Todas las mañanas miro mi reflejo, veo a través de mis ojos y veo luz, veo amor, plenitud.
Todas las mañanas elijo la ropa que creo que se verá bien quedará con mi estado de animo.
Todas las mañanas agradezco por todas las oportunidades que se me dan día con dia.
Todas las tardes miro a mi reflejo y veo a través de mis ojos, miro aquella mentira, aquella luz que intento que bañe la oscuridad dentro de mi, veo el amor que digo que tengo para no aceptar que no me siento digna de amor, veo aquella plenitud que trato de concercerme a mi misma de que existe.
Todas las tardes miro la ropa que elegí esperarando aparentar aquello que no soy.
Todas las tardes ruego para que no se me escape entre los dedos todas las oportunidades que tengo.
Por que no soy buena.
Por qué no me siento amada ni digna de serlo.
Por qué no tengo plenitud.
Me miento a mi misma por que soy la única capaz de hacerlo, soy la única que sostiene una mentira que poco a poco se desmorona.
Digo que soy suficiente para no aceptar que si así fuera mi corazón no se derretiría colmo cera de vela.
Digo que soy amada para no pensar que tal vez todos están a mi lado por compromiso.
Todas las mañanas me miento frente al espejo y cuando marcan las 12:00 pm esa mentira se me escapa entre los dedos.
Se les llama afirmaciones de amor propio pero yo solo veo mentiras para sostener este castillo a punto de desmoronarse.