¡Agh! Me emocioné con este capítulo, más que con los otros. Casi lloro y más con la música que estaba escuchando, se las dejo para que les llegue bien el sentimiento haha.
"Earth" - Sleeping At Last (Micro Music Video)
"Neptune" - Sleeping At Last (Micro Music Video)
Sin más, ¡comencemos!
¿Alguna vez te has sentido desepcionado de ti mismo?, ¿pensar que pudiste dar más en ese momento, pero por tu orgullo o miedo te quedaste al cincuenta? Yo si. Muchas veces perdemos tiempo pensando en las posibles respuestas, que cuando aterrizamos en el aquí y el ahora resulta que solo nos quedan minutos de nuestro mágico momento. ¿Por qué no solo nos dejamos llevar?, ah cierto, por miedo al qué dirán.
Nuestra vida está regida principalmente de orgullos, prejuicios y miedos. No hacemos ciertas cosas porque perderíamos nuestra credibilidad o no nos atrevemos a vivir por miedo de que más tarde nos arrepintamos de lo que hicimos.
Me gustaría que la gente viva y deje vivir. Que se concentren en sus propios caminos, porque mientras tiran la tierra que estorba en su camino, habrá otro que haga lo mismo. Una cadena sin fin, una línea formando una circunferencia perfecta y continua. ¿Por qué desperdiciar nuestro aliento en lo ajeno?, ¿por qué será que cuando ven subir más a alguien optan por querer regresarlo a la mierda?, ¿por qué somos así?
Desde que decidí deshacerme de esas cadenas, aprendí que la única persona que tenía el derecho a decir que si y no le gustaba, era yo misma. Porque nadie sabe el camino de puas y dolor que hemos trancitado como para tener ese puto privilegio de opinar.
Nadie tiene el derecho a decirme, ni a mí ni a nadie, lo que es capaz de hacer.
Porque al final..., quien sufrirá las concecuencias de los actos, será quien ha obedecido a su corazón, razón o sociedad. Siendo esta última la que se lavará las manos fingiendo que nunca opinó al respecto. Porque descubrí que la gente es como un espejo, en donde si eres el más limpio y nuevo, querrán romperte. Tus pedazos estarán exparcidos por todo el piso y cuando una se corte, tú serás la culpable. No importa quién te rompió sino a quien cortes.
La sociedad tiene una filosófia demasiado pesimista que me asquea. Pero, ahora mismo y como ya lo dije, yo soy quien decide lo que se queda y se va. Todos los seres humanos deberían ser conscientes de eso, nadie es tan poderoso en sus vidas como ellos mismos. Y quien huye del dolor, huye de su aprendizaje y de avanzar, quedándose estancados en esa oscuridad.
¿Por qué no te atreves?, ¿sabes?, entendí que quien siempre me detuvo todo este tiempo fui yo y mis demonios. Todos con nombres: miedo, ira, tristeza, prejuicio y orgullo. Siempre uno más fuerte que el otro. Para mi desgracia, yo elegí mal, elegí alimentar al lobo erróneo.
—Jane Damore, ¿estarías dispuesta a acompañarme el resto de tu vida?
Atrapo su mano entrelazándola con la mía y pegándome más a su cuerpo.
—Y ¿tú?
Subimos nuestras manos sin romper el tacto observando como nuestras manos se vuelven una sombra negra en contraste con la luna. Sus labios bajan a mi cuello y lo besa con cariño.
—¿Tu respuesta será la misma que la mía?
Asiento dejando que siga besando mi cuello hasta subir a mi mejilla. En este momento, puedo saber que tú, eres y serás, el único en mi corazón. Y no espero que lo entienda nadie más, porque ¿quién en esta actualidad se reserva en cuerpo y alma para alguien que quizá no pueda tener? Me niego a querer a alguien más. Nadie, por mucho tiempo, fue digno de que lo vea como te veo a ti. A ti te quiero, o necesito, aún no sé esa parte, lo que si sé es que me encanta todo en ti. Tus celos, tu físico, tu personalidad.... Apuesto que si gritaras a los vientos que soy tuya, yo diría que así es.
Tanto tiempo huyendo de estar peceras y de repente llegas tú con un océano, que oferta tan tentadora, ¿no?
—Te necesito.
Susurro contra nuestras manos sin intención de que me escuche.
—Mi respuesta sería si.
—Mi respuesta sería si.
Repito sin moverme para que no aleje sus cálidos besos. Besa mi cabeza y sonrío. La noche siempre ha sido mi lugar favorito. Almas desnudas, pensamietos vacíos, corazones agitados y pensamientos sumidos en magia y recuerdos que nunca hemos vivido, pero que alimentan nuestras ganas de querer seguir buscando algo. Ese algo que nos mantiene en curso, como un barco en el mar, como un avión hacia su destino.