Grietas en mi corazón

Cap. 18

Cuando estas sensible resulta muy fácil confiar en cualquier persona, cualquiera que parezca buena y confiable.
Alina era mi amiga desde que éramos pequeñas pero siempre hubo algo raro en ella, siempre la sentí diferente y siempre cambiaba su forma de ser dependiendo el lugar en el que estuviéramos, su amistad me ayudo en momentos difíciles pero tuve que seguirla frecuentando aun cuando ella me lastimaba, era sensata, trataba de convencerme a mi misma de que era una buena amiga y quw ella quería lo mejor para mi.
Una amistad azul, así la termine llamando. 

*Al teléfono*

—¿Por qué no me avisaste qué tus padres tendrían otra convención?—Realmente sonaba enojada. 


—Fue algo rápido, te llamo para informarte que estoy bien y conocí a alguien, ¿en donde estas tu?.


—estoy de viaje, en buenos aires, la verdad yo también he estado ocupada jaja, hace poco viaje a España y conocí a varios chicos, un italiano se interesó bastante en mi pero prefiero al chico que estoy conociendo aquí, es piloto y de ojos verdes, demasiado elegante y quizá mañana me vaya a Francia por una largo viaje.


—ohh que bueno, Alina.
Estuve a punto de contarle sobre Alan y todo sobre Joan, pero quizá sería demasiada casualidad que conociéramos un chico piloto y de ojos  verdes.
Alina siempre se portaba de manera extraña y siempre parecía estar en el mismo sitio que yo haciendo lo mismo que yo, aunque al principio no lo notaba, entre más pelearamos, más reaccionaba sobre su manera de ser. 


—Si así es, por dios, te he extrañado mucho, ¿Es donde estas tu?—Su tono siempre era interrogativo, como si buscara algo sobre mi o de mi.


—En buenos aires, igual que tu y también me dirijo a España en unos días, ya sabes por un cambio de aires.


—Así que estas en buenos aires...bueno, qué bien que viajes ya te tengo que colgar porque mi mamá me está llamando, bye.


Alina siempre se mostraba misteriosa,siempre hablaba sobre su madre y lo grandiosa que era, solo la había visto una vez y parecía ser una buena mujer, ella contaba que eran dueños de una cadena de farmacias y que pronto abrirían una a nombre de Alina.
Solía ser una chica muy ocurrente y disfrutaba estar con ella, pero había gato encerrado en esta amistad.


Al día siguiente Alina me volvió a llamar... 


—Hola, disculpa que ayer haya colgado pero mi mamá me llamaba para pedirme qué regresara a casa por algunas cosas ya que esa propiedad la va a vender. Es una de las más grandes que tenemos y pues no la necesitamos con nuestra gran casa que tenemos en Francia, ya sabes... Mi familia es muy humilde y queremos estar juntos en un solo lugar. 


—Hola Alina, si, no te preocupes todo esta muy bien. 
¿Qué te parece si vamos juntas a España?.

 

—Esta bien, pero... ¿Te puedo pedir un favor?.

 

—Sí, claro. —Sabia que me iba a pedir algún favor, dinero, era lo que frecuentemente mencionaba.

 

—¿Podrías venir a México por mi? Y pagar mi vuelo a España. Es que... Lo que pasa es que me Bloquearon las tarjetas por una confusión y no tengo efectivo, sabes que efectivo cargo muy poco, motivos de seguridad. 


—Alina, disculpame, no puedo porque solo estoy viajando con mis ganancias y lo hice en barco ya que creo que es más placentero y puedo pensar mejor.

 

—Si ya se que te gusta rebajarte a ese tipo de clase, yo soy muy humilde también, pero, es más rápido en avión y si no se puede entonces no podré ir hasta que me desbloqueen las tarjetas, lo siento mucho gordita cachetona, te tengo que colgar nuevamente mi madre esta por darme noticias.—Se despidió y colgó sin permitirme decir algo, así era ella cuando se molestaba conmigo pero en realidad no podría pagar aquel boleto de avión y yo también tendría que ir con ella, no era fan de los aviones y me era difícil confiar y querer viajar.
Así que comencé a guardar mis cosas, toda la noche estuve pensando en todo lo que paso, últimamente he tenido noches muy locas en las que mi vida ha dado giros muy inesperados. Buenos Aires me daba una esperanza para mi vida, para lo que estaba planeando hacer, pero aun así la duda persistia en mi corazón.

 

Al día siguiente aborde un barco muy temprano, sería un viaje muy corto pero me emocionaba recorrer el mar. 
Papá también abordo el barco ya que tenia juntas de negocios, trate de pedir una habitación qué estuvieran separadas, lo que menos quería en aquel momento era una platica de familia, de nuestra familia. Aun así papá me busco durante la tarde para comer, yo me encontraba en el área de niños pues me daba una paz enorme ver a las criaturas tan inocentes, sin un poco de conocimiento de la vida de un adulto. 

—¿Podemos hablar? —Me recogió el cabello y me tomó del hombro. Era mamá. O lo que quedaba de mamá. 


—¿Qué haces aquí? —La mire con cierto odio y decidí volver a mirar el mar. 
El mar tan precioso, único y no le importa lo que los demás opinen de él,quiero ser como el. 


—¿Me odias? —Mamá comenzó a llorar y yo desconocía el motivo. 
Después de haber abandonado a un hijo no puedes volver a su vida como si nada hubiera pasado o simplemente pidiendo perdón. Un "perdón" no devuelve una conexión. 


—No, sabes, ¿Recuerdas que te veía como lo máximo?. —Ya sentía ese nudo en la garganta. 


—Mirame, porfavor —Suplico mamá. 


—¿Qué quieres que vea?, la mujer a la que yo adoraba ya no está ahí, la mujer que debería amarme ya ni existe. 


—Tu madre quiere llegar a un acuerdo con nosotros. —Papá me dio un fuerte abrazo y pude sentir un poco de cariño o quizá lo imagine. Necesitaba sentirme un poco querida y ya no sabía que era verdad y que no. 

 

Voltee a verla pero poco a poco fui sintiendo como mi cuerpo se desvanecia y mi mirada se iba poniendo borrosa. Me fui unos minutos y luego estaba en un sueño profundo. Un sueño hermoso.




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