Gris Misterio

Capítulo 1:

"El misterio del amor es mucho más profundo que el misterio de la muerte. "


 

"Como un rompecabezas."

 

— Era como... una sombra. — solté un suspiro. — No sé, he soñado con eso tantas veces que ni siquiera sé si es una pesadilla. Siempre me persigue, en todos los escenarios posibles, está ahí, y yo, no siempre logro huir...y.... y....— mi voz se cortó, no podía hablar más. Al principio esto no me afectaba, pero luego de ser tan repetitivo ha puesto miles alarmas en mi cabeza.
 

Clara tomó mi mano por encima de la mesa dándome una mirada de seguridad. — Ya pasó, tranquila. — susurró intentando tranquilizarme. — Son solo sueños. Aunque por tu reacción al hablar sobre ellos me imagino que te afectan demasiado. Eve, estás sudando frío... ¿No pienses más en esto vale?

 

Pasé ambas manos alrededor de mi cara y posteriormente alrededor de mi cabello rojizo con frustración. Hace dos meses estaba soñando cosas raras. Por suerte solo era un sueño. Mi madre, que es psicóloga, por cierto, me había dicho que seguramente se debía a el estrés por la Universidad. Sí, acababa de entrar a mi primer año de la Universidad en Whurbatt, y ciertamente era algo nuevo y distinto a lo que solía ser la preparatoria, en todos los sentidos.

 

Vivíamos en Birhams. ¿No les suena cierto? Seguro que no. Birhams es un pueblo no muy grande al norte de Canadá. Siempre dicen que los pueblos pequeños son los que más secretos ocultan, los que más cosas nuevas tienen por descubrir, pero en este caso no creo que sea lo cierto, lo peor que puede pasarte en este lugar es reprobar una materia... ¿Una catástrofe no es así? Noten el sarcasmo por favor. Ignorando mis pensamientos le doy un mordisco a mi sándwich. Con Clara, quien era mi mejor amiga y prácticamente vecina, nos encontrábamos conversando con tranquilidad en una de las tantas mesas la cafetería. Mi mirada verdosa perdida se encontró con un chico algo peculiar, un chico que conocía bien, al menos de vista...Xen.
 

Xen era un chico digamos ¿especial? Su cabello negro oscuro, azabache, caía por su pálida frente y sus ojos color Luna no expresaban absolutamente nada. Ni diversión, ni molestia, ni indiferencia, simplemente nada. Su físico bien trabajo y brazos fornidos –no demasiado– hacían contraste y se resaltaban por su camiseta negra oscura sin ningún detalle en especial, al igual que sus pantalones, desgastados en la parte de sus rodillas. A simple vista era un chico completamente atractivo, creo que con una sola mirada podría hacer que cualquier chica mojase sus bragas en cuestión de segundos. Pero no creía que ninguna tuviese una oportunidad con él, en absoluto. Él, siendo uno de los chicos más "irresistibles" de este lugar, no parecía importarle nada de lo que sucediera a su alrededor, nada ni nadie. Incluso casi nunca se le veía hablar con otras personas, ni socializar.

 

— Sé lo que estás pensando. — habló Clara interrumpiendo mis pensamientos mirándome con ambos ojos entrecerrados.
 

Levanté ambas manos como señal de paz. — Soy inocente.
 

— No hay día de este mundo desde que entramos a este curso que le hayas quitado la vista de encima. — arqueó una ceja observándome con sus ojos cielo. — Deja de mirarlo tanto, se va a caer. — solté una pequeña risa por lo bajo debido a su último comentario.
 

Lo que dijo era cierto, tenía un pequeño crush... bueno, una pequeña obsesión con el chico misterioso con el cual compartía clases de Literatura.

 

— No lo estaba mirando... yo solo pensaba en... ¿Podría hablarle algún día? — pregunté más para mí misma que para Clara, insegura jugando con mis dedos y volviendo mi vista hacia él.
 

Ella negó con la cabeza tranquila. — No creo que sea buena idea, solo míralo.
 

— Oh, créeme que ya lo hice. — la miré con cara juguetona, pero ella ni siquiera sonrió.
 

— Habló en serio. — me miró mal.
 

En parte tenía razón, pero me negaba a creer cualquier situación bizarra tuviera que ver con él. Sí era cierto que los aires que rodeaban al chico solo gritaban a toda voz peligro y misterio. Nunca he pensado en él como un criminal ni otra cosa, algo contrario a Clara, ella siempre ha pensado que él esconde algo tan peligroso que no deberíamos descubrir. Tonterías. ¿Qué es lo peor que podría pasar?
 

— No creo que sea tan malo. — la observé atenta y segura. — ¿Qué no has escuchado esa frase de: "No juzgues a un libro por su portada?
 

— Sí, solo que este libro es fácil de leer. Solo con verlo sabes sobre qué trata, y yo, escúchame bien Eve, sé que no es bueno. — me señaló con un cuchillo de mesa que tenía a su lado.

 

Rodé los ojos, esta conversación la habíamos tenido tantas veces, y siempre acababa igual, sin un punto medio, sin un final. A pesar de ser mejores amigas, ambas éramos muy distintas en cuanto a nuestra personalidad y eso era algo que se podía notar mucho con solo vernos. Ella tenía un temperamento fuerte, mientras yo, solía tomarme las cosas a la ligera, y aunque a veces pudiese ser un defecto, era mejor que ser una gruñona.
 

— Ha rechazado a más de la mitad de nuestro curso. ¿Es normal?

 

Pellizqué el puente de mi nariz para que notara lo ridículo que había sonado eso. — ¿Es decir que si fuera un Playboy sería normal?

 

— No, pero...

 

— ¿Y qué tal si es gay? — pregunté frunciendo los labios.

 

— No lo creo... Carlos lo intentó. — señaló con la cabeza al castaño que no se encontraba a muchas mesas de distancia de nosotros.
 

— El estúpido apodo que le han puesto no tiene ni pizca de gracia. — volví a darle otro mordisco a mi Sándwich.
 

— ¿Rompecorazones? — asentí con la mirada puesta en un punto fijo. — No lo creo, le sienta bien, solo piénsalo, Xen ha terminado con la ilusión de muchas aquí. ¿Ya ves? Algo tiene.
 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.