Me levanté esta mañana con mucho dolor de cabeza, la cual significaba: "Resaca de la noche anterior”, motivo: olvidar mi vida, olvidar de que me voy de Miami y vuelvo a Florida, en donde estaban mis hermanos y mi padre.
Soy Emily Thompson, tengo diecisiete años, vivo o mejor dicho vivía con mi madre, pero ella se puso de novia con un tipo demasiado raro para mi gusto y decidí irme con mi padre a Florida porque no me caía en gracia. Había tomado una decisión, que en esos momentos no sabía cuánto iba a afectar en mi vida.
Volver a Florida significaba vivir con mis tres hermanos y mi padre.
Bajé las escaleras a tomar el desayuno y encontré a mi madre en la cocina mientras se servía un poco de café.
- Buenos días — le dije mientras le daba un beso en la mejilla mientras me masajeaba mi sien para calmar el dolor que sentía.
- Buen día, Em, ¿Cómo despertaste hoy? — me contestó dando un sorbo a su café. Solté un suspiro mientras agarraba la cafetera y colocaba café en mi taza favorita. No tenía hambre, pero algo caliente me vendría bien para poder despertarme.
- De buen humor, ya que hoy es el último día para vivir aquí e irme lejos de esta ciudad. — dije sarcásticamente colocando mi taza en la mesa y sentándome en la silla.
Mi madre suspiró cansada, yo sabía que a ella no le agradaba mucho la idea de que yo me fuera, pero su nuevo novio no me agradaba y no quería estar en el mismo lugar que él. Mi madre le había ofrecido mudarse con nosotras y él aceptó. Esa fue la gota que rebalsó el vaso para tomar la decisión de irme.
Me había quedado con ella, ya que no la quería dejar sola, una mujer que rompe y se divorcia de su marido después de diez años de casados no es muy buena idea, mis hermanos se quedaron con mi padre ya que ellos son sus hijos, y yo no; otro motivo para quedarme con mi madre.
Sabía que yo no era su hija, pero ese hombre era más padre que el verdadero. Él me amaba y me consideraba una hija más.
- ¿Estas segura de esta decisión, hija? — preguntó dejando la taza en la mesa mientras se cruzaba de brazos. Di un sorbo al café y asentí con mi cabeza. Estaba más que segura.
-Sí, mamá. Estoy segura de esto — di un último sorbo mientras me levantaba y dejaba la taza para luego lavarla. — Me voy, nos vemos más tarde cuando venga para empacar — le dije mientras me levantaba, agarraba mi mochila, llaves, dinero y salía de esa espantosa casa.
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Cuando llegué al colegio, había muchos chicos en las puertas, típico de los populares.
Entre y fui directo a mi casillero que estaba adornado por algunos dibujos que había hecho en alguno receso. Guardé mis cosas y me dirigí a clases de literatura. Al llegar a mi curso, vi a Thiago sentado en el lugar de siempre, sonreí feliz de verlo y me dirigí hacia donde estaba. Él era mi mejor amigo, siempre estábamos juntos.
- Hola- le digo mientras beso su mejilla.
- Maldita perra, me tuviste todo el día de ayer preocupado... ¿Cómo es que te vas a ir? Voy a extrañar todo de ti.
Solté un suspiro mientras lo observaba. Saqué mi carpeta y crucé mis brazos por encima del banco.
-Sí, es como escuchaste.-murmuré apenada. Lo que más me dolía era dejarlo a él.- No soporto más a mi madre, su pareja está decidida a vivir con nosotras y a mí me cae muy mal. Así que le pregunté a mi padre si podía ir con él y aceptó. — Sonreí feliz y él hizo lo mismo.— Además hace cuatros años que no veo a mis hermanos.-me encogí de hombros —Y extraño a mi otra yo.
Sí, tenía una gemela, pero ella había decidido quedarse con mi padre. Ella dice que es la más bonita, pero en realidad tenemos la misma cara.
- ¿Estás bien, Emily? — me preguntó Thiago. En realidad no estaba muy bien, no me gustaba la idea de dejar a mi mejor amigo.
-Tengo que admitirlo, Thi. — Solté un suspiro bastante exagerado haciendo que el profesor nos diera una mirada extraña para luego seguir corrigiendo los exámenes de la semana pasada. — ..Te voy a extrañar y mucho.
- Oh, linda....Ya sabía que soy tan genial, yo también te voy a extrañar.
- Seguimos hablando mientras copiamos lo que estaba escrito en el pizarrón. Luego de que tocara el timbre para el receso, nos fuimos al comedor. Una vez sentados le solté mi idea.
- Thiago, te tengo que decir algo- le digo entusiasmada. Él deja de comer y presta su atención en mí.
- Suéltalo, hermosa. -contesta mi amigo mientras toma un sorbo de su gaseosa.
- Tengo una idea- el asiente indicándome que prosiga.-Pero no sé si te va a gustar, solo… pienso ¿Si? – trago saliva y me animo a decir mi plan que había creado esta mañana.— ¿Quieres ir a Florida conmigo? –dije rápidamente que no se me entendió casi nada.
- No entendí muy bien lo que has dicho, querida Emily ¿Podrías repetirlo?— Suspiré y murmuré tranquilamente.
- ¿Quieres ir Florida, conmigo? — Thiago se quedó en silencio, pensando en la propuesta que había lanzado. Sabía que aceptó, cuando me dedicó una sonrisa.
-Sabes que iría a todos lados contigo, pero ¿Isabela? ¿Qué pasará con ella? Sabes muy bien que no la puedo dejar con mi padre. — contestó haciendo una mueca.
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Editado: 20.12.2020