¿Yo?
Las grietas que dibujaste en mi corazón buscan tu calor, te busco en cada amanecer y en cada lindo atardecer imagino tu mano sobre la mía y también tu sonrisa dibujada en tan preciado rostro.
Mi última relación resultó ser una farsa la cual realmente desde el comienzo no tenía mucho sentido ni futuro pero enfrascarse en el pasado y las personas que forman parte de él no tiene ningún sentido.
Soy Maar Diech y ahora estoy escribiendo la historia en mi vida que he querido desde hace mucho y todo esto comenzó el día del velorio de mi abuela. Los abuelos suelen ser una figura muy importante cuando saben tomar bien su lugar y nos llenan completamente de amor, ella lo fue todo para mi.
Todo en el velorio iba completamente normal y mi abuela había sido llevada a la funeraria para su preparación, todo la familia estaba reunida en la parte trasera de la casa platicando sobre el entierro y también sobre otras cosas hasta que Maicol comenzó hacer un show, se supone que el estaba lejos pero llego completamente borracho...
Si aquel primo no hubiese hecho aquel show no se que sería de mi vida, quizá si hubiese estudiado la carrera de medicina o estaría en algún hostal conociendo personas geniales, pero no tanto como Joan Nalez.
—¿Qué está pasando con él?—Dijo papá mientras miraba como mi primo quien jamás había visitado a mi abuela se estaba desmayando de tanto llorar mientras le preguntaba a todos porque se la estaban escondiendo.
—Esto lo tengo que grabar—Dije mientras me reía, pero no me reía de su falso sufrimiento sino que estaba siendo un momento gracioso, muy gracioso
Mi familia observaba como Joan quería calmar a Maicol pero era realmente inútil así que lo noquearon para parar la situación.
Era muy normal que Maicol fuera visto en estas condiciones pero este día sí que se pasó del límite.
Al día siguiente por la mañana todos le preguntaban qué tal se sentía o que si la resaca era muy dura con él y todos se reían, me acerque a él y le comente que la abuela ya estaba lista en la caja y que ya podía despedirse de ella y solo sonrió y se alejó. Unos minutos después se entero de lo que sucedió en la madrugada y estaba que se le caía la cara de vergüenza.
—¿Qué pasó, Mai? ¿los tragos se cruzaron?—Le pregunta papá en tono de burla.
—Sí, es lo que parece tío—Contestó Maicol y se sonrojo.
Unas horas después del entierro nos reunimos en la casa y Maicol se decidió a presentarme a su amigo Joan Nalez.
—Es un gusto poder acompañarlos aunque no es una situación que yo hubiera querido. Mi nombre es Joan Nalez y por ahora viviré en casa de Maicol, estoy conociendo México y hace unos días termine la carrera de Filosofía y Letras —Suspiró y prosiguió-Soy Originario de Perú.
—¡Genial! Yo siempre he querido conocer Machu Pichu se me hace un lugar Espectacular — Y todos me miraron y sonrieron.
—Es mi lugar favorito y cuando gustes puedes decirme para que yo te Lleve —Contestó Joan.
Después de unas horas Joan me alcanzo en el cuarto de mi abuela, aun no creía que todo había pasado y muy rápido.
—Casi no hago esto pero puedo darte un abrazo si así lo quieres—Dijo mientras me miraba y dibujo una sonrisa cálida en su rostro.
—Atrapa esto— Dije, y le lance un peluche que hace mucho quería sacar del cuarto de mi abue. —Si gracias, se nota que no eres de aquí, bueno, ¿Cuando iremos a Machu Pichu?.—
Él aun con el peluche de rana en las manos me miró de manera confusa —Bueno, por ahora no iré alla pero en un par de meses puedo hacer tu sueño realidad—.
—Okey jajaja y en respuesta a tu ofrecimiento, no gracias no lo necesito-.
No soy fan de los abrazos, no me gusta el contacto a menos que sea yo quien decida hacerlo.
Soy feliz en los brazos de mamá y papá pero hace tiempo que no abrazo a mamá...
Joan me parecía un hombre muy guapo, era alto y tenía una carita tan linda, pero no podría imaginarme enamorada de nuevo, no podría equivocarme de nuevo.
—Bueno, podemos ir al cine para que puedas despejarte un rato...
—Lo pensaré, gracias.
El echo de conocer a alguien en estos momentos no me importa, realmente no estoy interesada así que veamos que puede pasar, después de todo una vida no termina cuando una relación acaba.
Hace unos días sentía morir por un hombre, dormía llorando, abrazaba mi almohada pensando en el y en todo lo que vivimos, demasiado difícil.
La vida es como un sueño, muy romantizada sin pensar en las pesadillas de la realidad.
Entré a la universidad y voy a estudiar Medicina, mi verdadera pasión es la fotografía y la danza, hace un par de meses tuve una ruptura amorosa la cual me dejo muy afectada, una relación tóxica te quita poco a poco todo, hasta las ganas de salir y volver a creer en alguien, incluso en ti mismo.
Cuando conoces a alguien no sabes si es el indicado, si es correcto, si habrá algo, sin embargo con el fue diferente, fue como un bombardeo de amor tan intenso que me sentí muy amada, por un momento pude sentir que alguien estaba ahí para mi, quizá fue eso lo que me engancho tanto a él.
No era un mal tipo, de echo es un gran amigo, saca la fiesta, invita y todo perfecto con el, pero como pareja es diferente.
Le acepté la salida a Joan al cine, realmente necesitaba distraerme de todo lo que había pasado, mi abuela mi compañera, como una segunda mana o quizá la única que tenia.
¿Ahora que iba hacer sola en la casa?
Me aterraba la idea de estar sola, más bien de sentirme sola.
Me metí a bañar para poder llorar a gusto, mis sentimientos están muy ocultos, me cuesta tanto expresarlos.
Quiero que papá me abrace y yo pueda dormir un poco. Quisiera que mamá estuviera aquí para consolarme.
Mi cabello era mi accesorio favorito. No era tan largo, ni siquiera sabía si era chino o lacio, simplemente existía como yo sin un rumbo.