Guardianes: Los héroes aztecas.

CAPITULO 46

P.O.V Dylan

Siento como caigo en un abismo, despertaba en mi cama solitaria, era como si nada hubiera pasado, es como si ella jamás hubiera existido, esperaba a ver tomado la decisión correcta al haberme permitido recordarla, amaba a Adeline de la misma manera que amare sus recuerdos, de la misma manera en la que los cuidaré.

—Dylan, tienes visita… — Me dice mi madre, dejando ver a Malak, ella sonríe mientras entra a mi habitación, no me importaba la suciedad, la puerta queda medio abierta.

—Disculpa intromisión, mi nombre es Malak Farid — Se presenta suponiendo que no la recuerdo, sonrío.

—¿Cómo esta tu hombro? — Ella se asombrosa mientras lo toca para sentarse a un lado de mí.

—Mejor, creo que me duele más el corazón — Me dice poniendo la bolsa en sus piernas, mientras suspiramos al mismo tiempo —. Todos pensamos que elegirías olvidarla.

—Amaba a Adeline, no tienen idea de lo bien y feliz que me hacía sentir… Adoraba la forma en la que me comprendía… Que me apreciaba e incluso me amaba en los peores momentos, como me trataba, como me sonreía… Que, si la olvidaba, tal vez borraría esa culpa, pero borraría lo que se siente ser amado por la persona más hermosa que pudo haber existido y que dios me perdone si me castigo toda la vida… pero sinceramente yo no puedo con eso, yo no puedo — Le digo mientras ella me abraza mientras comienzo a llorar —. Es que ah…

—Ella buscaba ser un modelo por seguir, pero se le olvido que solo era un humano — Me dice mientras noto que cada uno la amo a su manera, cada sufre a su manera, yo perdí a mi mejor amiga, Malek a la chica con la que quería pasar sus días, Owen y Noah perdieron a su hermana, perdieron una hija, una novia, una hermana, Nathan, Silas y Diane perdieron a su maestra, limpio mi cara.

—Iremos al parque a leer las cartas de Adeline, mientras bebemos ¿Vienes? — Me pregunta tomándome de la mano, de espaldas se parecía a ella, que por instinto la sigo, nadie se miraba bien, todos cargaban su pena su dolor, no me atrevo a mirar a Malek a los ojos, sentía una vergüenza porque si tal vez él hubiera subido con ella la hubiera sostenido con fuerza. Me pasan una botella de alcohol, nunca bebía, pero por primera vez y sin saber beber le doy un trago demasiado grande, haciendo que tosa.

Sabía horrible, pero era más horrible sin ella.

—Todo sin ella sabe peor… — Solloza Malek, sus ojos estaban hinchados y su nariz estaba descarapelada, ahora leía entendía por qué Adeline decía que el leía la mente, sabía que decir en el momento exacto.

—Ella me dijo una vez que nosotros no podemos cambiar el pasado, pero si cambiamos nuestras acciones en el presente podemos hacer un futuro diferente — Menciono mientras nos reímos un poco.

—Suena más bien algo que el abuelo diría — Dice Noah mientras trae abrazada a Diane, ella lloraba y se limpiaba la cara con las mangas de su novio.

—Todos quisimos a Adeline como si fuera algo más — Contesta Owen recargándose en Nathan.

Todos abrimos las cartas, para darme cuenta del amor que ella me tenía…

“Querido Dylan…

Mi dulce mejor amigo, hay tantas cosas que quise decirte siempre, pero el tiempo no nos dejó, siempre quedaron dudas al aire, peleas, nuestros recuerdos siempre quedaron pausados por terceros.

Tenia tanto miedo de perderte, de dejarte ir, estaba tan asustada que te aleje. Enserio lo siento por decirte las cosas malas, por dañarte, por herirte, nunca me disculpe por ser la persona que te orillo a alejarte, se que no es excusa, pero si lees esto ya sabes por que y enserio lo siento.

Te amo Dylan, como amaba una parte de mí. Siempre te voy a amar, y te aseguro que, aunque no este JAMAS, pero jamás volverás a estar solo, eso te lo puedo jurar, te amo eternamente luna mía…”

Una parte de mí decía que no era real, una parte de mí aun se aferraba a eso, de esta cae un colgante, era un collar con una “A”. Sonrío con lagrimas en los ojos para mirar que todos tenían una “A”.

—Esa estúpida… — Dice Malek, siendo la primera vez que la llamaba de esa manera.

Albert se acerca más a Nathan quien lo toma de la mano, Owen arruga su carta, mientras sirve en unos vasos desechables licor estaba tan cansado, que sin pensarlo lo tomo.

—Por Adeline Allen — Dice Samuel sonriendo, sus ojos estaban rojos pero aun así se animo a decirlo por ella. El licor quema mi garganta, sabia asqueroso, así que dejo de tomar. Me pongo el collar.

—¿Qué va a pasar con su mamá? — Pregunta James, negándose a beber más del trago.

—Ella esta bien, yo la cuidaré — Dice Amira, guardando la carta —. ¿Qué sigue ahora?

—Seguir adelante… — Le respondo —. Va a ser difícil pero lo único que queda es seguir adelante… Vivir por ella…

—Ella ya esta en un lugar mejor — Nos asegura Nathan, sonrió, levantándome del pasto para sacudirme las hierbas, jamás podría regresar a esta ciudad, por que el dolor seguía aquí.

—¿A dónde vas? — Me pregunta Malak.

—Tengo algo que hacer — Camino en la oscuridad de regreso a casa, los periódicos estaban lleno de su muerte, causas naturales… que irónico.




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