Gritos Ahogados

Torcidos y rotos

Es difícil de explicar:

nací con los huesos torcidos,

casi rotos.

Es difícil de explicar

cuando los doctores insisten

en que no tengo nada.

Nací con los huesos chuecos y quebrados,

como si mi cuerpo fuera

un secreto maldito.

Cuando corro,

mis rodillas se vuelven piedra.

Cuando escribo,

mis manos se incendian de dolor.

Es difícil de explicar

porque nadie sabe lo que tengo,

nadie lo reconoce,

nadie lo ve.

Es difícil de explicar

cuando de pronto me vuelvo piedra,

cuando mis piernas se quiebran en silencio.

Nací con los huesos rotos,

con los huesos torcidos.

Y cada día me recuerda

Que nací en una cárcel de huesos torcidos para siempre hacer de todo lo humano nada más la mitad.



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En el texto hay: poemas, relatoscortos minirelatos

Editado: 23.09.2025

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