Guardianes: Los héroes aztecas.

CAPITULO 37

Debía de haber otra solución, Diane seguía adolorida y Adeline trato de pasar, pero lo único que había logrado es quemar la chaqueta de Malek, estaba haciendo demasiado calor, a pesar de haberme quitado una parte de la ropa, aún así estaba considerando quitarme si era posible la piel, lo haría porque ya no podía con tanto calor.

—No podemos exponerla a este sufrimiento — Dice Silas.

—Entonces busquen una solución — Señala Noah, negándose a hacerla sufrir. El más que nadie odiaba la idea de que ella sufriera.

—Todos saben que no la hay… — Dice ella en lágrimas, aun no habíamos intentado todo.

Dylan toma la chamarra de Malek y trata de cruzar entre el fuego, pero solo logra que el dueño de esta prueba lo aviente contra la pared, Adeline corre a su auxilio para ver que nada le había pasado, pero la cara de ella era de un terror inexplicable.

—Silas, hazme caso y hazlo — Dice Diane sonriéndole —. Estaré bien.

—Te matare si lo hago — Dice el negándose a hacerlo, se acerca a ella para besar su mano.

—No soy tan débil, estaré bien — Silas se separa de ella

—Que tierno, se niega a matar a su mejor amiga — Veo una daga desperdiciarse por Noah, molesto había lanzado, pero este solo la esquiva —. 5 puntos menos.

Algo le dolía a Diane, y a mí no poder hacer nada para calmar su sufrimiento, acaricio su cara, para ponerla más cerca de mí, su piel estaba tornándose roja.

—Lo siento tanto… — Se disculpa para poder, hacer las nubes, están iban acompañados de rayos, las gotas caen mojándonos a todos, y con ello Diane estalla en gritos, sus gritos me aturden, tapo su boca, temiendo en no tapar su nariz, mientras rezo que desmaye ni los gritos amortiguados impiden oírse, el agua corre por mis prendas, llegando a ella, se retuerce, comienzo a llorar, ella deja de moverse, y comienzo a gritar, la puerta del otro lado se abre, Malek tapa los oídos de Adeline quien a su vez protegía a Dylan, y Silas cae de rodillas.

Silas estaba cargando con el peso de todo, los gritos ahora provienen de él, el trato de mantener las lágrimas, pues aún con el grito de su mejor amiga era a causa de él, siguió manteniendo las cosas, se deja caer por completo, se arrastra con dificultad hacía nosotros, miro a Diane que su pecho sube y baja con dificultad, sus ojos están completamente cerrados, su piel pálida, no se miraba bien, ella no se miraba bien, acaricio su cara mientras ella lucha por revisar.

—¿Cómo esta? … — Dice Silas, recuperándose.

—Temo que en cualquier minuto deje de respirar — Le digo mientras una risa histérica, mientras trata de oír.

—¡Valiste! — Dice Silas molesto, dejo la cabeza de Diane apoyada en un suéter, este juego se acabaría de una vez por todas, el chico trata de esconderse, pero las paredes impiden su salida, me acerco a prisas, pues la superficie ahora era plana, le lanzo una roca en la cara, a fin de cuentas, era humano, y pertenecía al inframundo, Silas lo derriba mientras golpea con ambos puños, al tratar de llegar James me jala poniéndose detrás de mí, evitándome moverme.

—Suéltame maldita sea — Digo tratándome de soltar.

—Con esa boca besas a tu mamá — Me dice mientras pone mi cara contra el piso, veo como Silas, está tratando de liberarse, pero sus pequeños gruñidos no son suficientes, Owen lo tiene sujetado.

—Déjenme ir — Me muevo gracias a mi ira.

—¡No! — grita Adeline —. Dylan también llego a actuar de manera imprudente y logro matarse, esto no es Mario Bros, no sabemos cuántas vidas tienen.

—Aparte, intentar dañarlo no los hace diferentes a el — Dice Owen sosteniendo a Silas.

Trato de calmarme y respirar, para ver en dirección de Diane quien se encontraba en las piernas de Noah, Adeline usaba un cuarzo para que ella volviera a estar bien.

—No morirá… — Dice el chico —. Solo la debilite.

Escupe sangre.

—¿Cuál es tu nombre? — Pregunta Malek, ayudándole a levantar.

—Soy el fiel siervo de Xipe Tótec, mi nombre no es relevante el de mi señor es aquel que deben de temer — Dice escupiendo sangre de nuevo.

—¿Cómo podemos salir de aquí? — Sonríe no era una sonrisa amigable, estaba amenazando pasivamente.

—No se trata de pasar la prueba, ¿Están dispuestos a matar a las personas que aman por desconocidos? — Dice mientras Malek, lo sostiene de la camisa estábamos perdiendo la paciencia y tras ello una segunda sacudida nos alarma.

—Hemos muerto, con tal de salvar a las personas que amamos — Dice Adeline.

—Siempre abra una amenaza — Dice Diane mientras se pone de costado, James me suelta para que pueda ponerme de pie, siento la tierra en mi cara —. La diferencia está en hacer algo al respecto.

Me recordaba un poco a mi hermana, ambas están llenas de sabiduría y bondad, se termina de sentar mientras toma el cuarzo gris, ya cumplió su función se levanta con ayuda de Adeline, caminan hacía nosotros, la larga coleta se menea con su paso, ella se tambalea aun no estaba lo suficiente fuerte pobre pequeña.

—Te ordeno que me digas como salir de aquí — Se miraba imponente de sus manos salían fuego, mientras las paredes tiemblan.




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