Tengo que ponerme una camiseta manga larga ya que tengo las heridas en ambos brazos.
Estamos dando inglés y debo tomar apuntes del pizarrón, pero creo que me está costando hacerlo debido a uno de los cortes.
—¿Qué te pasa? —me pregunta Andie al notar que no puedo escribir con comodidad.
—Nada —le digo sonriendo
Ella no dice nada, pero sé que no está convencida.
Sigo escribiendo como puedo, lo hago más lento que todos los demás y al final de la clase todos salen menos yo.
Le digo a Andie que se adelanten que los veo en la cafetería.
De camino a la cafetería comienzo a sentir un pequeño dolor de cabeza.
Encuentro la mesa donde los chicos están sentados y me siento junto a Andie, yo solo estoy escuchando lo que ellos hablan.
—¿No vas a comer? —me pregunta Ilan
—No tengo hambre
Me llega un mensaje de Hunter.
—Mackenzie y Jane están bien, dice la enfermera que pronto le darán salida.
—Qué bien, ya quiero verlos —le respondo
Termina el almuerzo y todos debemos ir a la siguiente clase, pero cuando me pongo de pie de pronto todo el lugar empieza a darme vueltas y tengo que apoyarme de la mesa. El único que me parece que se da cuenta, es Drake que se me acerca.
—¿Te sientes bien? —me pregunta y noto preocupación en su voz
—Sí, no te preocupes —digo y empiezo a caminar
—Está bien —dice caminando a mi lado
Veo en su rostro que la preocupación no desaparece.
La clase de Contabilidad recién empieza y yo no tengo cabeza para nada, no puedo siquiera permanecer concentrada.
Sospecho sobre lo que me puede estar pasando, pero me asusta que sea verdad así que simplemente me niego a creerlo. Llega un momento que quiero ver el pizarrón y sencillamente mi visión se torna borrosa.
Empiezo a recordar los síntomas.
—Mareo
—Pérdida de apetito
—Dolor de cabeza
—Visión borrosa
Los síntomas corresponden al veneno Mortem conocido también como Muerte Silenciosa. Se conoce con ese nombre debido a que no todos los envenenados tienen la suerte de tener los síntomas, en la mayoría de las veces es una “muerte silenciosa”.
Me paro de mi silla muy lento ya que me siento débil. Camino hasta el escritorio del profesor y le digo que no me siento bien, lo cual esta vez no es una mentira.
Salgo del salón con intención de irme a mi casa, voy bajando las escaleras cuando escucho mi nombre.
—¡Brooke!
Me detengo y volteo a ver a Drake quien se acerca a mí.
—¿Qué pasa? —le pregunto apoyándome a la pared
—¿Qué pasa? —repite —No puedo dejar que te vayas así y menos sola.
No tengo energía para discutir con nadie.
—Déjame tranquila, me iré a casa —digo terminando de bajar las escaleras.
—No, por lo menos deja que te lleve
—Si lo hago ¿Me dirás quién es Jason? —digo y no puedo creer que trato de obtener información en estos momentos.
—Ya te dije que no puedo
—Entonces no me puedo ir contigo —sigo caminando hasta afuera del edificio.
Drake me agarra por mi brazo derecho y doy un brinquito por el dolor que se descarga por mi cuerpo, ni un segundo después de yo haber reaccionado al dolor, Drake me suelta.
— ¿Seguirás así? —me pregunta
—Drake, en serio me siento mal —digo mientras me comienzo a sentir más débil —Quiero irme a casa.
Mi voz suena suplicante y me lanzo a cruzar la calle y en ese momento viene un carro que yo no veo. Siento que me jalan por la cintura.
—¡¿Estás loca?! —me grita Drake
Ya mi cuerpo no soporta más, no puedo estar más de pie.
—Drake…no puedo…