_¿Qué haces aquí?, no deberías estar descansando _ Me dice Leo
_Estaba aburrida y vine a buscar un libro.
_Bien pues, yo te haré compañía.
_Ya me puedes bajar.
_No, el doctor dijo que no puedes hacer esfuerzos.
_¿Qué doctor?_Le pregunto mientras subimos a la habitación.
_No lo viste porque estabas inconsciente.
Leo se ve un poco nervioso y desesperado por qué me fuera a descansar, más bien creo que quería que saliera de la biblioteca, porque físicamente me veo bien así que no hay nada de qué preocuparse, ¡PERO CLARO! como no se me ocurrió antes, si la abuela y Leo duran tanto tiempo en la biblioteca, debe de haber alguna pista ahí, esta noche cuando todos se duerman iré a revisar.
Durante la cena como siempre, todos mantuvieron una conversación muy animada como si no estuviera pasando nada, yo disimulo y trato de concentrarme en la conversación, sin embargo me resulta imposible con la lluvia de pensamiento y preguntas que me invaden.
_ Madi te sientes bien _dice mi abuela haciendo que todos dejen de hablar y me miren atentos, al parecer no disimule bien.
_ Sí está todo bien _ le digo forzando una sonrisa.
Después de esto la cena continuó igual hasta que todos terminaron y se fueron, mientras yo aproveché y me ofrecí a fregar los trastes. Luego de una media hora terminé y me fui a mi habitación, esperé hasta las 11 y salí a hurtadillas de mi habitación. Cuando llegué a la biblioteca abrí la puerta despacio y comencé a buscar entre los papeles, estantes y cajones, así me mantuve por una hora hasta que me cansé y me senté.
Supongo que ya no encontraré nada hoy, así que mejor me llevo el libro que iba a coger en la tarde, ese que tanto trabajo me ha dado pero esta vez no me iré sin él, me subo nuevamente en la escalera que había traído en la tarde, está vez procuró sujetarme bien para no caerme, cuando lo tomó el libro parece pegado, lo jalo un poco y nada, de pronto escucho un ruido, al asomar la cabeza observo como se abre una puerta secreta detrás de uno de los libreros de la segunda planta.
Yo ni lerda ni perezosa subo de inmediato y con un poco de miedo de que pueda encontrarme tras esa puerta, prendo el foco de mi teléfono y bajo despacio por las escaleras.Cuando llegó hasta el final de la escalera, busco en la pared más cercana algún interruptor, cuando lo encuentro lo enciendo, al iluminarse la habitación no me cabe la sorpresa e inmediatamente mi cabeza se llena de dudas y teorías, ¿porque la abuela tendría un laboratorio secreto? Será que forma parte de un grupo secreto o algo así, esto cada vez es más preocupante. Sigo mirando la habitación y noto que aparte de todos estos instrumentos de laboratorio y líquidos de colores hay un pequeño librero con algunos libros antiguos, también hay otros no tan antiguos que hablan de la biología humana y otros pocos de medicina.
Mientras seguía rebuscando entre los papeles me exaltó al escuchar una voz conocida.
_¿Qué haces aquí?
_Enserio, solo eso me vas a preguntar.
_Tienes que salir de aquí
_No me voy a mover de aquí hasta saber toda la verdad.
_Madison créeme no es momento para hablar y no soy quien tiene que darte respuestas _ me dice Leo
_Entonces ¿quién? la abuela, se que algo extraño está pasando y yo estoy involucrada en todo esto.
_¿Qué está pasando aquí?_dice la abuela mirando la habitación hasta que nota mi presencia_ Madi, pero ¿qué haces aquí?
_Lo mismo me preguntó yo, ¿qué hacen ustedes aquí?
_No creo que sea momento para hablar de esto.
_Y otra vez con lo mismo.
_Mañana hablamos sí, vete a tu cuarto.
Al final aceptó, porque ya tengo demasiado tiempo esperando respuesta, una noche más no hará la diferencia.
Se vienen revelaciones importantes, no se pierdan el siguiente capítulo.