Capítulo 50

Brooke

¿Qué acabo de hacer? ¿Qué acaba de pasar? ¿Por qué lo besé? ¡¿POR QUÉ!? Se suponía que eso no iba a pasar, se suponía que yo tenía que alejarme. No podía volver a pasar. No podía seguir así con Dylan, ni hoy ni nunca.
Lentamente me separé de él y quité mis manos de su cuerpo volviéndolas a cruzar sobre mi pecho como estaban anteriormente. Bajé mi cabeza sin animarme a mirarlo a los ojos. Se preguntarán: Brooke, lo has besado anteriormente en otras oportunidades ¿qué cambia que haya pasado hoy? Justamente eso pasa. Ni hoy ni nunca más tiene que volver a suceder porque si no el misterio que estamos intentando descifrar se va a echar a perder. Dylan no podría perdonarme nunca en la vida que no podamos terminar de descifrar qué sucedió con ese accidente por mi culpa.
Pude notar cómo le sorprendió mi acción y tomó mi rostro entre sus suaves manos:

-¿Qué sucede?- me preguntó. Era sabido que iba a estar sorprendido por cómo reaccioné si fui yo la que lo incentivó a que me bese.- ¿Hice algo mal?- me cortó la respiración luego de insinuarlo. No, no has hecho nada mal. Nunca lo haces. Eso mismo quería decirle pero no podía, se me hacía imposible de formular sin que en mi garganta se produzca un nudo que sería incapaz de deshacer.

-Perdón, tengo que irme.- omití su pregunta y quise pasar por su lado para largarme de allí. Claramente eso no pasó porque no me dejó. Tomó mi brazo suavemente y cuando vi su rostro pude darme cuenta que ya no tenía una mueca de confusión en su rostro. Su mirada reflejaba otro sentimiento: tristeza.

-¿Quieres que te lleve a tu casa?- me dijo y pareció olvidarse que hace unos segundos lo había rechazado como la peor persona que pudiese existir en este tan injusto mundo. ¿Cómo voy a hacer para ignorarlo? Simplemente no le dio importancia a mi cambio de humor, a mi supuesta bipolaridad y se preocupó con que llegue sana y salva a mi casa, pensando que estaba triste por otra cosa que no es él. Ni siquiera ha insistido en preguntarme otra vez qué me sucedía y eso es lo que me provoca que sea imposible odiarlo. Sabe que no me gusta que me fuercen a decir lo que me pasa. Lo besé, lo seducí, disfruté uno de los mejores besos que me habían dado en mi corta vida y luego lo quise quitar de mi camino. Sin embargo, no me preguntó nada y no le importó mi pésima actitud. Solo le importaba yo.

-No hace falta, le pediré a Garret que lo haga.- dije nuevamente con intención de irme. Sentí una de sus suaves manos en mi brazo, otra vez, haciendo que frene. ¿No puede tan solo dejarme ir? ¿No puede irse a bailar con otra y dejarme a mí y a mi bipolaridad de lado?

-Te llevo yo.- insistió. Me soltó para tomar su teléfono que se encontraba dentro del bolsillo trasero de sus pantalones y comenzó a escribir, por lo que parecía, un mensaje.- Ya le avisé a Melody y por si no quedó claro, no es una pregunta: te llevo yo.- tomó mi mano y comenzó a caminar hacia la salida sin siquiera pasar por la barra para despedirnos de Chris y Hannah, o de Garret.

Al salir de "Breakdown" no pude distinguir dónde se encontraba su auto. Él siguió caminando tomándome de la mano dirigiéndose hacia la esquina de la cuadra en la que se encontraba el bar. ¿Tan lejos has dejado el auto, Dylan? ¿O acaso has venido caminando? Iba a preguntarle eso mismo pero preferí seguirlo y terminar esta incómoda situación de una vez por todas. Cuanto menos hablemos, menos va a ser la tristeza que sienta cuando tenga que ignorarlo. Doblamos en la esquina y antes que pueda reaccionar me acorraló contra una pared. No puedo decir contra la pared de qué lugar lo hizo ya que con sus labios sobre los míos iba a ser una tarea difícil. Comenzó a besarme como si nuestras vidas dependieran de ello, sus manos no se apiadaron de mí y sentía que estaba tocando el cielo con las manos. No puedo explicar los sentimientos encontrados que me provocan sus besos y sus caricias. ¿Es legal hacerme sentir de esta manera? Una vez que ya habíamos estado unos minutos deleitándonos mutuamente, comenzó a bajar sus besos por mi cuello y se me hizo imposible no cerrar los ojos. Definitivamente esta era una de las pocas veces que él me hacía sentir tan así: tan... no sé, no puedo describirlo. ¿Estará haciendo esto porque sabe que voy a alejarme? ¿Querrá tomar este beso como el último que nos vamos a poder dar? BASTA BROOKE. Deja de pensar en eso y disfruta que el chico más lindo que has conocido en tu vida te está besando.

-Ven a mi casa.- susurró en mi oído y siguió su camino de besos ahí mismo.

-No, Dylan. Tengo que...- quise responderle pero no me dejó seguir y volvió a juntar sus labios con los míos. Besó y hasta llegó a morderlos para no dejarme hablar.

-Por favor, te quedas a dormir y mañana te llevo a tu casa a primera hora.- siguió insistiendo pero no iba a lograrlo. No iba a ir a su casa y no iba a dormir con él. Si es necesario repetirme a mí misma esto cien veces para que se cumpla voy a hacerlo: tengo que alejarme de Dylan lo antes posible antes de que sea tarde.

-Esto es todo lo que tengo hasta ahora. Lo fui actualizando a medida que íbamos descubriendo cosas nuevas.- me contó mientras ambos nos encontrábamos en su cama mirando la laptop y leyendo, una vez más, cada ítem que Dylan había escrito sobre el accidente:

Bloc de notas:

-Accidente automovilístico en el año 2000✅

-Jack Riece (conductor del Chevrolet Camaro), Margaret O`Brien (copiloto del Chevrolet Camaro) fallecida y Alessia Leone (conductora del BMW V12 patente 7VXT241).✅

-BMW V12 hallado en el año 2003 en Piedmont (5.9km de distancia con Oakland).✅

-Datos sobre el anónimo Alessia: 0% de alcohol en sangre, sin teléfono, sin freno, fallecida en el acto. Esposa de Robert Martin, empleado de Jack Riece. Madre de Brooke. Solo a ella se le dijo que su madre había muerto por causa de la neumonía.✅