— En un par de días comienzas la formación empresarial, entre más rápido logres llevarle el ritmo a la empresa, tu desempeño será bueno y beneficioso para todos.
Irrumpió Arturo el silencio del gran salón, mientras los tres comían sin siquiera verse a la cara.
— ¡Pero, papá! ¿Está es tu idea?
Quiso hablar Sebastián, quien fue tomado por sorpresa por las declaraciones de su padre, mientras miraba con ira a su madre que sin decir palabras siguió comiendo sin inmutarse por la pregunta de su hijo.
— ¿ Pero qué Sebastián? Recién cumpliste 25 años, ya acabaste la carrera, es momento de que tomes las riendas de nuestras empresas, no esperes que tenga más contemplaciones contigo ¡Ya eres un adulto!
— Papá, no estoy preparado aún, la carrera es de muchos años más, no creo estar preparado para llevar en mis hombros a empresas tan grandes. No puedes obligarme.
Dijo con determinación, dejando en claro que no haría lo que se le ordenaba.
— No lo hagas entonces, solo ten en cuenta esto, olvídate de que nuestras empresas ayuden con las franquicias que están en venta, no pienso ayudar en nada sino eres capaz de hacer lo que se te pide.
Alejó el platillo de él, se puso de pie y reclinando su cuerpo hacia el frente mientras sus manos en la mesa sostenían su cuerpo vio detenidamente a los ojos a su hijo y lo amenazó.
— No hay excusas, vas a hacerte cargo de todo ahora lo querías o no, sino lo haces solo intenta ayudar a tu amigo con tus propios medios y observa sin poder hacer nada como su empresa va directo a la quebra.
Los utensilios de Sebastián cayeron con violencia al piso y salió de ahí enfadado, caminaba hacia su habitación mientras pensaba que siempre tuvo la ilusión de que tal vez podría escapar del destino familiar, pero todo predecía que no sería posible. Durante sus días en la universidad intentó cambiar ese destino, pero todo fue un fracaso, el momento que tanto temia había llegado y en esta situación si intentaba oponerse otros pagarían los platos rotos. Dejo caer su cuerpo en la cama, la amenaza de su padre lo dejo atado de pies y manos, no habría otra opción, era momento de aceptar su destino, Rodrigo era como el hermano que nunca tuvo, así que ese sacrificio valdría la pena. El panorama sería totalmente desolador sino fuera que por suerte había un motivo por el que se mantenía firme, la chica que hace 7 años atrás había aceptado ser su novia había cambiado en gran medida la perspectiva de su futuro.
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Acariciaba con ternura el rostro de Sebastián que hace un par de minutos había llegado a su apartamento. Desde que lo vio llegar percibió que algo andaba mal, así que intento consolarlo recostadolo en su regazo sin decir ninguna palabra, le hacía muy feliz saber que después de siete años de noviazgo él seguía dejándole en claro que era ella su lugar seguro, ese lugar en el que se sentía protegido y amado cada vez que se sentía perdido. En ese momento de paz en el que los dos permanencia en silencio, Yesica recapituló los momentos más hermosos de su relación; la propuesta de noviazgo, lo detallista que era , el como se enfrentó a medio mundo defendiendo su amor, Yesica supo en verdad que ese hombre la amaba con locura.
— Yesi —
Dijo Sebastián sacándola de sus pensamientos
— No se que hacer, al parecer no puedo oponerme más, ser hijo único me obliga a hacerme cargo de las empresas de mi padre. Pero conoces mis deseos, mis sueños y lo difícil que es para mí aceptar renunciar a ellos. Que debo hacer ¿Deberia renunciar, escapar de aquí, hacer mi vida lejos de mi familia? ¿Que debo hacer?
— Sebas no te preocupes tanto, cualquier decisión que tomes estará bien, yo voy a apoyarte sin importar la decisión que tomes ¡Siempre estaré contigo!
Abrazó con ternura a Sebastián con la intención de calmar un poco la ansiedad que lo carcomía en esos momentos. Sentir el cuerpo cálido de Yesica y esas palabras de aliento y lealtad lo reconfortaban, ella no lo sabía pero para el era como una curita al corazón.
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La propuesta que acababa de escuchar en cierto punto fue confusa, le alegraba saber lo importante que era su presencia para Sebastián, pero aceptar sería una gran dificultad para seguir con las metas que se propuso desde muy joven.
— Yesi, por favor, solo acompañame en esto, no creo poder lograr nada si no estás cerca.
Insistió con el propósito de convencerla, al verla indecisa ante su petición. Sebastián era consciente del sueño de Yesica, pero pensó que ella podría pausar por un tiempo todo lo que queria hacer, solo en el tiempo que el pudiera acomodarse y pudiera ayudar en lo que ella necesitara.
— Sebas, no crees que trabajar juntos podría causarte muchos problemas, ni siquiera he podido conocer personalmente a tu padre y bueno, ni hablar de tu madre, no me a querido ni tantito. Muy aparte se me hace incorrecto esto, ¿Sabes cuantas personas luchan todos los días por conseguir empleo en la empresa de tus padres? es demasiado injusto que yo entre solo por tener ventaja...
— ¡Bueno, bueno! ¿Quien te dijo a ti queun puesto de empleada en mi empresa ya estás asegurado solo por ser mi novia?
La cara pícara de Sebastián veía a la incrédula de Yesica que sorprendida no entendia lo que pasaba.
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— Como lo sospeche, eres un diamante muy valioso para cualquier empresa, bienvenida a las empresas ..... .
Decía con entusiasmo en la entrada del apartamento de Yesica. Los resultados de la solicitud de trabajo habían llegado a las manos de Sebastián que nunca dudo que ella terminaría obteniendo el trabajo, siempre fue muy destacada en sus estudios que los buenos promedios le daban una ventaja ante otros.
— No moviste tus influencias para que me dieran este empleo ¿Cierto?
Lo amenazaba Yesica, pues esa fue la condición y la única forma en la que acepto la propuesta de su novio.
— ¡ Te lo juro! No hice absolutamente nada, yo estaba seguro de que lo conseguirias.
Editado: 17.02.2025