Green Eyes

Capítulo 16

ENGEL STEELE

Me detengo a una distancia prudente viendo como ella se adentra a su casa. Pensaba esperarla, pero no pude hacerlo porque sentía que mis ojos me estaban traicionando llevándome al borde de las lágrimas. ¿En serio se sintió tan sola todo ese tiempo? Yo la abandoné, pero que idiota soy. Mi pequeña estuvo luchando contra toda la sociedad mientras yo estaba viajando y..., estuve haciendo mi trabajo. 

Esa pequeña siempre me agarra en curva. Cuando pienso que al fin terminé de armar el puzzle, resulta que solo era la milésima parte de todo lo demás. Durante esos años lejos de ella, me dediqué a mi trabajo y si salía una que otra relación, nunca fue seria. Todo era solo un negocio de placer. Y desde que llegué aquí no he tenido sexo como se debe. Tocarse no cuenta.

—Agh, Jane. ¿Qué tienes que me facinas de una manera tan peligrosa?

Recargo mi cabeza sobre mi brazo en una posición cómoda sin quitar la mirada del camino. Admito que he visto su cuerpo y lo pequeño que es. Cuando lo abrazo no puedo evitar pensar en las maneras en que podría decirle gracias. Sonrío maliciosamente. Claro que no la besaría ni la tocaría porque la respeto mucho..., o quizá no quiero alejarla. Me pregunto si ha tenido novio, tanto tiempo lejos uno del otro supongo que algo ha de haber surgido. Cierro los ojos antes de avanzar junto con la lenta fila de carros que se extiende en un inmenso tráfico. A este paso, voy a llegar noche. Vuelvo a pensar en la idea de ella con alguien más y sonrío con tristeza. Alguien en un estado de depresión puede hacer cosas de las cuales arrepentirse. 

Aprieto el volante mientras pienso en la manera en que algun idiota se pudo haber aprovechado de ella. La manera en que le sonríe a esa mierda mientras este hijo de puta piensa en la maneras de hacerla suya. Sin querer golpeo el volante y respingo en mi lugar ante el sonido que hace el claxón. Sobo mis sienes concentrándome en guardar la calma y un recuerdo aparece como un flash en mi mente.

Sus ojos me veían con cierto terror, pues ¿quién no? Es raro que me enoje por algo, pero ese día en especial al verla enloquecer y romper la puerta de tal manera mientras me gritaba algo sobre que todo lo que tocaba lo hacia mierda y como sus manos temblaban de rabia, no pude contenerme y le grite de una manera que en mi sano juicio no me atrevería. Le ordé que se detuviera y en ese momento sus lindos ojos café se hinundaron de terror y puedo jurar que con un poco de admiración.

Desde ese día prometí nunca enojarme con ella o cuando esté a mi alrededor. Si bien todos sabía que era muy difícil hacerlo, cuando estaba en ese trance solo podía salir si me controlaba. A diferencia de años pasados, ahora es un poco más fácil. Me atrevo a admitir que tengo más control en mis emociones que Jane. 

Estaciono el coche frente al gran edificio apartamental dudando en si entrar o no. Ya era noche, lo suficiente para ver la ciudad y quedarse ebelesado por la misma. Junto mis manos y poso mi barbilla sobre estas a la vez que debato si entrar o no. En cuanto decido que iré a tomar algo, mi móvil suena y lo saco de inmediato.

Hola. ¿Te sientes bien?

Sonrío como idiota al ver el mensaje de Jane y asiento al tiempo en que le contesto que todo está bien. Al final se ha preocupado a pesar de que no la esperé, o eso cree ella, cuando me fui.

Estabas molesto ese rato. ¿Dije algo mal? D:

Vuelvo a sonreír y niego. Muerdo mi labio pensando en que decirle y al final solo le digo que si pensaba que si merecía un castigo. Vuelvo a leer el mensaje que envié arrepintiéndome al momento, dejo presionado el mensaje y le pongo eliminar, pero solo lo elimino para mí. Cierro los ojos recargando mi cabeza sobre el volante con brusquedad. Me quedo viendo como aparece escribiendo, en línea, escribiendo, en línea. Supongo que ella no sabe que contestar. Soy un maldito depravado, ella no sabe nada de esta mierda. Me golpeo en la cabeza y suspiro cansado.

No he hecho nada malo.

Alzo las manos con dramatismo y asiento obvio a su respuesta. Es claro que no comprendió. Empiezo a teclear que su castigo sería no respirar por diez segundos, pero me quedo petrificado al leer su mensaje.

¿Por qué Steele?, ¿estás interesado en castigarme? 

Sonrío como psicópata y aviento el móvil lejos tratando de relajarme sintiendo mi rostro calentarse.

—¡Joder, relájate! Pareces un adolescente Engel.

Me regaño una y otra vez hasta que pienso que ya estaba lo suficientemente estable como para contestarle. Tomo el móvil y vuelvo a sonreír. Veo que sigue en línea y de inmediato envío un punto para ver si seguía en mi chat, pero no aparece leído. Después de unos segundo se colorean de azul las palomitas. Sonrío y, sin poder controlar mi emoción, envío un Joder seguido de varias letras que aprieto al azar.

Hahahaha, relájate. Mira.

Al momento una foto aparece de la ciudad, ¿está en la última planta a estas horas? Envío un corazón morado y me le quedo viendo por un largo rato, ¿se molestará que le haya envíado uno de ese color y no uno rojo? El rojo es el de amor, ¿no? 



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En el texto hay: el primer amor, infinito, puro

Editado: 23.03.2020

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