Guardianes: Los héroes aztecas.

CAPITULO 6

P.O.V Nathan

Había estado atrapado en mi conciencia, no recordaba que fuera tan oscura, habían tantas cosas horribles guardadas en mi interior, recuerdos que no pensaba que estaban allí y la voz que me repetía que era una basura de persona, comienzo a llorar por el miedo, mientras que Diane me abraza, estaba despeinada, y olía a sudor mezclados con su perfume, sin querer mancho su uniforme de la sangre, mientras Silas pone un botiquín nos quedamos en silencio.

—Estamos metidos en esto, tanto como tu Nathan — Me dice Silas —. Tláloc... Soy el guardián de Tláloc. Perdón el solo reírlo me causa risa.

Nos reímos entre los 3.

—Eso suena mejor que decir que soy tu madre — Bromea conmigo mientras se sienta tomándose los brazos —. ¿A que nos enfrentamos?

—Para serte sincero, yo solo sé que necesito separarme de lo que hay dentro de mí, o comenzare a dañare a los que quiero — Digo mientras baja esa chica que me salvo antes, esa chica del nombre Adeline.

—Nathan ¿Cómo te encuentras? — Me pregunta mientras baja las escaleras, sonriendo.

—Bien... Tengo algo que contarle, contarte — Me corrijo al no saber que decirle. Ella sonríe mientras se sienta delante de nosotros.

—Te escuchamos — Me dice.

Comienzo a contarle la historia de Huitzilopochtli.

El dios de la guerra, según la leyenda, Huitzilopochtli nació de Coatlicue (o según otro mito de la teogonía de Omecíhuatl), la Madre Tierra, quien quedó embarazada por medio de una bola de plumas o algodón azulino que cayó del cielo mientras barría los templos de la sierra de Tollan. Lo que buscaba este dios, no era una venganza era manifestarse en mi cuerpo para volver a posicionarse entre los mejores, quería restaurar al pueblo azteca, pero ya no existía y ahora que sabía que ellos ya no existían, estaba enojado con la humanidad, así que olviden la parte de que no quería venganza.

Ella me escucho atentamente cada parte. Y la única vez que apartó la vista fue para silenciar su celular. James bajo al tiempo con una bolsa de la basura había limpiado todo, y ahora se sienta con nosotros.

—Él no va a parar hasta tener mi cuerpo — Digo mientras escucho la cárcel que le hice en mi cabeza.

—En pocas palabras tu eres Andy y es Witsi es Chucky — Dice James mientras me comienzo a reír, era bueno aliviando la tensión.

—¿Qué debemos de hacer Adeline? — Pregunta Silas, mientras ella analiza todo.

—El abuelo dijo que debíamos de buscar 3 objetos, las plumas de quetzal del penacho de Moctezuma, la olla de Tláloc y el collar de Coatlicue — Menciona ella —. Solo sus guardianes pueden conectarse con estos.

—¿Y en donde esta ese museo? — Pregunto mientras Diane revisa su celular.

—En la ciudad de ellos — Dice ella, enseñándonos el anuncio de la exposición —. Tenemos que ir en cuanto podemos.

—Yo puedo cuanto ustedes 2 digan — Menciona Silas —. Solo le avisare a mi mamá.

—Mis padres no están, así que puedo ir esta semana — Menciona Diane, mientras se me quedan mirando.

—Le tengo que decir a mis padres... — Me costaba mucho pedirle permiso.

—Dile que me vas a acompañar a visitar a mi abuelo — Me quedo pensando un rato, mientras asiento con la cabeza, según lo que decían ellos nos iríamos hoy mismo, marco a mi madre que contesta rápido.

—Nathan, ¿Esta todo bien? — Pregunta ella mientras se escucha el bullicio de las personas.

—No, digo sí. Mamá el abuelo de Diane se puso mal, ¿La puedo acompañar? — Pregunto mintiendo, ella me pide que se la pase, y Diane entra en acción.

—Sí, mi abuelo está un poco enfermo, iré a visitarlo, pero no quiero ir sola en la carretera, sería un poco peligroso — Me acerco con Adeline, mientras habla de comer algo con James, Owen y Noah. Ellos habían venido sin comer —. Nathan tu mamá.

Regreso al teléfono, y mi madre me da el permiso, ella se limpia sus lágrimas falsas y mi madre habla.

—Puedes ir, pero cuídate mucho y cuídense ambos — No se escuchaba del todo convencida, pero el lado bueno es que me había dado permiso —. Nathan, no quiero que salgas con tonterías.

—Mamá, me voy a portar bien — Le digo pero ella me sentencia una vez más —. Te quiero mamá, ya me voy. Te llamo cuando este allá.

Cuelgo, mientras alistamos todo, solo pasaría por un cambio de ropa, al pasar por eso mi madre nos da unos cuantos tamales para que nos llevemos en el camino, y partimos detrás del carro de Adeline y sus amigos. Diane va manejando y pendiente a su celular, lo tomo mirando que era un mensaje de Marcos.

"Más vale que vengas a mi casa" Se leía claramente, mientras que Silas y yo nos miramos entre nosotros.

—No siempre es así... — Nos dice justificándolo —. He querido terminar con él, pero no puedo.

Tomo el celular de ella, y parece como si ella quisiera que lo hiciera, solo escribo la palabra "Terminamos". Las horas pasaron y llegamos como a las 5 allá, conocimos a las demás personas que estaba metidas en esto. En total eran 12 personas contándonos a nosotros 3, eran chicos un año mayor que nosotros, nos explican cosas que ya sabíamos, pero lo que resultaba emocionante era que la primera vez que derrotaron a Seth, perdieron su recuerdos y ahora con las onda expansiva que hicieron al encerrar la voz, había recuperado sus recuerdos para esta misión.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.