3. Tu manada, mi ejercito.

Karen

La herida en su espalda se curó rápidamente, su ropa volvió a la normalidad. Volteamos nuestras cabezas bruscamente al oír aullidos cerca. Mi piel se erizo al escuchar el aullido del Alpha.

-Alex... –Entrecerré mis ojos para ver lo mejor.

Estaba en su forma humana con algunas personas transformadas en Lobos y otras en su estado normal. Alex frunció el ceño y luego sonrió al verme, apresuro su paso alegre pero su cara era de terror cuando vio que el Rey dio unos pasos hacia el frente y sus Súbditos sacaron un par de lanzas.

Alex dio una reverencia cuando estaba a unos dos metros de él. Las personas que estaban con él hicieron lo mismo.

-Rey de los Universos, espero no estar molestándolo. –Trago con dificultad y levanto la cabeza. –Sentí el aroma de Karen y quise venir a verla...

El Rey hizo una señal con su mano y los Súbditos hicieron desaparecer las lanzas.

-No molestas. –Inclino su cabeza. –Pero ¿Quiénes son ellos?

-¿Ellos? –Alex volteo a verlos y miro nuevamente al Rey. –Ellos son mi manada.

-Oh, tu manada. –Señalo el Rey. –Mi ejército. –Señalo con su mano a la derecha y a la izquierda.

De repente aparecieron varios encapuchados, eran muchos, máximo 100 o quizás más. Dayana retrocedió al ver que aparecían encapuchados a su lado. Lex apareció y me sonrió.

-Esta es una pequeña parte de mi gran ejército. –Sonrió malicioso.

-¿Cómo va con el entrenamiento mi señora? –Pregunto Lex.

-Bien.

Apareció Nicolae con su Clan completo, eran muchos, pero no tanto como los del Rey. Tenía paso seguro, entre los suyos estaban sus padres, Athan, sus hermanas, y su primo.

-Bueno, están mostrando lo que tienen, así que les presento el Clan Vatore. –Sonrió y Alex frunció el ceño cuando vi que lo sobre pasaba en número.

-Todo bien –Hable. –pero también me quiero lucir. –Camine hacia el frente y todos retrocedieron.

-Tu manada, tu ejército, tu clan. Pero este es MI EJERCITO. –Levante mis brazos a la altura de mi pecho.

El cielo trono, empezaron a aparecer encapuchados con túnicas rojas, todos apilados en dos filas horizontales. No sabía ni como los había invocado, solo había pensado en ellos y aparecieron, entre ellos apareció Isaac.

Solté una pequeña carcajada. –Mi Clan también es tuyo, querida. –Menciono Nicolae guiñándome. Le di una sonrisa como respuesta.

Chasque mis dedos y mis Súbditos fueron desapareciendo. Mire al Rey que hizo lo mismo.

-Vas bien, ya eres capaz de llamar a tus Súbditos mentalmente.

-¿Qué haces aquí, cariño? –Me acerque a Nicolae.

-Estaba cerca... –Sonrió. –Estábamos de Caza.

-Ahora que ustedes están. –Hablo el Rey. –Quisiera ver un combate entre... ¿Cómo se llaman? Ah sí, entre Hombres-Lobo y Vampiros.

-Perdón, es que... –Alex se quedó corto en palabras.

Abrí mis ojos como platos al oir la petición del Rey, sentía la tensión y la incomodidad entre la manada y el Clan. Fui rápidamente hacia el Rey.

-No creo que este bien, necesito que guarden sus energías por si Dante ataca en cualquier caso.

El Rey entendió a lo que me refería así que asintió. –Entonces será para otra ocasión... Nos vemos. –Una niebla oscura envolvió al Rey y desapareció.

Alex miro a Nicolae, le hizo una señal con su mano como un “Adiós”. Aulló transformándose en lobo, las personas que estaban en su forma humana también se transformaron. Alex se fue corriendo con su manada.

-Entonces, ella conocerá a la abuela. –Félix se acercó a Nicolae.

-Félix... –Nicolae frunció el ceño. –Ahora no.

-¿Tu abuela vendrá? –Me acerque a él.

Nicolae silbo. –Pueden ir a Cazar en paz. –Les dijo a su Clan los cuales se fueron rápidamente. –Eh, sí. No te lo quería contar aun.

-Pero es tu abuela, quiero conocerla. –Le sonreí pero su rostro era sombrío así que trate de mirarlo bien para saberlo que pasaba. Tome su mano. –Te preocupa que tenga una mala impresión de mí... Es eso.

-Sí, algo así. –Trago con dificultad. –Es muy difícil de impresionar a mi abuela.

-Es cierto, Karen. –Damián miro a su esposa. –Cuando le presente a Alice, tardo mucho para que le agradara.

-Si pero ahora nos llevamos mucho mejor que antes. –Sonrió Alice.

-¡La abuela vendrá! –Chloe dijo emocionada.

-Sí, sí, sí. –Maya empezó a saltar de la alegría.

-Calmadas, pequeñas. –Les sonrió Félix. –Aunque es raro que venga... ¿Quién la cito?

-Yo la cite a que viniera. –Declaro Nicolae. –Llegara en unas 3 semanas, supongo.

-Pero solo se cita a la abuela para eventos especiales... –Félix puso una mirada picara tratando de saber que quería Nicolae. – ¿Tienes algo que contarnos?

-No. –Dijo serio. –Solo quiero que mi querida abuela pase más tiempo con nosotros, y que conozca a mi amada novia. ¿Es mucho pedir?

-Claro que no primito, solo que se me hace raro... –Sonrió malicioso. –Nada más eso...

-Félix, la abuela vive en Grecia, siempre la visitamos. –Se metió Alena. –Es hora de que ella venga a visitarnos a nosotros...

-Bien, comprendo. –Bufo. –Iré a cazar con los demás. –Saco una flor de su chaqueta con delicadeza. Apretó su tallo y la flor se congelo, estiro su mano hacia mí. –Para ti. –Me la dio y rápidamente se fue.

Mire de reojo a Nicolae el cual estaba mirando la flor. Mire a sus padres quienes voltearon rápidamente a otro lugar disimulando.

-Me dio hambre, Querido ¿Vamos? –Alice le sonrió.

-Claro, me gruñe el estómago. –Le devolvió la sonrisa. –Nos vemos luego.

-¿No te molesta que tenga la flor, cierto? –Nicolae negó con su cabeza.

-No, no me preocupa.

-Nicolae, ¿Cuándo iremos por el encargo? –Le pregunto Athan.

-Pues... –Nicolae tomo mi mano y acaricio mis dedos. –No lo sé, quizás en una semana... –Alejo su mano de la mía.