Guardianes: Los héroes aztecas.

CAPITULO 43

P.O.V Dylan

Ella me había escogido a mi para hablar, caigo dejando ver el agua del recipiente que tenía, busco con la vista a Samuel este se encontraba presionándose la herida pues había resultado herido, sin pedirle permiso busco su daga, para mojarla entre el agua. Los demás dioses habían desaparecido con el rayo ni siquiera sabía explicarlo, me quito la camisa mojándola para poder atrapar a Adeline, más bien a su cuerpo.

—¿Buscas estos objetos? — Los lanzo, mientras este suelta a Nathan mirándome, estaba asustado, sabía que no era ella, sabía que no lo era, pero la manera en la que se miraba parecía tan real, el instinto de correr a abrazarla estaba presente —. Ven por ellos.

Esta se deja venir, pero soy lo suficiente rápido como para tomarlo y lanzarlo hacía atrás, para envolver mi camisa en sus manos sellándola, esta comienza a lanzar un humo capaz de arrojarme lejos, mi cabeza se golpea con la tierra, me levanto con ayuda de Malek.

—¿Qué intentas hacer? — Me dice deteniéndome.

—Tienes que confiar en mí… — No escucho a Adeline, su figura material comienza a tener un conflicto, lo más probable es que ella este intentando regresar a su cuerpo. Diane y Silas se acercan adoloridos —. Tenemos que apuñalarla para guardar el espíritu en algo.

—Eso la matará — Malek añade.

—La razón por la que Huitzilopochtli tuvo su cuerpo fue porque la solté… — Confieso, Malek se deja caer al piso, mientras lanza un grito a la nada, haciendo que todos nos quedemos paralizados, energía naranja sale de su cuerpo, para tomar una navaja y lanzarse hacía el cuerpo de ella, Nathan condensa el humo al mismo tiempo que lucha por detener la herida que tenía al costado su sangre cae, mientras se mantiene fuerte.

Diane me entrega un termo, esperamos que fuera suficiente para resguardarlo.

Owen pone su mano en mi hombro, empuño con más fuerza la daga para ver como ella nos da la espalda tomando a Malek por el cuello.

—Les dije que nadie podría vencerme, que he venido para quedarme. Ahora todos me recordaran. Ahora tomare a este chico.

—Solo hice tiempo — Añade Malek mientras Nathan abre el circulo para poder encargarle la daga por la espalda, subiendo en 2 tiempos para asegurarme de su muerte sacándola, un grito se escucha, un hilo verde sale, al mismo tiempo que Malek cae al piso me acerco a protegerlo.

Nathan, Diane y Silas, condensan la energía con sus poderes mientras Silas sostiene el termo, se combina la tierra, el fuego y el agua, mientras el hilo verde se resiste a entrar.

—YO TLALOC TE OBLIGO A REGRESAR — Grita Silas, sosteniendo aún más fuerte el termo, se pone de rodillas.

—COAUTLICUE TE ORDENA A REGRESAR — Las manos de Diane estaban ardiendo demasiado a tal punto de que ella misma entraría en combustión.

—GUARDIAN DE QUETZALCOATL, TE PERDONA Y TE PIDE QUE REGRESES — A nadie se le hubiera ocurrido eso, este lanza una onda expansiva, la tierra se levanta mientras quedamos en el piso, solo soy capaz de poner la mano arriba de él, quien no paraba de llorar, quería destruirme, pero sabía bien que ella me pidió ser fuerte…

El ser termina de entrar por completo en el termo, siendo cerrado por Noah. Y la energía de ellos poco a poco va desapareciendo, lo habíamos logrado… El cuerpo de Adeline comienza a moverse.

—Hey Hey — Le habla Owen tomando su mano, era ella —. Vas a estar bien, te traeremos de vuelta.

—Escúchenme… No fue su culpa — Esto último lo dice mirándome, las lágrimas caen de su cara.

—Por favor resiste — Pide Anthony, pero era inútil —. No nos dejes…

Malek toma su mano, y ella aun es capaz de sonreírle, no soy capaz de acercarme.

—Los amo tanto, como no tienen idea — Maldita sea ella aun nos podía sonreír.

—No te atrevas a decirlo — Le pide James cayendo de rodillas, nadie quería dejarla ir, pero el destino siempre sería el mismo, aunque hagamos miles de cosas ella iba a morir, y nadie podría evitarlo —. Nosotros también lo hacemos… Te amamos Adeline…

—Que hermoso amanecer… Feliz Navidad… — Ella se queda con ese último recuerdo, sus ojos pierden su brillo, pierden su característico brillo, pero su cara era de calma, y es cuando se va que me digno a llorar, quería que volviese aun la necesitaba, si volvía haría que todo regresara, que todo cambiara esta vez no huiría.

—Adeline, regresa por favor. No me dejes solo, te lo ruego por favor — Le pide Malek, mientras es agarrado por su hermana. Él se zafa como puede para tomarla entre sus brazos, su cuerpo de llena de la sangre de su amada, mientras grita, nadie podía escucharnos… El limpia la cara de ella, pero era inutil, sus ojos abiertos no se cerraban...

¿Cómo le explicaríamos a la mamá de Adeline que no pudimos salvarla?

—Lo siento tanto… — Comienza a llover mientras nos sentamos a su lado, el agua se combina con la tierra y la sangre, el cielo lloraba solo para ella —. Te traeremos de vuelta…

—Ella no lo quiso…

Me acerco a Malek, ambos compartimos el mismo dolor, perdimos a nuestra razón…

—Tenemos que irnos… — Dice Samuel, no podíamos dejarla allí, como podemos subimos su cuerpo sin vida al carro y nos dirigimos a la ciudad con el abuelo, el camino era tan triste, tan diferente todos eran llantos. Acaricio su cara perdida, me digno a cerrar sus ojos, Malak me apoya, pero no era igual nada era igual.

"Adeline si estas allí por favor dime que hacer" Le pido sin escuchar nada, mis manos tiemblan mientras la sostengo, ella me pidio ser fuerte, pero no podía con ello, nada seria igual sin ella.

Llegamos a la casa de la madre de Adeline, la cara de su madre estaba esperanzada, lucía como si en verdad esperaba que ella regresa, y es cuando la verdad la trae a la vuelta bajamos a Adeline sin vida…

Una luz blanca nos atrae se habían tardado demasiado en llamarnos…

dimos salvarla?




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