Una grieta más
Joan y yo salimos a caminar a la orilla del mar aunque ya estaba prohibido porque la marea comenzaba a subir y el océano parecía molestarse cuando lo interrumpan de noche.
—Te ves igual de preciosa que la luna. —Me miró y se acerco a darme un beso. Fue lento, delicado y... Y me quite porque no me va a tener tan fácil.
—Como puedes creer que es gusta la luna si no la has visto de cerca.
—Aun es preciosa y aunque llegue a decepcionarme cuando en realidad la conozca, eso no lo quita lo preciosa.
—¿Y lo de machu Pichu? —Cambie el tema drásticamente, me estaba enamorando de su forma de ser y eso es peligroso. Me quite el peinado, me quite los converse y comencé a caminar por la orilla.
—Tu cabello es precioso de noche, es como si brillará por si solo.
—Woao, eres coqueto.
—Sólo con quien me gusta—Me miro y sonrió, todo un galán, él era todo un galán y un hombre en toda la extensión de la palabra.
—¿y cuantas te gustan? —Evite mirarlo y le di la espalda, estaba esbozando una sonrisa esperando que la respuesta fuera lo más romántico posible y que me declarará su amor.
—Pues contigo, hoy puedo contar 10.
—Ahhh—Dije y seguí evitando verlo, ¿Qué diablos acaba de decir?
—Si estoy siendo coqueto contigo es porque claramente me gustas tu y solo tu, creo que lo he dejado bastante claro en las veces que he llegado a salvarte.
—¿Por qué los hombres creen que necesitamos ser salvadas?
—No dije eso y no lo mal entiendas—Me tomo del hombro y me volteó para mirarlo a los ojos.
—No lo mal entendí, es claramente lo que quisiste decir. No necesito ser salvada por un hombre que se cree tifo un galan para salir unos días conmigo, pasearse otros días con otra y presentarse en la conferencia de hoy con otra chica pelinegra.
—La pelinegra es mi prima.
—Uuuy si ¿Te puedo creer? Si crees que soy tonta, estas demasiado equivocado. Yo también puedo tener varios galanes y luego seguir saliendo contigo.
—Si yo te llego a ver con otro tipo, tomándote de la cintura, lo voy a desaparecer y no es juego, Maar.
—Conmigo no funcionan tus amenazas.
—No es una amenaza, y no quiero que creas que soy un chico tóxico o alguien que no puedes tener en ti vida.
—Ya me has echo daño, no voy a permitir que sigas y sigas ¿Crees que después de verte con aquella rubia me la pase genial?
—Tienes 19 años, pronto cumplirás 20 y tu... ¿Tu crees que refugiandote en el alcohol vas a lograr algo?
—Tú que... ¿Por qué te metes?
—Porque me importas,proque te quiero y porque quiero hacer una vida contigo.
—No sabes de que hablas.
—Eres preciosa y claro que se de que estoy hablando
—Conocerme un par de veces no hará que decidas qué tienes o quieres pasar tu vida conmigo.
—Maar, porfavor.—Su tono era de verdadera súplica pero no estaba lista para tener otra conversación incomoda, no estaba lista para seguir hablando de mi vida o de lo que estaba pasando, mejor dicho, de todo lo que me tenía tan mal que hasta cierto punto creía que ya no era necesario hablar más, quería acabar con todo.
¿Recuerdan titanic? ME SENTÍA ASÍ, Atrapada en un noviazgo con clase social, la diferencia aquí es que el chico humilde sk tenía dinero, más dinero del que podía imaginar y no estábamos en un barco, estábamos en un bar y yo con unas cuantas cervezas encima.