El arrastre de otras cadenas vuelve a sonar en el suelo, se van acercando más y más, hasta que se detienen detrás de mí.
Repentinamente otra oleada de dolor nueva se introduce desde mi muñeca arrastrándose hasta mi brazo, y por más que quiero evitar un grito no puedo, así que sale de mis labios secos como lo fue en un principio, tan estruendoso, tan desgarrador y tan lleno de desesperación.
Mi propio grito me aturde.
Siento que estoy empezando a perder la capacidad de poder oír bien, mis ojos me empiezan a arder y me siento débil, muy débil.
“De seguro ya debes estar empezando a sentir que tus sentidos desaparecen poco a poco, ¿no es así?”
Pego otro grito.
“!YA SUELTAME, ESTO DUELE COMO EL DEMONIO¡”
“No no no, aún no hemos terminado este espectacular y divertido juego, así que tendrás que ser paciente y esperar a que yo quiera que todo esto termine, tienes que aprender a moldearte a las reglas cariño”
¡¿Cariño?! ¡¿El me acaba de llamar cariño?! ¡Qué hijo de perra!
Su atemorizante risa se oye desde las profundidades de la oscuridad, lo cual me hace temer aún más.
Hago un leve movimiento y una oleada de dolor corre desde mis muñecas hasta mis hombros, otro grito inminente sale de mi boca, no lo detengo ya que es inevitable hacer tal cosa. La única opción que tengo es quedarme lo más quieta posible, si me muevo de cualquier manera el dolor empezará, y eso es lo que menos quiero.
Tranquila, intenta mantenerte en calma, no importa cuán fuerte sea este dolor, ante todo siempre cordura.
Esas palabras son más fáciles de pensar que de hacer, pero de todas formas, nada es imposible en este mundo, si se cree y se es persistente en el tema, todo puede salir como uno lo planea.
Mis fuerzas van en descenso, cada nano segundo, segundo o minuto que pasa, es como si mis fuerzas se desvanecieran poco a poco y con lentitud, lo cual es peor para mí.
De nuevo contando los minutos, ciento como nuevamente por sorpresa una tercera vez, las palmas de Xen aplauden dos veces como anteriormente él lo avía hecho.
Oigo como una tercera cadena se arrastra sobre el piso, y se va acercando a mí con lentitud.
Se va acercando más y más.
Rápidamente y sin aviso alguno una corriente de dolor corre por toda mi garganta obstruyendo mi respiración, y siento como unas hojillas cortan mi garganta violentamente.
Las personas que me tienen sujeta, me dejan las cadenas puestas, pero se oye, como la parte que ellos tienen en su agarre cae rápidamente en el frio piso, estando de rodillas caigo de espaldas sin poder hacer nada por quitarme las cadenas de mis muñecas y la que ellos recién me han puesto en el cuello.
El dolor es tan fuerte que no puedo gritar ni articular ningún sonido, y lamentablemente puedo respirar solo un poco, el dolor se introduce lento y agresivamente en mi garganta.
Ya que estoy de espaldas tirada en el suelo, un frío recorre mi columna vertebral llevando con él un escalofrío que hace que mi cuerpo se estremezca, lo cual es algo malo para mí. Siento como un dolor… no solo en mis brazos sino en todo mi cuerpo, llega tan violentamente, que mi boca se abre como si yo estuviera pegando un grito, pero no sale nada de mis labios por culpa del dolor, ¿o es que acaso ya no puedo tener la capacidad de poder oír?
De repente una luz se enciende y todo a mí alrededor se ilumina.
Me doy cuenta que el Granate ha hecho su trabajo nuevamente en mis sentidos. Mi visión se puso mala, y no me di cuenta antes porque todo estaba oscuro, mis fuerzas desaparecen y creo que mi audición ya no funciona más.
Veo una figura borrosa aparecer en mi vista, muevo mi mirada asía ese cuerpo que ahora ya no puedo ver bien por culpa del Granate, e instantáneamente sé que ese cuerpo es de Xen, me sorprende que aun con mi vista borrosa lo pueda reconocer a la perfección.
Los borrosos labios de Xen se mueven, y solo logro alcanzar a reconocer unas cuantas palabras
“Ya es hora de que mueras”
No puede ser, moriré. Aunque todo esto sea una simple pesadilla, siento como si fuera a morir de verdad.
Presa del pánico, con miedo y sin poder hacer nada al respecto, con todo lo que me está pasando, me preparo para lo inevitable. La muerte.
Veo vagamente como la figura de una persona que no distingo se acerca a Xen y le entrega en sus manos lo que supongo yo es un cuchillo largo y grande, que tiene un color rojizo como el Granate.
Pelo los ojos, impresionada por lo que apenas puedo ver.
#22525 en Fantasía
#9010 en Personajes sobrenaturales
#13210 en Thriller
#7456 en Misterio
Editado: 27.10.2018