Pov: Nadia
Me siento tranquila ahora que hable con Marcos, casi no lo reconocí. Con cuidado camino por las altas paredes de la escuela Vamjalican pues al estar en medio de los cuatro terrenos, me es más fácil pasar desapercibida por la parte noroeste, que es la que está en mi territorio.
Nostálgicamente recuerdo como hace unos ocho años los licántropos llevaron la propuesta de construir una institución para las tres especies, parece que fue hace tanto tiempo; me alegra que se haya aceptado la propuesta, pues gracias a eso pude conocer a quienes son como mi familia.
Con la misma agilidad que salí, entró al castillo evadiendo algunos guardias, la mayoría de estos me dejan pasar sin problemas, pues tienen los mismos ideales que tenemos mi hermano y yo, por lo tanto nos encubren cuando salimos a escondidas.
—¿Lo conseguiste? —Pregunta Aidan cuando entro en su habitación.
—Algo así —respondo mientras me quito la mayor parte de mi traje, como los guantes, gorro, las gafas, entre otros artículos.
—Explícate —Pide dándome un vaso de agua.
—Pude encontrarme con Marcos —Comienzo a informar luego de tomarme el agua—, aunque no hablamos mucho, el estaba transformado, le dije que hablaste con Olivia.
—Eso va a mantener tranquila a Kayla, sé que estaba muy preocupado por ella y también Marcos, por supuesto —comenta un poco pensativo y le doy la razón— ¿Se pudieron comunicar con Daniel?
—Al parecer no, le conté lo que nos dijo nuestro padre, que sospecha de Daniel —Asiente levemente en señal de aprobación—. Las cosas en la manada de Marcos van muy mal —digo luego de unos segundos— , pero me siento más tranquila ahora que pude hablar con él.
—Te entiendo —Murmura sentándose en su cama, yo le imitó y me siento su lado.
—¿A que hora? —Pregunto luego de unos minutos por la reunión de las especies que se dará lugar mañana, bueno, hoy porque ya es de madrugada.
—Después del anochecer, será en la institución —Me informa con un suspiro.
—¿Crees que todos estén allá? —Lo miro a los ojos idénticos a los míos, y noto como se pasa la mano por su pelo rubio casi albino.
—Tienen que estar, todos tienen que estar ahí, Kayla, Marcos, Daniel, tu y yo, los cinco debemos estar ahí —Sentencia un poco molesto, pues también quisiera que Liv estuviera con nosotros, pero es humana.
—Entonces será mejor que vaya a dormir, hoy será una noche larga, tu también deberías dormir —Me despido de mi hermano quién me responde con un asentimiento de cabeza..
Una vez estoy preparada para dormir en mi habitación, me acuesto en mi cama y mi mente se llena de recuerdos.
—Hay que hacer una piyamada —Grito emocionada y todos me miran confundidos.
—¿Dónde la haríamos? —Me pregunta Marcos que se encuentra a mi izquierda, los demás tienen la misma cuestión.
—Puede ser en mi casa —Ofrece Liv—, hemos pasado la noche allá antes, aunque en esta época del año mis padres pasan mucho tiempo en casa —dijo pensativa descartando la idea.
—Puede ser en el aldea —Sugiere Daniel y todos sopesamos la idea—, las chicas quedaron encantadas con Marcos y Aidan cuando fueron hace unos meses —menciona divertido y con un poco de picardía.
—Mejor en la manada de Kayla, no llegamos a verla por completo —Añade mi hermano proponiendo la idea.
—Por mi no hay problema y no creo que mis padres tengan problema tampoco —La voz de Kayla en aprobación nos saca una sonrisa a todos que rápidamente se desvanece—, pero no hemos ido al castillo de los gemelos.
—Es verdad —Dicen Marcos y Liv mirándonos a mi hermano y a mi.
—¿No que nos habías invitado a ver tu “gran castillo”, cuando fuimos a la casa de Liv el año pasado? ¿Qué pasó con la invitación? —Todos nos quedamos callados al escuchar las preguntas de Daniel quién sonríe con altanería, pocas vemos esa faceta de él.
—La invitación sigue abierta —Medio gruñe mi hermano fijando sus ojos en Daniel.
—Entonces está decidido, todos iremos al castillo de los gemelos para hacer la piyamada ¿Cierto? —Esta vez es Kayla quien lanza la pregunta sonriendo de lado y apoyando a Daniel.
—Perfecto —dice mi hermano.
Mi sonrisa se ensancho por eso, pero había un problema.
—¿Cómo vamos a entrar a Olivia al castillo? —pregunto al grupo y al parecer a todos se le había olvidado que Liv es humana, suele pasarnos muy frecuente.
—Con la manada no hubo problemas, mamá ya conocía a Olivia.
—Y en la aldea no tienen problemas con los humanos —Secundo Daniel a lo que dijo Kayla.
—Pero en el castillo, no, no solo en el castillo en todo el territorio, sería peligroso para Olivia, desde que reconozcan su aroma van a ir tras ella —Continua Aidan mirándola.
Liv baja la mirada sintiéndose notablemente mal, sabemos que ella a veces se acompleja por ser humana.
—Eso no es problema, puedo hacer una pócima para ocultar el aroma de Olivia —Asegura Daniel y el rostro se nos ilumina a todos.
—¿Puedes hacer eso? —Pregunta Liv emocionada.
—¡Claro! No será muy complicado —Por la emoción Olivia salto a los brazos de Daniel en un abrazo cariñoso mientras le daba un beso en la mejilla.
—¡Muchas gracias, Daniel, eres el mejor!
Abro mis ojos luego de ese hermoso recuerdo y con la mirada recorro mi habitación, aquí fue donde las chicas amanecieron durante la piyamada y los chicos en la habitación de mi hermano; suspiro preocupada, tengo un muy mal presentimiento y lo peor es que mi hermano también lo tiene, sé que algo grande y malo se aproxima y temo que los daños que cause sean demasiado.
—Aún sigo sorprendida por la pócima que creo Daniel, es increíble que pueda ocultar mi aroma —Exclama Olivia feliz mirando todo el castillo mientras camina a su anchas por los pasillos.
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Editado: 11.09.2022