Granate

Cap 4

Las tres preparamos la mesa para comer y mama puso una sonrisa que le llego hasta los ojos. Le agradaba hacer cosas con nosotras juntas. Ella quería que nos uniéramos más como familia y cuando podíamos lo hacíamos.

A mamá siempre le gusto cocinar, hasta nos enseñó, pero como que a mí no me salía del todo bien, le decía que la cocina conspiraba contra mí, al quemarse todas las comidas, lo único que no me chamuscaba era la pasta, mamá siempre decía que dejara la exageración, que lo único que hacia mal era poner las temperaturas de las hornillas muy altas y que me descuidaba cuando se trataba de vigilar las cosas, a Mine en comparación le salía muy bien cocinar, es excelente en lo que hace, me intentó enseñar, pero yo no quise, por la simple razón de que me daba miedo empezar un incendio, pero eso fue cuando era tan solo una niña, y ahora he perdido el miedo a cocinar, todo eso de ser patética en lo culinario quedo atrás, y como me anime a aprender a cocinar, me sale mucho mejor la comida, y por lómenos no se me queman como antes.

Como nuestra cocina no es tan grande, está la regla de no pasar cuando mamá hace comida. Del resto si podíamos entrar o salir. Ya cuando nos tocaba cocinar a nosotras eso era otra cosa, mamá a veces hacía una excepción cuando necesitaba la ayuda de alguna en la cocina.

Después de comer la delicia con gusto, de quedar satisfechas y de ayudar a Mine a secar y guardar en sus respectivos lugares cada utensilio, mamá se fue a trabajar a las tres en punto, dijo que regresaría a las ocho o nueve de la noche, tal vez más.

El tema de que mi madre llegase tarde, no me preocupa ya que yo sé, que ella se sabe cuidar muy bien sola.

Tiene un restaurante propio, no es muy lujoso pero es algo, las personas siempre van en familia a comer allí, así que está lleno casi todos los días.

  1. restaurante lo decidió llamar como yo (Tyana’s) me molesté con su decisión y le insistí que no le pusiera mi nombre al local, pero la dueña era ella, no yo, así que se lo puso de todas formas, fue una batalla perdida para mí.

Mine estaba a mí lado, vio el debate entre mamá y yo, me apoyo pero lo más que hizo fue reírse de nosotras, en vez de ayudarme a ganar la discusión, ese día fue un desastre.

Después de un tiempo, se fue mi molestia, ahora cada vez que voy a comer con mi hermana al restaurante me da risa leer el letrero arriba de la puerta doble de vidrio, porque me recordaba, esa discusión tan innecesaria que tuve con mi madre.

Después de que mamá se fue a trabajar, Mine y yo decidimos salir a caminar (al bosque de los cerezos que queda prácticamente en la parte trasera de la casa) e ir a nuestro lugar favorito y secreto del cual nuestra madre Li nunca se enteró.

Nos pusimos ropa para salir cómodas y nos fuimos.

La tarde es muy agradable ya que el bosque nunca pierde su encanto y hermosura, el sol no nos pega directamente a la piel, la cálida brisa primaveral besa mi piel mientras baila alrededor de nosotras, es como para quedarse caminando en el bosque por un largo tiempo, me encanta vivir en esta casa ya que no es como cualquiera. No todas las casas tienen un bosque de cerezos detrás de ella.

Como eran vacaciones para nosotras decidimos divertirnos un poco.

Nosotras, hace mucho tiempo aviamos hecho un camino que solo nosotras pudiéramos descifrar.

Cuando lo encontramos empezamos nuestra caminata.

Mientras caminamos por el sendero ya casi invisible por el monte crecido, diviso que Mine me ve a los ojos pero no volteo, seguí viendo al frente solo para no tropezarme o caerme con alguna piedra o raíz levantada.

“Ya pensaste en el regalo que quisieras que mamá te compre, porque yo sí, eso creo, no estoy segura de que quiero que me compre, hay tanto por lo cual decidirse”

“¿En serio?, faltan mínimo como cuatro días para escoger un regalo, no es que no quiera pensar en ello ahora, lo que pasa es que es un poco apresurado querer decidirlo en este momento”

Golpeé una pequeña piedra que se me atravesó, y rápidamente salió asía a delante con pequeños saltitos.

“Sí, estoy hablando en serio, porque no adelantarse a los acontecimientos, eso es mucho más divertido, bueno… para algunos”

“Además, ¿ya no estamos lo suficientemente grandes para los regalos?”

“Oye, nunca se está lo suficientemente grande como para recibir regalos”

Antes de contestarle me detengo por un brillo que pega directamente en mi ojo, lo sigo, y noto que lo que me está proyectando ese brillo es una pequeña roca que está tirada en el suelo, tiene forma de corazón y es de un color interesante.




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