Guerra de Gemelas.

4. ¿Esto es real?

Hoy es un nuevo día en la ciudad de Florida, ayer cuando volvimos a casa después nos encontramos a Samanta en la cocina; esperaba un grito de emoción, lagrimas, muchos mocos, pañuelos por todos lados y una charla de mujeres, pero su reacción me decepcionó.

— ¡Hey! Em, ¿qué haces aquí? — se levantó de la silla y me abrazó. —  ¡Qué lindo verte! — se separa de mí y nos observa a todos.- Me voy a dormir chicos, gracias por invitarme a su salida de "hermanos", papá me dijo que salieron pero yo no estaba enterada, pero bueno, así son los hermanos. ¿No?— ¿Qué carajos?— Adiós nos vemos en la escuela — Besa la mejilla a Samuel y a Luke, pero a mí, solamente me mira con una sonrisa—...Luke, solo te quería  decir que me voy con Nathan esta noche, hasta mañana "hermanitos" — sube las escaleras moviendo de un lado a otro sus caderas.

 

¿Qué?

¿Carajos?

¿Está?

¿Sucediendo?

Luego del incidente y extraña conversación con mi hermana gemela, nos fuimos a dormir.

♥ ♥ ♥

Me levanté de la cama con la ayuda de mi despertador, era necesario tenerlo ya que tenía un sueño muy pesado y era imposible levantarme temprano por las mañanas. Odiaba ser despertada temprano, pero tenía que ir al instituto. Me di una ducha rápida ganándole el baño a Luke que me fulminó con la mirada porque estaba en la puerta con su toalla, esperando a que Sam saliera del baño, pero yo fui más rápida. Le saqué la lengua y entré.

Me puse mi remera favorita de “Flash”, si, lo sé. Estarán pensando y tienen razón, soy una loca fanática de “Grant Gustin”, mejor conocido en la serie como “Barry Allen”. Era tan grande y lunático mi fanatismo, que había colgado un poster del actor en mi cuarto. Mis ojos se iluminaban como estrellas al verlo.

Dios, es tan perfecto….

 

 

Cuando terminé de bajar las escaleras, me dirigí hacia la cocina en donde estaban mis hermanos y mi padre que estaba haciendo el desayuno. Luke estaba  tostando las rebanadas de pan y Samuel, bueno, él se dedicaba a textear con su celular

— Hola mundo— saludé en general. — Gracias. — sonreí mientras mi padre me servía un poco de café. — ¿Cómo durmieron chicos? — les pregunté a Thiago e Isabela que estaban un silencio pulcro.

— Hola, nena, ¿Cómo estás? — dice él con una sonrisa mientras le da un trago largo a su café. Le di una mirada rápida a mis hermanos y estaban hablando en susurros mientras comían. A Sam se le escapó un poco de comida a la mesa, la miró y luego volvió a meterla en su boca para luego mirara a todos lados por si alguien lo había visto. Asco — Sí, hemos dormido bien. Isa durmió toda la noche. — acarició el cabello de Isabela mientras ella nos sonreía.

Durante el fin de semana le habíamos buscado un jardín para que ella asistiera, debido a que no podía quedarse sola en la casa ya que mi padre trabajaba todo el día y la casa quedaba sola hasta que llegábamos nosotros luego de clases.

Sonreí de costado mientras observaba a todos, estábamos juntos y el ambiente era tranquilo. Recordé los momentos de cuando era niña y quise llorar porque, realmente, había extrañado a mis hermanos como nunca antes. Solamente faltaba mi hermana gemela.

Me propuse saber que le estaba ocurriendo, ella no podría haber cambiado tanto en estos años. Mi Samy estaba en algún lado esperando a ser encontrada nuevamente.

Terminamos el desayuno y nos dirigimos a la escuela luego de dejar a la hermanita de mi mejor amigo en la guardería.

 ♥ ♥ ♥

Al llegar al instituto, nos bajamos del auto y empecé a observar hacia todos lados, podía notar las miradas en mí y en mi amigo. Realmente no me sorprendía, estábamos con los mariscales de campo del instituto, había otra “Samanta” con ellos. Traté de restarle importancia a esas miradas y seguimos caminando por los pasillos para llegar a secretaría y tomar nuestro horario y nuestros casilleros.

Samanta apareció detrás de nosotros con un chico, era musculoso, moreno, tenía una campera deportiva junto con jean y unas botas de color negras. El chico le sonrío mientras le daba un pico en sus labios. Alcé mi ceja sorprendida mientras ellos pasaban por nuestro lado sin percatar que estábamos de pie observándolos.

Luke soltó un suspiro cansador mientras se acomodaba su mochila, Samuel miró a Luke y luego a mí mientras hacía una mueca con sus labios, negó con su cabeza y se marchó por el pasillo. No dijo ni una palabra. 

— Vamos, te acompaño a secretaría y luego me marcho a clases. — murmuró Luke ignorando el hecho de que Sam se había ido. Soltamos un suspiro en conjunto con Thiago y fuimos por nuestros horarios.

Me tocaba matemática, realmente me gustaba esa materia, no podía decir que era perfecta, pero los números y yo nos llevábamos bien.

A comparación con mi hermana…

Entramos a clases, nos presentamos con la profesora y nos dirigimos hacia algún banco disponible, Thiago se sentó detrás de mí ya que eran bancos individuales. No pudimos conversar ya que el profesor estaba muy molesto y necesitaba repasar algunos temas antes de tomar un examen.




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