Narra Madison.
Ya han pasado tres días desde lo ocurrido en el bosque, tres días en los que me he encerrado en mi habitación sin salir y tres días en los que todos en la casa se han empeñado en sacarme de aquí y levantarme el ánimo. Vic no ha venido ni una vez a verme y lo entiendo, de manera indirecta casi provocó la extinción de su raza.
Estos días sola he pensado mucho en mi futuro y en lo que será de mí de ahora en adelante, estuve considerando regresar a casa y seguir con mi vida antes de llegar aquí, se que me costará olvidar todo lo vivido pero sé que lo lograré, en cuanto a lo de ser guardiana, realmente las hadas no nos necesitan tanto, y eso quedó demostrado hace tres días cuando Vic acabo en un pestañear con 5 cazadores armados que se veían que eran experto en lo que hacían y si eso solo fue una hada no me imagino más de una.
_ ¿Se puede?_ dice Leo mientras entra a la habitación.
_ Para que preguntas si ya entraste _ El solo sonríe y continua caminando hasta sentarse junto a mi.
_ Me contó tu abuela que quieres huir como cobarde.
_ Vaya, los chismes vuelan rapido
_ Madison
_¿Qué?
_ No puedes irte, tú no eres así
_ Tú que sabes como soy, no me conoces bien.
_ De verdad, solo eso vas a decir
_ ¿Qué más quieres que te diga?
_ Es qué acaso no ves que eso es lo que ellos buscan, que tengas miedo de enfrentarlos y que huyas.
_ Bien, si eso era lo que ellos querían, pues lo lograron.
_ Te culpas porque piensas que fracasaste, pero el fracaso no es malo es simplemente una retroalimentación. No es que no seas lo suficientemente buena o incapaz, el fracaso te da la oportunidad de ver lo que no funciona y averiguar cómo hacer que funcione_ tras una pausa mientras me observaba agrega_ Solo vine a traerte esto, buenas noches.
Leo se va y me deja el retrato que había estado haciendo hace unos días, ya lo había terminado y la verdad le quedo muy lindo y realista, captó completamente mi esencia y mis emociones en ese momento.
Lo cierto es que lamento mucho irme y dejarlo, pero ellos no sienten lo que yo ni tampoco me entienden porque sólo ven las cosas desde su punto de vista. Sin darme cuenta me quedo dormida, reflexionando las palabras de Leo las cuales me hicieron dudar un poco sobre si realmente tome la decisión correcta.
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Al día siguiente despierto por un insistente ruido el cual pese a mis sentidos desarrollados no distingo de donde viene, algo adormilada me restriego los ojos para ver mejor y trato de ver de dónde proviene, después de unos segundos que me parecieron eternos el ruido se detuvo de repente. Ya sin nada de sueño decido levantarme y arreglarme un poco, el hecho de que este encerrada no quiere decir que perderé el flow y la estética.
Sonrío por mis propios pensamientos reconociendo los errados que son, estética es la última palabra que me definiría en estos momentos o bueno desde hace algunos años. Una vez aseada decido arreglar el gallinero que es mi habitación para no peocuparme por esto mas tarde. Luego de una hora de limpieza y de ordenar mi ropa me lanzo a la cama exhausta de tanto trabajo, en estos momentos compadezco a la personas que se dedican a esto, no debe ser fácil limpiar el desastre de otros y en muchos casos recibir malos tratos o mala paga. En mi caso nunca presencie algo como eso, ya que en casa siempre mantuvimos una relación respetuosa y justa con nuestros empleados.
Recuerdo una vez cuando por llamar la atención de mis padres, desorganice toda mi habitación y en vez de llamar su atención lo único que conseguí fue una reprimenda de unos escasos dos minutos para después irse a una reunión de trabajo y como castigo tuve que recoger todo yo sola. Esa vez mi nana se apiado de mi y me ayudó a recoger todo sin que mis padres se enteraran; sin embargo, a pesar de esto terminé muy cansada. Mi nana ya sabiendo que no todo el desorden fue intencional me dijo:”Por cada minuto dedicado a organizar se gana una hora”, ese día me hizo prometerle que sería más organizada y que si quería llamar la atención de mis padres seria con cosas buenas,en su momento me pareció justo y se lo prometí.Sigo recordando momentos de mi infancia hasta que escucho un ruido que me pone alerta; al girar noto un individuo detrás de mí que me observa fijamente, por impulso grito y retrocedo.
_ ¿Qué haces aquí? _ le respondo con la voz entrecortada por el susto.
_La falta de entrenamiento te ha puesto lenta.
_¿Qué?
_ LLevo un buen rato aquí y ni me notaste_ dice Vic con su usual indiferencia.
_No has respondido mi pregunta _ le dijo más calmada e ignorando su comentario.
_ Vine a visitarte
_ Mi abuela no tendrá algo que ver con esta visita
_De hecho si, ella me convenció de que viniera a verte y me contó la idea tan patética y cobarde que tienes_ me responde Vic con total naturalidad.
_ Sabes ya estoy harta de reclamos, lo siento pero ya no puedo más.
_ Te han dicho que eres muy dramática.
_ Bueno estás de suerte porque ya no volverás a ver a esta dramática.
_ Ay por favor ya dejate de sentimentalismo y deja de sentir pena por ti misma porque no me relaciono con la gente que culpa al mundo por sus problemas, tu eres tu problema y también eres tu solución.
_ Tienes una forma muy peculiar de levantar el ánimo.
_No vine aquí a levantarte el ánimo, para eso ya te tienes a tí y a 4 personas más, así que no creo que necesites una más.
_ Entonces, ¿a qué viniste?
_ Supongo que te debo una disculpa_ tras decir esto se queda en silencio observando cualquier cosa en mi habitación sin mirarme.