Llevo un buen rato corriendo, a este punto me doy cuenta de que debí haber arrastrado a mi hermana conmigo. No hay nada mejor que mi madre con su mirada de "hija, si te llegas a descarrilar del camino, yo te encamino nuevamente a la fuerza" para arreglar cualquier cosa. Quizás estoy exagerando y no es para tanto, quizás simplemente consuman marihuana, la marihuana incluso la recetan como medicina ¿No? ¡Quizás simplemente inventan historias para algún trabajo escolar! Eso tendría más sentido, la dulce Katte nunca ha hecho algo así en su vida, creo. Aunque no puedo evitar recordar lo raro que se ha estado comportando Katte. ¿Qué hago? Me voy a quedar calva a este paso.
Dejé de jalar mi cabello obligándome a pensar y decidí que sería mejor llamar a alguien con más experiencia en la etapa de rebeldía adolescente. Tenía dos opciones, Karen o Ryan, son las únicas personas en las que confío, a Karen la conozco desde primaria y desde entonces no me despego de ella, y Ryan, es mi novio desde hace dos años. No podía llamar a mis padres, era la confianza de mi hermana la que estaba en juego.
-¿Hola? – Karen parecía bastante distraída cuando contestó el teléfono. En el fondo pude escuchar la voz de un chico antes de que ella lo mandara a callar, no muy sutilmente por supuesto.
-¿Estás ocupada?
-Algo, ¿Qué sucede? Justo estaba por...
-Entiendo que quizás puedas estar con la reencarnación criolla de Brad Pitt, pero necesito tu ayuda – No podía esperar a escuchar el resto, llámenme paranoica pero siento como si alguien me estuviera siguiendo, y aunque llevo mucho tiempo caminando por la carretera y mirando hacia atrás sin ver a nadie, siento que alguien observa cada paso que estoy dando.
-¿Dónde estás? – Al fin prestó más atención y notó el hecho de que estaba hablando con la voz entrecortada. De tanto correr me faltaba el aire.
-Estoy caminando por la carretera vieja que queda a orillas del bosque detrás de la escuela...
-¿La que queda unos kilómetros más allá del claro?
-La misma...
-¡¿Estás loca?! – Su gritito infernal casi me rompe un tímpano.
-¿Y ahora qué hice?
-¿Recuerdas a los ancianos que torturaron?
- No sabemos si los torturaron Karen, sigo con mi teoría de que fue un animal...
-Como sea, fue al final de esa carretera, date la vuelta y cruza el claro hasta llegar a la escuela de nuevo – Debo admitirlo, amaba la crudeza de Karen al decir las cosas, nos entendíamos... pero justamente hoy necesitaba que me mintiera, o que por lo menos me ocultara información.
-No puedo volver al claro, debo terminar de recorrer esto para llegar a la vía principal y tomar el bus a mi casa – Pude ver en mi mente perfectamente a Karen volteando sus ojos al escuchar mi respuesta poco razonable.
-¿Por qué no? - ¡Bingo! Debimos llegar a esto desde el principio.
-Por algo te llamé – Miré hacia atrás nuevamente y bajé mi voz – Se trata de Katte y ese claro – Creo que falta agregar un detalle importante... ¡Ah! ¡Cierto! – y unos atractivos estudiantes de intercambio...
-¿Encontraste a tu hermana teniendo sexo en el claro? – No, definitivamente ella no lo entendió. Que el ser superior que controla el mundo perdone a Karen por pensar solo en sexo todo el tiempo – Eso no suena mucho a tu hermana... Quizás tú, pero jamás lo esperé de ella... - eso me ofendió.
-¡Yo definitivamente nunca haría algo así en ese claro! – Suspiré agotada. Agradecía a Karen por ayudar a distraerme, pero ya debíamos llegar a algo – Creo que Katte tiene problemas, la seguí y no encuentro explicación a lo que escuché mientras los espiaba, hablaban de cosas que... Parecen de película sobrenatural.
-Lyla no está mal que vaya con amigos nuevos al bosque a contar historias de terror, todo el mundo lo hace.
-No se trata de eso... he considerado la posibilidad de que se droguen – Me costó admitir eso, suena más grave cuando lo dices en voz alta. Al otro lado de la línea Karen se quedó en silencio.
-¿No crees que podrías estar exagerando? – Al fin contestó y llegó a la conclusión más lógica "Lyla la paranoica", pero yo nunca he sido paranoica, hasta hace unos meses - ¿Por qué crees eso? ¿Los viste?
-No realmente.
-¿Solo los escuchaste contar historias de terror?
-Eran más que historias de terror...