Green Eyes

Capítulo 49

"Querida yo, no sé que es de ti, pero quiero que sepas que me siento orgullosa de lo que eres. El haber llegado a este mundo es sinónimo de que este ya no podía seguir sin ti. El haberte mandado pruebas pesadas fue para que tu alma recordara lo guerrera y fuerte que siempre ha sido. El haberte envíado a un ángel ajeno a tu familia fue para que evocaras aquel sentimiento que hoy profesas con tanto orgullo y el cuál las personas buscan con tanta necesidad.

Siempre fuiste increible y única como todo ser humano en la tierra. Me llena de honor poder ser la persona que escribió y ahora lee esto en un futuro. Realmente espero que ser alguien importante y fuerte, como siempre lo he soñado.

Nunca fui de disciplina, pero espero que cuando cumplas más de veinte seas eso que sueñas en mi actualidad. No sé si esto lo encontrarás cuando tengas treinta o estés rodeada de perros, porque sabes lo mucho que aborresco a los niños, pero espero que seamos felices.

No sé si sea necesario que ponga la fecha en esto, pero pondré la edad y alguna otra cosa quizá.

Ahora mismo estoy dibu...

Espero poder ser la...

Si repito que s.. feliz.....¿e...cierto?...

 

Muerdo mis labio inferior para no romperme en llanto mientras libero una que otra lágrima. Había encontrado una carta de hace siete años que estaba en muy mal estado. Apenas podía conmprender lo que ahí decía. La leí una y otra vez antes de irme a dormir grabándome la súplica implícita que estaba en aquella carta y que solo decía: "Por favor, que sea diferente". 

Y como si eso no fuera suficiente, al reverso estaban otras cosas escrtitas de las que solo rescaté una pregunta, unas palabras que me erizaron el alma y me ablandaron el corazón.

No podía creerlo, mi yo de hace muchos años no me reconocería en lo absoluto.

 

—¿Qué se siente tener veintiuno?

—Pues lucir abuela como tú no es algo que me motive. 

Recibo un codazo por parte de René y sonrío al tiempo que esquivo su abrazo. Desde que tiene novio se ha vuelto muy empalagosa, me disgusta. 

—¿Entonces si iremos al bar?

—¿Quieres más pizza?

—Jane....

—Iré por más.

Mierda. Se me olvidó por completo esa cita. Puedo sentir el jodido drama respirándome en la oreja. Gimo cansada de pensar en alguna solución que me libere de esto. No es que no me guste convivir con mi hermana, es solo que sus amistades son tan distintas a las mías. Todas ellas son de fiestas, chismes, novios y llanto infinito mientras que las mías son de películas, museos o parques y pláticas sobre cosas variadas. Además, sé lo mucho que ella quiere emparejarme con algún idiota de su grupito porque, auqnue no lo admita, detesta verme sola..., pero esa es la manera en la que yo disfruto.

Tanto tiempo sintiéndome encerrada y al fin que pruebo lo que es la libertad me quieren detener. Estar con alguien es responsabilidad, es tiempo, disciplina y una paciencia infinita. Es admirarse entre ambos y apoyarse si alguno le da por querer hacer un baile a mitad de la calle. Por lo menos yo lo pienso así. 

Yo..., yo creo que no deberíamos iniciar nada si no estamos dispuestos a cambiar por la persona que decimos amar. Quiero decir, yo usé esa necesidad y ese amor para encontrarme a mí misma, pero para hacerlo rasqué hasta lo más profundo de mi alma para sacar fuerzas. Superé mis límites. Y para decir un te amo, el cuál no he dicho y que para los demás les es tan fácil soltar, tuve que amarme, amarme como quiero amar y ser amada. Porque esa simple frase significa mucho para mí, significa que he decidido entregarme a esa persona a la cual esperaré y que confío con mi plena existencia. Eso es amar para mí.

Respingo en mi lugar al sentir a alguien junto a mí y me relajo al ver que era uno de los amigos de René.

—¿Cómo está la cumplañera? —Me quedo con la respuesta atorada en la garganta cuando su mano  acaricia mi mejilla. —Te ves muy bonita con el cabello así.

—Eh..., s-si. —Me doy media vuelta aun con el ceño fruncido. —Lo sé, sino no me lo hubiera cortado así.

—Eres muy graciosa, Jane. 

¿Cómo le dices a alguien que se vaya sin ser directa?  Le sonrío a mi hermana y esta solo levanta los pulgares. ¿Me levanto y me voy?, ¿eso está bien? No me interesa lidiar con estas situaciones porque simplemente no me importan. Ahorita estoy disfrutando en lo que me he convertido.

—Mi primer fan. —Me burlo sentándome en el único sofá de la sala de mi hermana. —Si fuera comediante me muero.

—Supongo que cuando alguien te gusta, te da gracia todo lo que dice.

Enseña el vaso con alcohol y me pide permiso con la mirada a lo que me encojo de hombros. Es tu vida.

—No es cierto, yo me río de todo. —Ignoro su insinuación. —Y nunca por lástima, quizá porque disfruto la verguenza ajena, pero nunca por lástima.



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En el texto hay: el primer amor, infinito, puro

Editado: 23.03.2020

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