Entonces, pude lograr que uno de los jóvenes más ricos de Latinoamerica, se comprara un par de converse rojos, igual que los míos. Y entonces yo noi lo creía.
—¿Como te sientes?, ya no eres parte de la realeza. —Dije en tono burlon mientras comprábamos un helado de vainilla, mi helado favorito, seguí mirándolo y él a mi, eso me ponía un poco nerviosa y algo rojiza, para evitar que siguiera mirándome le señalé las gaviotas qué volaban en círculo.
—No soy de la realeza—Miró de nuevo los tenis y luego me quito un poco de helado que había quedado sobre mi labio, me sentí toda una niña pequeña siendo admirada por alguien sumamente guapo —Pero ya que viene la pregunta te respondere, antes... Yo crecí siendo muy sencillo, no podíamos comprar ropa de marca y mucho menos zapatos caros, entonces me acostumbre a lo básico y cuando comencé a tener para gastar y gastar, decidí crear más y más negocios y socios, invertir y demás cosas, no por ambición, pero mi familia merecía tener paz y una vida estable.
—¿Y tu papá? —Ya me había terminado mi helado así que disfrutaba de la vista, todos ahí eran muy amables y me gustaba estar rodeada de personas que no me conocieran, así todos suponían algo pero en realidad no sabian siquiera mi nombre.
Joan se quedo observandome mientras comía sus últimos trozos de cono de helado. —Perdón si pregunté algo que ni debía—Voltee hacía otro lado y me quedé pensando, durante varios minutos quedamos en silencio y se comenzaba a poner incomodo el asunto.
—Es hora de irnos—Joan comenzó a cargar mis cosas y nos dirigimos a más tiendas.
Mientras caminábamos, Joan tomaba vestidos y los cargaba, tomó alrededor de 12 vestidos, varios tonos dorados y rosas, algunos azules. Crei qué haría alguna compra para alguna de sus conquistas y comencé a sentir algo en el estómago, era demasiado raro.
Lo seguí viendo y cuando volteo a verme sonrió y nos dirigimos a probadores.
—Me harías el favor de probarte estos vestidos y elegir los que quieras, tengo ganas de gastar una fortuna en ti.
Puse una cara de sorprendida que lo terminó sorprendiendo a él.
Me quede muda y miraba los vestidos rosas, solo podía pensar en que era el color que peor me quedaba.
—Eres aquella pequeña y preciosa flama que queda a la perfección con todo, pontelos y ambos decidimos cual te llevas.
Me probé el primer vestido rosa y era muy lindo, y era precioso, me llegaba a las rodillas, se veía genial con mi piel blanca pero el cabello no ayudaba mucho. Mi lunar cerca de la boca resaltaba, parecía que yo estaba viva, viva de verdad.
Me probó todos los vestidos y solo opte por llevame 4.
Gastó más de 1 millón de pesos, se veía contento, entendía que el me quería ver feliz.
—Pronto va a ser tu cumpleaños, quiero tener listo tu regalo, aunque, ya quiero ver tu reacción.
—No necesito regalos caros, creo que has hecho bastante por mi y por mi familia....
—la mujer que niega los regalos aunque sean por cumpleaños, acostumbra al hombre a no darle nada, ni siquiera cuando ella lo espera.
Si tu vas por la vida diciendo. "No gracias ni te preocupes por mi, no quiero nada, no es necesario" entonces nunca vas a recibir algo, cuando un hombre está interesado en una mujer,puede darle el mundo si el quiere y en este caso yo si quiero darte todo, incluso lo que parezca imposible.
—Creo que... Papá siempre me ha hecho sentir culpable de lo que gasta en mí y ni se diga como es mamá conmigo.
—Si algún día te llego a sacar de casa es para darte una vida mil veces mejor de la que tienes ahí, es para subirte de nivel económico y darte la mayor felicidad que pueda, yo no te haré sentir que gasto en ti, yo invierto en ti, yo quiero verte feliz y realizada.
—¿Cuando fue que pasaste de ser un simple estudiante de letras a un hombre realizado y maduro?—Sonreí, lo tome de la mano y estaba a punto de darle un beso, me sentía atraída, me sentía feliz y quería tenerlo conmigo.
—¿Estas acostumbrada al mínimo esfuerzo?, dime, ¿Qué es lo más grande y genial que hizo Antony por ti?.
—Aaam... Fue... —Y quedé completamente muda, con Antony no había tenido algo bueno, mucho menos algo genial, solo eran peleas y discusiones tintas, golpes, insultos y muchos dramas. Me daría mucha pena contar lo que paso en ese tiempo, es humillante amar a un hombre y es aun más humillante elegir a un hombre que no te da tu lugar.
—No hay problema jajjaa, ahora estoy yo para vencer al mundo y ponerlo a tus pies. ¿nos vamos?.
Subimos a su coche y después de unos minutos puso una canción, la Intro era demasiado hermosa, subí mis pies a la ventana y deje caer mi cabeza en su hombro, el comenzó a tararear. Era una canción antigua pero genial.
"I give her all my love
That's all I do
And if you saw my love
You'd love her too
I love her
She gives me everything
And tenderly
The kiss my lover brings
She brings to me
And I love her
A love like ours
Could never die
As long as I
Have you near me
Bright are the stars that shine
Dark is the sky
I know this love of mine
Will never die
And I love her
Bright are the stars that shine
Dark is the sky
I know this love of mine
Will never die
And I love her"
El coche quedo fuera de un departamento hermoso, obviamente era de él, tenía gustos peculiares.
—Esa canción me hace sentir en las nubes, cada segundo es la perfección. —Sonreí y baje del coche, el quedo dentro un par de minutos —¿Vamos a entrar? —El solo sonrió.
—Sería muy tonto si te pido una noche conmigo... ¿Te la pido?.
—¿Qué estas esperando?
Entramos al departamento y lo demás fue historia