Nunca antes había conocido a alguien así, tan especial y única en toda su forma de ser…a tal punto de creer que se trataba de un sueño, de una alucinación creada por su mente. Esto lo llevó a desconfiar de aquella persona y a lastimarla en reiteradas ocasiones pero como su amor era tan grande acababa arrepintiéndose y pidiéndole perdón.
Sin embargo la oscuridad de su ser también se imponía en él forzándolo a herir a quien tanto amaba al punto de hacerla llorar de pena. Cuando su corazón era envuelto por aquel escudo creado por la oscuridad nadie, ni siquiera ella, conseguía traspasarlo. Era su forma de protegerse del dolor y la desolación.
Pero esto también estaba alejándola a ella ya que no soportaba tanta dureza de su parte como la excesiva desconfianza hacia su persona; fue tanta la frialdad que él llego a demostrarle que ella con todo dolor de alma se alejó de su lado sin dar marcha atrás, no escucharía más sus palabras de arrepentimiento ya que la herida provocada en esta ocasión había sido profunda y dolorosa. No soportaba el dolor de la injustificada desconfianza de él como tampoco el continuo temor que sentía debido a sus múltiples inseguridades. Ella siempre fue sincera con él pero eso jamás fue valorado por aquel que tanto amaba y aunque su alma se desgarraba quedando un hueco vacío y oscuro en su interior se iría sin mirar atrás.
El le suplicó piedad, le imploró que se quede a su lado porque era la razón de su existencia…le había dicho tantas cosas para retenerla pero el daño ya estaba hecho y la desición tomada. Su luz se había evaporado, la había perdido por sus malditos temores y aquel escudo infernal que le impidió comprenderla. Todo por su miedo mortal a perderla. Al final había obtenido lo que tanto quiso evitar: perder a su amada. Alejándose sin dar marcha atrás en reiteradas ocasiones, contemplando su pesar sin permitirse consolarla ¿qué había creído? ¿Qué seguiría a su lado eternamente sobreponiéndose a todo desgarro que su crueldad le hacía a su dolorido corazón? ¿Qué lo comprendería y perdonaría siempre? Era lamentable pero eso había esperado, ella era única en todo sentido pero no perfecta y él…él era alguien que no se merecía ser amado por nadie. Ella se había ido y no estaba dispuesta a dar marcha atrás. Pero él antes la había herido y aunque ella le imploraba que le brinde su confianza….él tampoco estuvo dispuesto a dar marcha atrás.
Sin embargo aquellas decisiones solo los hicieron sufrir a ambos, debido al intenso amor que sentían y al infinito dolor que padecían por el distanciamiento. Habían perdido el sentido a la vida, se quedaron sin motivación para seguir adelante. Sus corazones se desgarraban en mil pedazos sin remedio alguno porque la soledad empezaba a adueñarse por completo de ellos.
Solo sentían deseos de llorar y sin embargo no eran capaces de derramar una sola lágrima…la desolación estaba consumiéndolos a los dos. Lo que necesitaban eran reencontrarse para nunca más volver a separarse pero la vida que los había juntado una vez permitiéndoles conocerse…en esta ocasión parecía alejarlos con saña. Por más que lo intentaban no conseguían verse mucho menos comunicarse. Tantas dudas tenían pero el Doctor Seuss lo dejó muy en claro aquella vez que acudieron a él en busca de ayuda:
"A veces las preguntas son complicadas y las respuestas son simples"
El no tenía las fuerzas necesarias para afrontar la realidad oscura que lo rodeaba y ella no sentía deseos de encender su luz para poder ubicarlo en aquel paisaje rodeado de tinieblas. Nadie los podría entender, por eso ambos optaron por alejarse a otra realidad donde el dolor sea más leve o no exista.
No obstante el dolor no desaparecía ya que en esa nueva realidad seguían solos, aquel ser amado no estaba…por tal razón optaron por volver a la realidad original donde se encontraron con personas que no eran capaces siquiera de intentar comprenderlos. La angustia los consumía pero en esta ocasión ella tomó la desición de encender su luz para transitar el camino de oscuridad que la conduciría a él y así liberarlo de las cadenas de la angustia y la depresión, porque él había sido transformado en un oscuro ser cargado de maldad por aquel distanciamiento debido a su debilidad. Y su amor valía la pena.
Él se hubo convertido en alguien letal, su escudo había aprisionado sus sentimientos sin piedad y ahora se encontraba encerrado en aquella prisión sin muros de la cual no podría escapar por sí mismo. Sin embargo ella estaba dispuesta a salvarlo de aquel confinamiento devolviéndole su ansiada libertad y brindándole la felicidad que el tanto anhelaba y que solo ella podía otorgársela.
No fue nada fácil pero pudo lograrlo, al final consiguió encontrarlo y liberarlo de esa oscuridad que lo había convertido en un despreciable ser….pero su liberación era solo momentánea ya que si ella no estaba a su lado él volvería a ser encadenado en las tinieblas con esos gruesos grilletes de la desesperación.
Alguien despreciable que solo destruye la belleza y el amor, ese era su demonio interno. En eso se hubo convertido mientras ella no estuvo a su lado, se odiaba a sí mismo por ser tan cruel pero….no podía detenerse…estaba encerrado en esa oscuridad que lo consumía día a día mientras era forzado a contemplar cómo mataba el amor y la belleza de aquellas que se le acercaban.
Un muerto viviente que deambulaba por las oscuras calles de la ciudad sin rumbo alguno, sin salvación posible…alejado de la luz que tanto anhelaba encontrar. ¿Cómo escapar? ¿Cómo volver a la vida si él ya estaba muerto? Pero Ella y solo Ella podía revivirlo…si tan solo pudiera volver a su lado…
La celda donde se encontraba no tenía puerta ni ventana, solo paredes que lo asficciaban, lo desesperaban. Aquellos grilletes envolvían sus muñecas encadenándolo en esa celda oscura de la desesperación. Cualquiera diría que estaba loco y quizás lo estaba, tal vez había perdido el contacto con la realidad o a lo mejor era mucho más realista que todos los demás que se creían cuerdos.
El amor era su salvación, siempre lo había sido y en esos momentos representaba su liberación. Estaba tan agotado y sin fuerzas que yacía en el mar de la soledad y la tristeza. Si ella tan solo supiera lo mucho que la necesitaba…anhelaba sentir sus blancas alas radiantes y luminosas.