¿Y que sí fuera odio?
¿Acaso no tengo derecho a odiarte?
Te has sumergido en mi mente,
has llenado todos y cada uno de mis pensamientos contigo.
Mi vida entera ahora gira en torno a ti.
Mis emociones dependen de ti.
Me has desarmado y me has vuelto devota a ti.
Tengo derecho a odiarte por desearte.
Tengo derecho a odiarte por anhelarte.
Tengo derecho a odiarte por amarte.
Tengo derecho a odiarte por quererte mía.
Cuánto me gustaría que me odiaras de la misma forma en que yo lo hago.
-Agostina Soleil