotocopias que tenía desparramadas por toda mi mochila.

-Señorita Martin, ¿lista?- se oyó una voz a mi lado que ya sabía perfectamente de quién provenía. Giré mi rostro para encontrarme con la persona con la que iba a estar unos momentos más tarde tomando una clase.

-Señor London, claro que sí.- respondí admirando su atuendo: pantalones de vestir con una camisa a juego y un bolso colgando de su hombro derecho demostrándole a cualquier persona que él era un profesor o un hombre de negocios. Solía a admirar a los hombres vestidos de esta forma, no estaban ni demasiado formales ni demasiado informales: perfecto. Así como también se viste Dylan para ir a dar clases al colegio. Ese día que fui a buscar a Frank y me lo encontré a él no pude creer que le quedara tan bien esa formalidad.

-¿Quiere ir pasando al aula? Yo estaré allí en unos minutos.- me ofreció señalándome el aula que estaba a unos metros de mí.

-Claro- acepté agarrando mi mochila y mi café para dirigirme al salón de clases. 

Luego de sentarme y acomodarme, le mandé un mensaje a Claire diciéndole que ya me encontraba aquí dentro, por si no me encontraba afuera.
Pasaron unos minutos y no me contestó. Tampoco llegó. Tengo miedo que le haya sucedido algo, tendría que haber llegado hace más de diez minutos. Decidí llamarla... pero tampoco contestó. Creo que la única alternativa que me quedaba era llamar a Cameron y preguntarle si estaba con ella. Si no era así se iba a poner como loco. Mejor espero unos minutos más antes de que llegue el señor London.

Cinco minutos más y Claire seguía sin dar señales de vida... ¿A dónde te has metido? Ya no tengo muchas opciones así que decidí marcarle a Cameron.

-¿Si?- respondieron del otro lado de la línea, que para mi impresión no era ni la voz de Cameron ni la voz de Claire, sino la del odioso mejor amigo del primero. Aunque pensándolo mejor... es una buena noticia que esté él del otro lado.



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En el texto hay: amor, suspenso y misterio

Editado: 30.03.2020

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