Guerra De Los Dabdtaurys

Capítulo 3: Fulminate

La recepcionista del palacio Presidencial llamada Noda, acababa de llegar a su puesto, puso su bolso en un banquito, toma su labial rojo mate, se lo quería poner en los labios, pero vio en el fondo una tentadora cafetera repleta de ese jugoso vicio recién hecho, traído desde los campos más selectivos del Cerro Del Águila, así que fue tras él, de pronto escucha unos taconazos topando con el cuarzo blanco del piso, haciendo que el mármol de todas las paredes sonaran con un eco retumbante por todo el pasillo de recepción y entre más se acercaba también lo hacía una señora con ropa muy llamativa de color rojo, esa era la Sofía y su actitud de supermodelo, toma toda la jarra de café y se sirve en su termo a la vez que hace un gesto de saludo.

Noda hace el gesto más humilde que pudo hacer pero por dentro ya había criticado todo su look como 10 veces, esos aretes tan enormes y pesados trataban de ocultar las facciones tan duras, pocas atractivaz y bruscas, marcada por unas arrugas, símbolo del estrés provocado por ser secretaria.

Sofía recuerda que tiene que regresar rápido para ver si habían llegado las 5 manos derechas, cierra su termo y le pasa la jarra de café a Noda diciendo: "Cuando quieras te compro unos, ya no tardas". Da media vuelta y se va volando por todo el edificio repleto de cantera con muchos cuadros pintados por el difunto Primer Presidente del País que además diseñó todo este Palacio.

La Oficina Presidencial repleta de papeles que tapaban su diseño tan característico, hecha madera de roble con bordes de plata amantada, un metal bastante resistente, reluciente y que cuando se utilizaba para la creación de una espada era muy filosa, una bastante cotizada, es el mismo material que la  que tiene Calot.

El Presidente lee el informe de la Sección 04 sobre la pelea contra Akima mientras Alma, una chica, de cabello azul amarrado con una trenza de chorizo que era como le decía Sofía, observa bastante pensativa el cuadro de madera que era de la oficina del Líder de la Sección 01.

Adalverto, un tipo algo elevado de peso, con sus espadas de fuego en su espalda y unos lentes con un aumento que de lejos delataba una ceguera legal, espera solo la orden del Presidente, no se inmuta en pensar en una solución.

Esaú, con su cuerpo vendado tipo momia, algo que le provoca las burlas de Adalverto, camina de esquina a esquina  buscando en su mente la posible nacionalidad del enemigo.

Por último el padre de Carlos, Juan, un señor muy importante en el país, brutalmente hábil y casi que un héroe, su Gran Muralla de Águila impidió que los Drossenmau destruyeran al país, una copia tal cual, idéntico a su hijo pero una versión con 35 años de más,  está viendo por la ventana bastante preocupado por su hijo.

-Ya mandé un equipo de apoyo a la 1, pero es más que seguro que volverán atacar, la cuestión aquí es cuando.- Dice el Presidente dejando el informe sobre la mesa para cambiar por un sorbo de café.

-No tiene nada de sentido todo esto, no ha habido ninguna guerra entre los países desde hace 8 años y menos ahora cuando todos están económicamente estables- Dice Alma rascándose una mano ya que es muy alérgica a las cosas y la madera le causó un poco de reacción.

Alzando la mano Esaú pidió la palabra, como siempre tan correcto.

-Puede ser por un tema de orgullo o venganza.- Dijo con una voz grave y seca tanto que cambió el ambiente de toda la sala.-Es bien sabido que algunos países quedaron inconformes por los términos en que quedaron desde la última guerra-.

-¡Eso fue hace años!- Irrumpe el Presidente incrédulo de la hipótesis.-A ninguna nación le conviene pelear en estos momentos. Si no entre las demás naciones lo impediremos o eso espero, la última vez que nos reunimos quedamos en eso.-

-Ahora lo importante es saber que sección será la siguiente.- Dice Adalverto recargado en el reclinador de la silla con los brazos puestos detrás del cuello.

-Tenemos que averiguar quien fue, para llegar a un acuerdo, que no haya más víctimas, eso aprendimos en la anterior guerra, ¿verdad Margaro?.-

- Lo sé Juan, no tenías que recordarlo- Margaro mira a una foto de una niña con un vestido rosa sosteniendo un girasol.

Unos pasos se escuchan desde el pasillo como un tintineo que cada vez se iba acercando junto con una agitación parecida a la de un señor obeso  como si estuviera intentando pararse y les respirara en la nuca. Un chico mensajero abre la puerta casi que la parte en dos y con ella casi sale volando Sofía.

-¡¡Están atacando la sección 7 !! Gritó el mensajero a todo pulmón a los cuatro vientos tanto que cuando todos le hacían la típica pregunta de "¿qué estaba pasando?", el aliento solo le alcanza para resollar el dióxido de carbono que está envenenado ya sus pulmones.

-¡Vanessa! Exclamó Alma. -Mi hermano me va a matar si su hija querida muere, ¡tengo que ir Presidente!-  El Presidente asiente e inmediatamente abre la ventana, se va casi que con el viento, mientras Adalverto fue tras de ella con una flojera que lo caracterizaba.

-¡¿Dónde está Romero?!- Preguntó al aire Juan, mientras le daba un poco de aliento al mensajero con las hojas de los informes.

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1 hora antes

La Sección 07 está siendo invadida por un sol de invierno que solo a una persona que no tiene sensibilidad térmica le haría feliz porque realmente hacía un viento helado que parecía que difuminaba los fotones del sol.




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