El amor me robó el sueño a medianoche.
El desamor, la calma a media tarde.
Pero la duda… la duda me roba todas las horas.
La duda de lo que pudimos haber sido.
Si aquellas miradas se hubieran vuelto caricias.
Si aquellas promesas no se hubieran marchitado.
Si tus besos no hubieran tenido fecha de caducidad.
Si alguna vez me viste como futuro y no solo como fugaz.
Si el miedo no hubiera interferido.
El amor me desveló por su intensidad.
El desamor me inquietó por su ausencia.
Pero la duda de lo que fuimos y de lo que nunca llegamos a ser
me roba el aliento hoy, mañana y siempre.
Tal vez no estábamos destinadas a más.
O tal vez debíamos serlo todo.
Pero al final, no fuimos nada.