Green Eyes

Capítulo 26

ENGEL

—Solo un beso Steele... —Mi cuerpo es aprisionado con el de ella. —O ¿a caso ya se te olvidó como se siente esto...?

Su mano me toca con descaro y trato de restroceder, pero mi cuerpo se niega a obedecer a mi cerebro. Maldito momento para empezar a pensar con la cabeza errónea. Llevo mis manos a su cadera para enmpujarla lejos, pero lo único que logro es apretar el área haciéndola gemir. Cierro los ojos recordando cosas que no debería.

Mierda, si Jane sale y me busca y yo aquí.... me muero. Sus labios chocan contra mi cuello y gimo en automático. 

—E-Espera Susana. —Suspiro cuando atrapa mi labio inferior. —S-Susana...¡Agh!

Enarco un poco la espalda al sentir su mano apretando mis muslos. Respondo en un beso hasta que olvido mi lado racional dejándome guiar por mi libido. La azoto contra la pared volteando nuestras posiciones y antes de bajar a su cuello, la puerta se abre. 

Miro hacia atrás mientras Susana se cubre la cara. Abro mis ojos al ver a Jane mirarnos, sus labios se mueven, pero no puedo razonar muy bien lo que decía, pues la sangre seguía en la cabeza equivocada. No pude reccionar hasta que Susana me obligo a moverme mientras susurraba "Mierda", varias veces.

 

Jane, Jane. Soy un imbécil. ¿Por qué mierda no puedo controlar mis jodidos impulsos? Joder, joder, joder. Después de lo de ayer no estoy muy seguro si este viaje sea cómodo para ambos. Soy un idiota. La regué. A partir de hoy me voy a dedicar a conquistar a Jane. 

 

—Que si Brad. —Giro en una esquina aparcando el coche y esperando a que dé la hora para abordar el autobus. — Ajá. —Recargo mi cuerpo contra la puerta mientras saco una paleta de mi bolsillo. —Sí, iré a una excursión con mi pequeña y después atenderé lo que quieras, pero por favor, hoy no me molestes para nada, ¿de acuerdo?

"¿Tu...pequeña? ¡Agh! Está bien, pero te harás responsable si pasa algo acá."

—Ah, sé que eres muy apto para esto. —Sonrío al ver llegar a Jane con una maleta de Bob Esponja y antes de seguir viendo su vestuario, decido terminar la llamada. —Hey bro, me voy.

Ignoro sus súplicas y me dedico a tomar la maleta junto al copiloto. Mi estómago se contrae tan fuerte que tengo que descansar la cabeza contra el volante. Levanto la mirada buscándola y jadeo al verla saludarme con una gran sonrisa llena de emoción, le respondo el gesto con un beso y bajo del auto con ligueros temblores en mis piernas. Cuelgo la maleta sobre mi hombro asegurando el coche y listo, más o menos, para enfrentarla.

Entre cada paso se notaba mis nervios, si es que me veían detenidamente, y más si yo dejaba de moverme. A menos de un metro dudo en qué hacer o cómo actuar después de lo de ayer mientras sus ojos solo deslumbraban felicidad, algo fuera de contexto si razonamos lo que hice. Doy otro paso y obeserva mi acción. Joder, me siento juzgado. Retrocedo el paso y su mirada va de mis botas hasta mis ojos, y solo frunce el ceño confundida.

—J-Jane..., yo....

Grito y cubro mi boca cuando su cuerpo se lanza hacia mí abrazándome con poca fuerza y alejándose para saludar a unos compañeros. Parpadeo varias veces mientras levanto mi maleta, la cual no sé cuando solté, para después acercarme hacia ella.

—¡Qué bien que viniste! 

Asiento aun confundido por su reacción..

—¿J-Jane? ¿Estás bien?

Me hace una señal de que espere y lo hago. Solo quería ver sus ojos para saber si podría saber cómo se sentía relamente. En cuanto nuenstros ojos se conectan, mi cuerpo se afloja. Que ingenuo soy, sé que ella sabe ocultar muy bien sus sentimientos.

—¿Qué pregunta es esa Steele? —Abro la boca y la cierro de nuevo. —¡Vamos de excursión! Un día juntos. —Chilla emocionada y toma mi mano mientras deja un beso en esta. Mi cara se calienta con tan pequeña acción y los abucheos se hacen presentes. —¡Estoy emocionada! Siempre quise tener un día contigo, —hace una mueca de nostalgia y se recupera dandome una sonrisa, —al fin se me cumplió. Hoy no habrá Susana ni cosas así, solo tú — me señala, —y yo.

Señala sus labios y desvío la mirada aún rojo. ¿Dónde está la Jane de ayer? Sonrío nervioso y ella ríe.

—Ni te sorprendas, Jane siempre es así. —Sigo a mi pequeña hasta que se pierde entre los demás y miro al señor junto a mí a quien identifico de inmediato como sus maestro. —Ella se transforma en..., bueno, no otra persona, sino en ella misma. —Vuelvo a buscarla con la mirada y me saluda. —A ella le encanta viajar.

Lo siento, pero a mí simplemente no me pasa la idea de una Jane con amnesia. ¿Qué a caso no le afectó nada mis acciones? 

—O quizá ya no le importo.

Muerdo mi labio inferior con fuerza para concentrar mi miedo en otra sensación. Me muero si es así. Pero supongo que está bien, me he comportado como una mierda con ella y aun así no se va. Quizá el que se tiene que ir, soy yo. Supongo que soy alguien tóxico para ella, me gusta estar junto a ella, pero ¿qué tal si Jane desea algo más que un noviazgo? ¿Qué tal si un día admite que le gustaría tener hijos o una boda? ¿Qué haría? Un escalofríos me rcorre de pies a cabeza y me abrazo para darme calor.



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En el texto hay: el primer amor, infinito, puro

Editado: 23.03.2020

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