¿Las escuchas?
Son las brujas.
¿Las sentiste?
Son las mujeres que corren libres entre los bosques.
¿Las viste?
Son aquellas que condenaron por ser mujeres.
¿Las escuchas?
Son las abuelas que nunca llegaron a ser.
¿Las sentiste?
Son las que nos heredaron su rebeldía y su sed de justicia.
¿Las viste?
Son las que nos piden incendiar los cimientos en su nombre.
¿Las escuchas?
Son las herejes, las condenadas,
las que el fuego no pudo callar.
¿Las viste?
En el reflejo de tu espejo.
Las escuchaste.
Las viste.
Las sentiste.
No hay duda:
no son solo mujeres.
Son las brujas que por rebeldes fueron quemadas,
por herejes, por ser libres, por ser mujeres.
Y hoy nos piden justicia:
que incendiemos los cimientos en su nombre
y los planos del futuro,
en el nuestro.