Granate

cap 19

Me quedo parada durante unos diez segundos, ya que no sé si acercarme o no.

Está la parte de que si entro en la cuarto rompo la regla de no entrar, pero si me acerco y echo solamente una miradita desde afuera sin que nadie lo sepa nada malo me pasará, ya que nadie sabría que lo hice.

Miro en la parte inferior de la escalera para verificar si Mine o mi madre está a punto de subir por los escalones. Cuando me aseguro de que no hay moros en la costa decido dar mis primeros pasos asía la entrada del cuarto, para ver lo que mi madre oculta dentro. Me acerco y lentamente voy abriendo poco a poco la puerta, el frio se incrementa cada vez más hasta el punto de que se me erizan los vellos de los brazos.

No sé qué es ese frio. No viene ni de un aire acondicionado ni de un ventilador. Como el cuarto esta total mente a oscuras, pienso que el frio proviene de ahí, de la oscuridad, hasta donde yo sé el frio se produce por eso y por otras cosas, así que no me preocupo.

Como la puerta está abierta me da la ventaja, de por lo menos un poco de luz del día para poder ver el interior, ya que tengo un poco de iluminación puedo ver solo una pequeña parte de lo que hay dentro, pero de todos modos no puedo ver completamente todo, así que decido tomarme el riesgo de entrar y tantear las paredes para saber si hay un interruptor cerca.

Después de tanto buscar lo pude conseguir con un poco de dificultad, presioné el botón e hizo un leve sonido pero nada pasó, yo no me esperaba eso, así que saco mi móvil para encender la linterna. Me llevo una sorpresa, ya que tampoco me esperaba que el teléfono no prendiese.

Como no quiere encender, le doy unos cuantos golpecitos porque abecés ese método rudo funciona, pero nada pasa, así que guardo el teléfono en uno de los bolsillos de mi pantalón, de seguro se me avía olvidado otra vez cargar la pila. Prosigo en la oscuridad buscando alguna cosa que me pueda ayudar a ver, de repente la vista se me empieza de alguna manera a poner más clara hasta el punto de poder ver sin dificultad, lo cual me asusta mucho.

Casi grito del miedo porque no sé cómo es posible que un ser humano pueda tener vista nocturna a todo color, lo que me asustó más. Intento mantener la calma y no gritar para que no me descubran en el cuarto en el que se supone no puede entra nadie.

Me quedo parada por un minuto, y caigo en cuenta de que no es mi vista la que se pone así, sino la luz la que de alguna manera reaccionó.

Pero que estúpida soy, creyendo que tengo visión nocturna a todo color.

Mamá tiene que comprar bombillos nuevos, ya que este tiene efecto retrasado.

Me obligo a seguir adelante con una pequeña sonrisa en mis labios. Buscar la cómoda para encontrar el juego de una vez por todas, e irme lo más lejos que pueda de esta espeluznante habitación.

Noto que el cuarto es como cualquiera en este mundo, tiene una cama matrimonial más baja de lo normal, con una cobija estirada en toda la cama de color crema, no tiene dibujos ni nada parecido. Viene acompañada de dos almohadas en la parte superior que tienen unos cobertores rojos. Observo una puerta que hasta donde yo sé es un baño común y corriente.

No hay rastro de ventanas por ningún lugar, lo cual me parece raro, ya que el cuarto que compartimos Mine y yo, es el más grande, tiene dos ventanas con cortinas rojas sencillas, hay puertas dobles de roble, que llevan asía un balcón muy hermoso, en donde la vista es muy linda al salir el sol por la mañana, ese es uno de mis lugares preferidos que yo escojo casi siempre para pintar el amanecer.

Nuestro hogar tiene dos pisos, y eso significa que tiene otros cuartos aparte de este, si no estoy errada, la casa tiene tres cuartos, y uno de los más grandes es el que comparto con mi gemela, Mine podía simplemente irse a el cuarto restante, pero al llegar a esta casa recuerdo muy claramente que ella insistió para quedarse en la misma habitación que yo, y hasta ahora seguimos durmiendo en el mismo cuarto.

El cuarto que restaba era mucho mejor que este, no sé porque mi madre a estado durmiendo en esta habitación sin ventanas y tan pequeña. Pero ella tiene sus gustos y yo no puedo hacer nada por eso.

En el piso hay una alfombra color crema de la mejor marca vendida en las tiendas, no sé de donde mi madre saca tanto dinero como para comprar tales cosas.

No quiero pisar la alfombra por miedo a dejar una mancha, así que le paso por al lado. El piso es de cerámica color crema, las paredes son también del mismo color, mama tiene una pequeña obsesión creciendo dentro de ella por el color crema, hoy puede ser su cuarto pintado casi todo de ese color particular que es tan especial para ella, pero mañana puede ser toda la casa incluyendo el cuarto que comparto con Mine.

Quien en este mundo le puede quitar esa parte a ella, solo Dios puede lidiar con algo como eso.

Sigo caminando y noto que al lado izquierdo de la cama está la mesita de noche que yo busco, tiene encima una lámpara roja, un reloj negro, una bolsa de maquillaje gris, unos papeles que se ven muy importantes, un pisa papel negro sin ninguna forma en particular, un lapicero transparente y un tiped, y todo en un orden casi espeluznantemente perfecto, y también hay una pluma exagerada mente grande de color negro, pero solo en la parte superior, el resto es plateado, se nota que el color que predomina es el negro. Me imagino que es de algún animal que yo desconozco totalmente. La mire un poco más de cerca y me di cuenta que tiene lo que parece sangre, eso hace que mi cuerpo se sobresalte. No me desmallaré o algo por el estilo, la sangre no causa ese efecto en mí, así que no le presto más atención a esa extraña pluma y prosigo con mi búsqueda del tesoro.




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