Capítulo IX - ¡Bendito seas, Ryan!

-Trata de no hablar muy fuerte, tienes la voz ronca y si alguna cuidadora pasa cerca de la puerta te escuchará – Ya habíamos terminado de comer, durante la cena mantuvimos un silencio tenso, decidí que le explicaría lo sucedido a Ryan con detalles exceptuando el lugar donde ocurrió. Diré que fue en la escuela.

-Muy bien – Se acomodó en mi cama con las piernas cruzadas en modo indio – Ven, acércate – palmeó el espacio al frente de él. Yo hice lo que me decía, aunque trataba disimularlo Ryan se encontraba bastante serio.

-Supongo que contaré la historia sin muchos rodeos, pero por favor no me interrumpas – Me acomodé lo mejor que pude en mi lugar, imitando su posición – Todo comenzó con Katte y lo raro que se comportaba... Verás, Karen y yo decidimos que quizás había un problema que desconocíamos en su grupo de amigos y eso justificaba la actitud de Katte, porque al fin y al cabo ella se alejó de ellos y debía haber una razón– Cuando Ryan escuchó la mención del nombre de mi mejor amiga entornó los ojos, él conocía las historias cuando Karen se involucraba – Si conocíamos esa razón podríamos ayudarla. Entonces Karen me comentó que quizás podríamos sacarle la información a Mateo si yo lo presionaba un poco – Uh, creo que también dejaré fuera el detalle del alcohol – pues se sentía atraído por mi – Ryan me miraba como un policía mira a un criminal en medio de un interrogatorio. Apretaba la mandíbula mientras se iba imaginando por donde iban los tiros – Así que Karen trabajó en dejarme el camino libre para que estuviera a solas con Mateo y sacarle la información, en el proceso le di a entender a Mateo que nosotros ya no estábamos saliendo y que me interesaría salir con él – Ryan se movió impaciente y molesto en su lugar, pero no me interrumpió – pero al final una vez obtuve lo que quería me fui y le dije que ya no me interesaba tener nada con él, hice un drama diciendo que era igual que todos y juro que ni siquiera le di un beso – Ryan me veía desde arriba, era mucho más alto que yo, se quedó en silencio por un rato escrutándome y recriminándome con su mirada. Todo lo que dije fue verdad, solo omití unas cositas...

-¿Eso es todo? – No, definitivamente no, pero no podía decirlo, es su culpa el que no pueda decírselo.

-Sí, eso fue todo – Salte de mi puesto y me acerqué a él – Ryan de verdad no me pasa nada con Mateo, no sé por qué anda diciéndole eso a todo el mundo.

-¿Por qué no me lo habías dicho? – Oh por nada, es solo que descubrí que me mentiste y fuiste a una fiesta que organizaron unos Guardianes y, además, ¡Me enteré de que me borraste la memoria!

-Solamente no le di importancia, fue una simple conversación que quise olvidar... - Me levanté fingiendo fastidio y comencé a guardar mi ropa en el armario, así le daba la espalda y no me miraba la cara. Era muy mala mintiendo, estaba intentando con cada fibra de mi ser el que se viera natural y real – Fue como conversar con cualquier otra persona, no sucedió nada comprometedor.

-¿Qué sería comprometedor para ti? - no podía ver su cara, pero ya lo imaginaba, podía sentir su mirada fija en mi espalda.

-Que me besara o algo por el estilo - Seguía metiendo ropa en el armario como si no existiera un mañana.

-¿Si te hubiera besado me lo habrías contado?

-Sí - Un momento... Voltee a mirarlo - ¡No! Porque no habría permitido que me besara, así que no existe esa posibilidad. Yo no te sería infiel - Me miró a los ojos.

-Lyla, debiste decírmelo - se levantó de la cama pero no caminó hacía mi, estaba esperando. El qué esperaba, ni yo lo sabía.

-Lo lamento - lo decía en serio, por mucho que Ryan me mintiera se sentía mal que yo lo hiciera en algo como esto, él nunca me había hecho pasar un mal rato por otra mujer, siempre me ha respetado mucho, lo mínimo que puedo hacer es ofrecerle el mismo respeto. La única mentira que justificare es aquella donde no le comento que sé sobre el otro mundo -De verdad lo lamento, no sé por qué no te dije, pensaba hacerlo pero luego pasaron muchas cosas y se me olvidó - eso era relativamente cierto, quería decírselo pero después de todo lo que pasó no se me volvió a pasar por la cabeza - Yo no quería lastimarte o hacerte pasar un mal rato, solo que... De verdad lo olvidé, no me estoy justificando - las palabras brotaban solas, me sentía tan mal - Solo te estoy explicando... - Ryan caminó hasta donde me encontraba y me abrazó, enterré mi cabeza en su pecho, él comenzó acariciar mi cabello. Su perfume me invadió y no pude evitar respirar profundo.

-Confío en ti Lyla, sé que no me serías infiel - se balanceó de un lado a otro tratando de calmarme - solamente... Cuando escuché lo que decían en los pasillos perdí la cabeza por un momento, lamento haber sido tan brusco al entrar así en la ducha, simplemente... La próxima vez dime, así evitamos los malos entendidos - me separó un poco de él para verme a la cara - Además, ya he escuchado de tus aventuras con Karen, esta no ha sido la peor, no pongas esa cara y sonríe.