Guardianes

Capítulo XXVII - Un día diferente

Los días siguientes fueron muy conmocionados, todo el mundo hablaba del Doctor Hamilton y de la forman en que se marchó. Comenzaron a correr rumores, uno más descabellado que el otro, pero gracias a la suerte ninguno se acercaba ni un poco a la verdad.

Tuvimos una reunión con el ejecutivo de los Guardianes dentro de la agencia, me hablaron de los resultados del profesor y del por qué no debía preocuparme, que aunque fuera una novedad dentro de los conocimientos de este mundo era controlable y fácil de registrar al igual que los Guardianes híbridos.

Leon y yo no sabíamos en quién confiar, por tanto decidimos no confiar en nadie más que nosotros mismos. Por supuesto nos preguntaron qué había sucedido en la última reunión con el profesor, a lo que respondimos que estaba algo distante pero fuera de eso la prueba fue parecida a la primera y no nos dio resultado alguno, que aquellos que ellos nos leían eran los primeros que oíamos.

Nos hicimos los despistados preguntando qué sucedía, a lo que ellos no respondieron con claridad informándonos que se trataba de asuntos del personal de la Agencia, que solo podían decirnos que el profesor decidió dejar su trabajo y su posición dentro de esta sociedad para llevar una vida que no tuviera conexión con este mundo.

Ya era el séptimo día desde que llegué y nos íbamos mañana, Leon y yo estábamos sentados en el sofá de su sala viendo una película. La verdad no estábamos viendo nada, fingíamos que la veíamos mientras cada uno se sumía en sus preocupaciones. Llegué a este lugar buscando respuestas y las encontré, pero me iba de él con el peso del conocimiento y unas sorpresitas más… Como la situación de Leon.

-Debemos decirle a Támara – Leon me miró de soslayo. Pensó unos segundos lo que le decía y terminó suspirando.

-Lo sé – Debíamos decirle, cuando estuviéramos en casa necesitábamos que nos ayudara mintiendo en los informes que se enviaban a la Agencia.

-¿Crees que no quiera ayudarnos? – No creía que ese fuera un problema, pero Leon la conocía más que yo.

-No, no lo creo – Pasó sus manos por su cabeza con frustración – La verdad no me preocupa eso, lo que verdaderamente me preocupa es el profesor loco.

-¿Crees que de verdad vuelva a aparecer? – Lo miré asustada. Me daba miedo, ese hombre era capaz de cualquier cosa para satisfacer sus teorías y continuar con su investigación.

-Es probable – Miró la pantalla del televisor distraído – Si hizo lo de tu diario y quiso que despertaran mis cualidades sobre los elementos, creo que querrá estudiarme luego o al menos comprobar que efectivamente funcionó – Ya no soportaba ver esa expresión en su rostro, cada vez se sumaban más cargas en su espalda. A pesar de ser tan joven tenía ese tipo de expresión… Lo invitaré a huir conmigo algún día.

-Vamos a desaparecer – Se volteó a mirarme esperando a que le dijera que estaba bromeando. Pero yo no lo hacía.

-¿Desaparecer? – Parecía demacrado, como si no hubiera dormido nada los últimos días, sus ojeras eran kilométricas. De hecho ninguno de los dos había dormido nada, para ser más sinceros.

-Sí, pero de forma inteligente – Levantó una ceja expectante – Cuando pasemos a la Universidad, estudiemos en otro país, no prestemos mayores explicaciones y vámonos.

-No creo que podamos huir de él, puede tener contactos dentro de la Agencia y siempre conocer nuestro paradero – Eso ya lo sabía, no me estaba entendiendo.

-Sé que no podremos huir del profesor, me refiero a que me quiero escapar de la vida que tengo ahora ¿Tú no? – Sus ojos observaban detalladamente mis ojos mientras hablaba – Adiós problemas familiares, adiós problemas amorosos, adiós personas conocidas… Karen y yo tenemos una promesa, siempre hemos querido estudiar en el extranjero, lejos de nuestros padres y familia, vivir experiencias nuevas… - Cerré los ojos recordando – Te estoy invitando.

-Soy tu Guardián, iré a donde vayas – Abrí los ojos para poder ver su expresión.

-Pero si va a ser así, quiero que sea tu deseo ir… Que sea tu decisión – Me acomodé mejor en el mueble – Si no quieres no lo haré.

-Eso no tiene sentido, tú eres el Rahea…

-¿Y qué? – Lo miré a los ojos intentando que entendiera - ¿Cuándo nosotros dos hemos sido convencionales?

-Está bien… - Volvió su vista a la película y yo no insistí más. Llevábamos hora y media viendo una película de acción, la verdad no entendía nada porque no le había prestado mucha atención al principio – Escapémonos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.