Guardianes: Los héroes aztecas.

CAPITULO 33

P.O.V Adeline

Estaba en un modo de reposo, consiente de todo mientras los dioses me pedían que lo dejara, pero mi instinto me decía que continuara, de alguna forma las palabras de Dylan que me decía que me necesitaban me dio la fuerza necesaria para quedarme a seguir, antes lo juzgaba por irse, pero cuando estaba en el mismo punto, pensar en rendirse y descansar no era tan descabellado.

Despierto nuevamente en mi cama, mi madre estaba acostada a mi lado, lucia tan cansada, supongo que me había estado cuidando por los últimos días. Me levanto con mucho cuidado para encerarme en el baño, abro el agua de la bañera mientras me sumerjo mis manos.

—Diosa Isis… — El ambiente se vuelve ligero y esta diosa se materializa de una manera vivida no solamente era la voz de la cabeza —. Diosa, respóndame a mis dudas… ¿Cuánto me queda de vida?...

—Elegida de Sejmet un placer conocerte… Me temo que es incierto… Lo que estas haciendo no esta escrito… Puede que te quede una semana o te quede 40 años, eres el primer humano en ir en contra de su destino.

—¿Puede que viva? — Esa era la pregunta que me mantenía con la esperanza.

—Puede que si o que no… — Sonrío, sacando las manos, y mi madre toca el baño, seco rápidamente las manos, mientras dejo salir el agua. Ella estaba allí esperándome se sienta en el borde mi cama, mirándome como si tratara de descifrar algo en mí.

—Es como si no te conociera… — Dice tocando mi rodilla —. ¿Por qué no me contaste nada soy tu madre?

Me dice como si eso fuera una razón suficiente para contarle lo que estaba pasando.

—Si te dijera que antes de ser una “guardiana” era una diosa ¿Me creerías? — Le pregunto y mi madre solo se queda en silencio —. Gracias a una copa, y a los recuerdos de Sejmet pude derrotar a Seth, pero el costo fue olvidar quien éramos.

—Hiciste lo mismo que tu padre…. — No entiendo esto, pero ella me da un diario de mi padre —. Podrás hacerlo…

Besa mi frente mientras las lagrimas se atoran en mi garganta, me impedían hablar y solo asiento.

—Te traeré un te de manzanilla — Abro el diario encontrando sus notas, sobre eventos, y uno en particular llama mi atención, era de la semana en la que el desapareció.

Estoy por enfrentarme a algo que desconozco, Naomi me dice que todo saldrá bien pues la fuerza de Phra Phrom el dios de los dioses tailandeses esta de nuestro lado, espero que esto salga bien por qué, si lo sale, si funciona podre regresar a casa, explicarle a mi pequeña y dulce niña porque me aleje y la deje sola. Y cuando entienda sobre esto entenderá que todo lo hice fue por ella…

Mi padre había sobrellevado por tanto tiempo todo esto sobre sus hombros solos, y ni siquiera lo había notado, y mi razonamiento dijo que si mi padre sabía era obvio que mi madre también.

Abro las ventanas de mi cuarto para sentarme en el techo, hacía bastante que no estaba en mi cuarto era reconfortarte sentarse y mirar lo que una vez miré con esperanza ahora se ve camuflado por la nostalgia siento una mano cálida en mi cadera volteo y era Malek trae consigo una taza de té supongo que mi madre se la dio o él se la pidió este sonríe recargándose, pero lo invito a sentarse a mi lado.

—¿Cómo te sientes? — Me pregunta mientras me acerca a él.

—Con vida — Le sonrío éste saca su celular y comienza a tomarme fotos al principio era gracioso, pero después comienza a ser raro pues no podía ver su cara. Tarde me doy cuenta de que es un su manera de ocultar que estaba realmente mal, sus lágrimas se dejan caer, mientras aparto el celular tomándolo de la mano —. Malek…

—Te traeré devuelta… — Me promete, pero niego con la cabeza —. Te dije que iría hasta el fin del mundo, hasta el mismísimo infierno por traerte de vuelta ¿Por qué no me dejas?

—Porque, si ir hasta el fin del mundo significa perderte a ti mismo aferrarte a la idea de mantenerme vida, no quiero eso, no lo quiero — Le digo mientras el solo voltea hacia otro lado —. Malek, tienes que hacer tu vida, aunque significa que no esté en ella. Aunque esto signifique que no esté en la suyas.

Volteo para ver a mis amigos que estaban de chismosos, Malek limpia se limpia las lagrimas para evitar que los vean.

—Nos volveremos a ver lo prometo — Les digo mientras los consuelo, no aceptaba del todo, pero un Nathan más comprometido se acerca conmigo junto con Diane y Silas para decirme que se va a hacer exactamente, verlo tan convencido me hace darme cuenta de que yo misma lo había sobreprotegido, yo misma me cause el daño que ahora mismo estoy pagando —. Vayamos abajo, enserio quiero escuchar todo.

Estos bajan, mientras me quedo un momento más arriba, respiro una ultima vez pues no se si era la última vez que estaría aquí, volteo mirando a Dylan. Me extiende la mano para ayudarme a bajar, como es que la amistad se transformo en esto, la tomo y el la sostiene tan fuerte, que es imposible que sea el mismo Dylan de antes.

—Gracias por traerme de vuelta — Lo toma por sorpresa.

—Había dicho que no quería que te dijeran…

—No me lo dijeron, te mire en mis recuerdos — El asiente mientras lo abrazo, quería perdonarlo, quería irme sin este sentimiento de coraje.




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