Capítulo 46

Brooke

Cuando fui creciendo, me di cuenta que no existía ningún bicho raro que se había llevado a mi madre al cielo. Creía que esa enfermedad era la peor que a alguna persona le pudiese agarrar. Me acuerdo que mi padre me contó la "verdad" con respecto a la muerte de mamá cuando cumplí trece años. Lo entendí. Me puse muy mal por ella, por culpa de la neumonía ya no se encontraba entre nosotros. Estaba tan enojada con la vida misma por quitarme a mi madre que no hablé con nadie sobre ella y sobre cómo murió. No quería ponerme peor de lo que ya estaba. Ni siquiera había hablado con mis abuelos sobre ella... y como me arrepiento ahora. Toda mi vida pensando que, primero, mi madre ya no estaba porque un bicho la había picado. Luego, cuando ya era mucho más grande, mi padre me dijo que había fallecido porque se enfermó de neumonía. ¿Y ahora se supone que ninguna de esas dos opciones es correcta? ¿Mi madre murió en aquel accidente en el que también falleció la madre de Dylan? El cual estamos tratando de resolver.

Dylan se sorprendió igual que yo pero intentó disimular, cosa que a mí no me salía para nada bien. Me quedé estática en mi lugar sin mover ninguno de mis músculos y él decidió seguir hablando:

-Brooke me ha contado un poco sobre el tema pero nunca quiso profundizar porque no era algo muy agradable.- le dijo a mi abuela unos segundos después de que ella haya confesado algo que nunca antes me hubiese imaginado.

-Pero claro, chiquita. Te entiendo. A mí también me costó comenzar a hablar sobre el accidente con tanta naturalidad.- me miró con una mirada de compresión y luego preguntó:- ¿Quieres que le cuente?- solo asentí y esperé a que ella comience:- Todo sucedió un 23 de junio del año 2000, joven.- se dirigió a Dylan.- Robert nos llamó desesperado diciendo que nuestra pequeña Alessia había tenido un accidente con ese maldito auto. No sabíamos qué hacer. Ni siquiera nos dejaron ir a verla. Nuestra hija había fallecido en el acto.- se le llenaron los ojos de lágrimas y quise ir a abrazarla. Aunque no esté segura, sé que Dylan está recordando a su madre en este momento. Ambas murieron en el mismo accidente y al mismo tiempo.- Luego Brookie vino a quedarse con nosotros unos días hasta que todo volvió a la normalidad.-

-Dile que no vuelva a comprar ese auto por el bien de todos.- me habló mi abuelo. No sé qué es peor: que mi padre me haya mentido dos veces con la muerte de mi madre y que la segunda no me la haya dicho él, o que mis abuelos crean que yo ya sabía esto de antemano.
Por si se lo preguntan: sí, estoy muy tranquila para ser verdad. Pero es por el simple hecho que cuando creí que mi padre era el que estaba manejando ese auto casi me desmayo, o mejor dicho me desmayé, por pensar que estaba conviviendo con un asesino. Ahora que pude descifrar que mi madre era la que manejaba el BMW ¿no siento decepción? No. Confío tan ciegamente en ella, confío casi sin conocerla que ella no es una asesina. Y por sobre todas las cosas: ella no es como mi padre.

Luego de un rato junto a mis abuelos, Dylan se dio cuenta que ya no quería estar más allí y necesitaba procesar la información aunque no sea tan chocante para mí. Nos despedimos de mis abuelos, Francesca y Tisiano, luego de tomar una taza de té caliente y comer una torta que mi abuela había preparado. Ella era la mejor en la cocina, toda su vida se había dedicado a eso y hoy en día siguió teniendo la misma magia que siempre. Nos subimos al auto de Dylan pero él no mencionó nada. En parte se lo agradezco: no quiero que mi cabeza explote, fue demasiado por hoy.

-¿Puedes dejarme en mi casa y luego hablamos? Necesito...- intenté explicarle pero inmediatamente asintió dándome a entender que no necesitaba una justificación y me entendía. Espero que él también esté bien. No solo yo me enteré de algo muy importante.

-¿Quieres que te llame dentro de un rato o me llamas tú cuando estés lista?- me preguntó antes de frenar del todo unos metros antes de mi casa. El auto de mi padre se encontraba en la entrada así que él debería estar allí dentro. ¿Cómo voy a enfrentar esta situación? Ni yo lo sé.- Puedo acompañarte si quieres.- me dijo al verme dudar en bajar del automóvil o no.

-Mi papá se pondría como loco, se lo contaría al tuyo y tiraríamos todo lo que hemos hecho y descubierto a la basura.- le dije rechazando su generosidad. Desde que el señor Riece comenzó todo este lío ambos sabíamos que en el camino podíamos encontrarnos con cosas como estas o peores. Esta noticia que me va a costar digerir no va a echar a perder todo lo que hemos logrado.

-Solo llámame si algo anda mal, luego hablaremos.- se despidió de mí y me bajé de su Audi RS5. Caminé los metros que me quedaban hasta la puerta de mi casa y le hice señas a Dylan para que vaya tranquilo. Él solo asintió y se marchó lentamente. Me faltaban unos pasos para abrir esa maldita puerta y enfrentar a esa maldita persona que me había engañado durante tanto tiempo. ¿Pensaba decírmelo en algún momento o pretendía irse a la tumba con esa culpa de haberle mentido a su propia hija durante todos sus años de vida?