Guardianes

Capítulo XIX - La amistad

Karen y yo teníamos ojeras kilométricas. Anoche no habíamos dormido nada, desde que llegamos luego de lo sucedido no pegamos un ojo. Fue una mala e irresponsable idea ir a un bar un domingo cuando el lunes teníamos clases, independientemente de mi cumpleaños. Pero es difícil fijarme límites cuando me siento a la deriva. Mis padres no me prestan atención, no sé qué hacer con esto de los Rahea, tengo sentimientos encontrados cada vez que pienso en Ryan, el colegio se ha vuelto un infierno y, además, es el último lugar en el que quiero estar.

Aun así aquí estábamos, en la clase de artes a la que definitivamente no puedo faltar porque entonces perderé el año. Si raspo la materia me voy a reparaciones y es casi imposible recuperar una materia después de eso, o bueno, al menos eso dicen porque nunca antes me había visto en esta situación.

Hoy empezarán las demostraciones y a Karen le tocaba presentarse este día. En parte vine por eso, porque la verdad no tengo mayores motivaciones. Claro que también influyó el hecho de que Karen me arrastró fuera de la cama (literalmente). El profesor era nuevo y bastante joven, se veía amigable y jovial, no paraba de sonreír y hablaba de cada tema con extrema pasión.

El primer chico que pasó hablo de la confianza, el siguiente habló de la esperanza, y así sucesivamente. Era bastante sencillo, él te daba un sentimiento y tú debías desarrollarlo, lo que fue para ti ese sentimiento y lo que es ahora. No existían reglas pues la composición de cada texto era bastante íntima. Algunos usaron poesía, otros escribieron canciones y algunos simplemente lo leyeron como si fuera un cuento.

-Muy bien chicos, cerraremos con la señorita Pope y el señor Foster – estaba leyendo a los próximos a subir a la tarima del salón de artes. Tenía unos graciosos lentes de lectura y se había posicionado al frente de la clase – Mientras se preparan asignaré los sentimientos de quienes deberán exponer la próxima semana, así cerraremos el ciclo por este año - Comenzó a nombrar a los estudiantes faltantes y a signarles sus "sentimientos", no presté mucha atención hasta que me nombró a mí – Señorita More – Levantó la vista del papel por un momento.

-Presente – levanté la mano para que consiguiera localizarme.

-Vaya, hace tiempo que no la veía en mis clases señorita – cerró el libro del cual se estaba guiando – Pero no se preocupe, he reservado para usted un sentimiento muy especial – me regaló una sonrisa ladeada, que a este punto solo consiguió ponerme nerviosa – expondrá sobre "el amor", pero no el amor hacia sus padres o a sus amigos, ese ya fue expuesto hoy, nos hablaras del amor que solo puedes sentir por una pareja, del romance...

-Debe estar bromeando – No pude contenerme. Esto parecía sacado de un mal chiste, casi río por la ironía.

 

-¿Disculpe? – Intenté recomponerme y recordar dónde me encontraba.

-Profesor, le agradezco profundamente el haberse tomado la molestia de reservar un sentimiento tan... importante para mí – tosí brevemente antes de seguir – pero preferiría cambiarlo con alguno de mis compañeros. Cualquier otro sentimiento estará bien para mí. No tengo mucha experiencia con este y tampoco muchas cosas buenas que decir... - Iba a continuar, hasta que cediera, pero hizo un brusco y teatral gesto con la mano que me detuvo.

-No existen límites en el ejercicio, pueden hablar mal o bien del sentimiento, no todo en la vida es blanco o negro...

-Escuche profesor... Sinceramente creo que no va a funcionar, así que no pierda su tiempo conmigo. Supongo que nos veremos en reparaciones – el profesor me miró sorprendido, pero poco me importó.

-Lyla no puedes hablar en serio – Karen me tomó por el brazo cuando me levante dispuesta a irme – No puedes irte así, necesitas pasar esta evaluación, de lo contrario no podremos seguir viendo clases juntas.

-Si podremos, porque iré a reparación y...

-Ni siquiera pudiste hacer este ejercicio, los ejercicios que harás en reparación no serán muy diferentes – Karen me miró suplicante – En pocas palabras, esos tampoco los harás, y repetirás el año.

-Karen... No es para tanto, seguiremos estudiando en el mismo colegio. Me asegurare de no introducir arte entre mis materias opcionales el próximo año, creo que apuntaré por carpintería...

-No puedo creer que me estés diciendo esto – se levantó de su silla (que estaba a mi lado) y quedamos a la misma altura – Puede que Katte haya muerto, puede que tus nuevos amigos se hayan ido, puede que tus padres te den la espalda, puede que Ryan te haya roto el corazón... Pero yo estoy aquí todavía, y nunca te he dejado.




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