CAPITULO 10

P. O. V. Adeline

Nathan regreso al tiempo de irse, parecía más calmado, y con la cabeza más fría, lo primero que hizo fue disculparse, se disculpó con nosotros e hizo las paces con Noah para sentarse y abrir un libro para estudiar, trataba de acercarme a Dylan pero este me ignoraba.

El abuelo entra dándole un cuaderno a Noah para que anote todo, ocupábamos gran parte de la cocina en nuestro método de organización.

—Dylan y Adeline, vayan al centro, necesitamos mapas — Dice el abuelo, Owen se ofrece a ir, pero el abuelo se niega, es algo extraño pero al guiñarme el ojo sé que es por alguna razón.

—¿Algo más? — Pregunto.

—¡Maruchans! — Dice Noah y Owen al mismo tiempo.

El centro estaba algo lejos, así que me subo atrás de la bicicleta, no era como antes, pues, aunque estuviera manejando hablábamos, nos sentía distintos, era como si un muro nos separara, quería hablarle de algo, quería volver a ser los de antes en lo que voy pensado, se siente una turbulencia, para después caer ambos, mi pierna se raspa con el pavimento, mal día para decidir traer shorts, no malo pésimo, me había raspado.

—Adeline ¿Estas bien? — Dylan estaba intacto, el golpe me lo había llevado yo.

—Si, tranquilo... — Me sacudo un poco, mientras recupero mi zapato.

Lo miro y comenzamos a reír, el centro quedaba a unas calles, estas nos la pasamos caminando, y hablando, me apoyo en él así sí parecíamos los de antes, y me agradaba, dejamos la bicicleta en la entrada, y entramos a la tienda queriendo buscar mapas, cualquier cosa que nos fuera de ayuda, como también algo para curarme mis heridas. 

—¿Crees que necesite unos lentes de sol? — Me los pongo y poso, él se niega.

—Actúas como si nada pasará — Sonaba a reproche, y eso me preocupaba un poco así que contesto tranquilamente.

—Aún no pasa nada Dylan... — Encuentro las cosas y me dirijo a pagar, solo faltaban las Maruchans.

Sentía que había algo que le molestaba, pero no era vidente, ni mucho menos podía adivinar que pensaba, desde ese momento creo que podría dar por perdida nuestra amistad, veo una cabina de fotos, le detengo.

—Hace mucho que no nos tomamos unas... — Él se niega, mientras me enseña las bolsas —. Por tu culpa casi me quedo invalida.

Después de insistirle, nos tomamos unas fotos, parecían forzadas, aun no podía irme me negaba a irme, algo me daba un mal presentimiento, pero quería ignorarlo, a un lado hay una máquina de Just Dance, tenia que intentar algo para que este momento durará más, para que nosotros fuéramos más, el revisa la hora mientras suspira.

—¿Quieres que te destroce en Just Dance? — Saca unas monedas, dejamos las bolsas y comenzamos, bailar con él era lo mejor, al ritmo de timber, varias veces me resbalo, pero las risas no faltaban, estábamos riendo a carcajadas. Mientras las personas nos miraban y se reían porque nos retábamos cada vez más, era nuestro lenguaje de amor, el siempre querer pavonear como pavorreales mostrando nuestras mejores habilidades.

Después de un rato, el corazón a mil por hora, nos sentamos, me recargo en su hombro, tenía mensajes de los chicos, que decían que volviéramos.

—Adeline... Huye conmigo... — Me toma de la mano.

—¿Qué estás diciendo? — Apago el celular completamente.

—No siempre tienes que ser la heroína... puedes correr, vámonos juntos hasta que esto acabe — Me rio pensado que tal vez es una broma, pero al ver su cara seria sé que no.

—No... Ellos nos necesitan — Sentía un deja vú, me alejo para ver la cara —. Lo prometí.

—Vas a morir, ya morimos una vez ¿Qué te hace pensar que no lo harás otra vez? ¿Qué te hace pensar que no va a volver a pasar? — Estaba asustado.

—Se que te da miedo todo lo que no conoces, pero no puedes abandonarlos, no me puedes abandonar solamente por eso... te necesitamos en... — No me deja terminar.

—Escucha lo que dices... Estoy tan harto, yo no puedo, Adeline estoy fuera de esto — Se levanta voy tras él, en medio del juego me había lastimado así que renqueaba.

—Dylan... vamos hablemos — Es lo último que le digo, antes de perderlo entre el mar de gente, me estaba desesperando, mi pierna ardía, tomo mi celular y le comienzo a llamar, no sabía que hacer, empiezo a llorar, me siento en una banca a esperar el camión y gotas de lluvia caen, parecía un libro de estúpido libro Wattpad ¿A dónde se había ido Dylan?

Las personas rumorean de que él ultimo camión ya se había ido, así que camino bajo la lluvia, cojeando y llorando, paso por un bote de basura y tiro los mapas estos se habían empapado, así que no servían de nada, se había llevado hasta su bicicleta. Tenía frio, estaba cansada y no quería contestar mi celular.

Iba detrás de un chico que de espalda tenía cierto parecido a Malek, había perdido hace unos momentos a Dylan y ya pensaba en otra persona, la lluvia para, y para mi es imposible caminar más. Ya no puedo caminar más caigo de rodillas, y este se voltea, la persona que siempre busque estaba delante de mis ojos. Todo a nuestro alrededor se detiene, no sabia que decir, mis manos temblaban mientras lo miraba.

—Justo iba a la tienda de antigüedades a buscarte — Me dice Malek mirándome como solo él sabía hacerlo.

—Creo que te encontré primero... — Le digo limpiándome las lagrimas mientras él se acerca para ayudarme a ponerme de pie. Me dolía la pierna.

—Estas sangrando — Me pone en la banqueta mientras saca de su bolsillo un paño, para limpiar mi herida, estaba siendo tan delicado con limpiar 

Este momento sería perfecto si sonara Ghost of you de 5SOS, era mí canción favorita, me acerco a su cara, para poner mi mejilla con la suya, estaba tan cálida, extrañaba esta sensación de cercanía, me acerco a sus labios aún con los ojos cerrados, pero él toma la iniciativa de besarme, por primera vez en mucho tiempo mi corazón se sentía lleno, enredo mis manos en su cabello mojado con olor a eucalipto y él pone una mano en mi cara, era tan suave y cálida, que se sentía mejor el besarnos, al alejarnos solo vemos una sonrisa, mi presión se libera y suspiramos al mismo tiempo lanzando una estela blanca de aire caliente.