Guerra Entre Reyes || #3 En Busca de Nuestro Destino

7. Aportes.

 

Había hablado con Alex sobre la seguridad de los pueblerinos. Le ordene que su manada cuidara a los individuos en caso de que una de las tropas de Dante hiciera un ataque directo al pueblo. Nicolae y Damián mandaron a su Clan a las afueras del pueblo para vigilar de un posible acercamiento de las tropas enemigas.

 

Leslie se acercó cautelosa y con expresión neutra me detallo.

-Te veo tranquila. –Comento cruzándose de brazos. Ella estaba nerviosa, se notaba a simple vista.

-No lo estoy. En cualquier momento las tropas de Dante pueden aparecer y matar a cualquiera.

-Pero tú puedes derrotarlas en un abrir y cerrar de ojos. –Se sentó no tan lejos de mí sin dejar de verme.

-No peleare hoy. –Me levante y me acerque a la ventana. –No peleare hasta que Dante aparezca.

-No te entiendo. Se supone que Dante atacara hoy. –Empezó a golpetear el suelo con su pie, inquietada.

-Sus tropas, no él. El hecho de que allá enviado sus tropas, significa que no peleara todavía, es muy pronto para él, lo sé. Solo enviare una tropa y a Lex para que la dirija. Para el próximo ataque enviare a Dayana.

-¿¡A Dayana!? –Asentí. –Pero ella podría morir.

-No lo hará. –La mire de reojo. –Dayana los acabara fácilmente, lo sé. Además fue ella quien me lo pidió.

-Bien, entonces ¿Cuándo peleare yo? –No le respondí, lo cual la inquieto más. Se paró y se cruzó de brazos. –Dime que no me dejaras aun lado.

-Claro que no. Para ti tengo otros planes, me servirás de mucho... –Asentí varias veces por las ideas que tenía. –Sera magnifico... Ya lo veras, además te daré un poder que durara un tiempo...

-Estoy ansiosa por saber cuál será tu plan... ¿Qué quieres que haga ahora?

Gotas de lluvia empezaban a golpear la ventana, en mi rostro se formó una sonrisa al ver que se acercaría una tormenta, lo cual le daría ventaja a Dayana. Moví mi mano para que Leslie se fuera.

 

-Ve y descansa, necesitaras muchas energías para el trabajo que te pondré.

-Muy bien, me iré. –Leslie dio media vuelta cuando la puerta de la habitación se escuchó ser golpeada.

-Pase. –Dije sin voltear, sabiendo que era Dayana.

 

Dayana pasó y le sonrió a Leslie, quien le devolvió la sonrisa y salió de la habitación. Dayana se quedó callada por un momento, esperando a que volteara a verla. Gire mi cabeza y la mire seria. Parecía preocupada, disgustada, quizás venia arrepentida y ya no quería pelear. Soltó un suspiro de decepción sin dejar de verme.

 

-Lo harás bien... –Le sonreí.

-No me preocupa eso, me preocupan los habitantes del pueblo, y claro, Kilian. –Rasco su cabeza con desesperación. Me acerque a ella y puse mi mano sobre su hombro.

-Tranquila, no les pasara nada a ellos. No dejare que Dante dañe a nadie más. –Dayana sonrió. –Y si te preocupa mucho Kilian, hare que se quede aquí.

-No... Él quiere ayudar, solo quiero que no le pase nada.

-No pasara nada. –Me quede callada de repente girando mi cabeza de manera brusca hacia la ventana. –La primera tropa de Dante viene.

-Entiendo, debería irme.  –Escuche como se alejaba poco a poco.

-Y Dayana... –Se detuvo al escuchar su nombre. –No les tengas piedad.

-Como digas. –Siguió caminando hasta salir de la habitación.

 

Nuestras charlas ya no eran como antes, ahora nos tratábamos con más formalidad, como si fuéramos unas desconocidas. Como si un empleado estuviera hablando con su jefe, pero eso puede esperar, lo importante ahora era que la primera tropa cayera.

 

-¿Cuánto crees que dure la primera batalla? –Escuche la voz de Scarlett a unos metros de mí, sonaba tranquila.

-Quizás unos días, aunque Dayana no lo sabe...

-Entonces enviaste a la pobre ahí, sin que ella supiera todo el esfuerzo que tendrá que hacer en estos días.

-Ella se ofreció, no puedo hacer nada. Además, lloverá estos días, así que será una ventaja para ella.

Voltee a verla lentamente con una sonrisa en la cara, se estaba sirviendo un poco de vino en una copa mientras que en su rostro permanecía una sonrisa maliciosa.

-No entiendo a los Vatore y su obsesión con el vino.  –Apoye mi espalda contra la pared, perdiéndome por un momento en mis pensamientos. Scarlett hizo un sonido con lengua repetidas veces, negando con su cabeza.

-Aunque no sea una Vatore, pero si este casada con uno, es por tradición tomar vino más que otro tipo de licor, es una familia antigua.

-Hablando de antigua. ¿Dónde está la señorita Evadine?

-Debe de estar en un lugar en donde pueda ver toda la acción de la batalla.

Solo asentí a lo que dijo, mientras que seguía pensando que quizás la primera batalla no dure tanto.

-Al acabar con la primera tropa, Dayana tendrá que soportar a la siguiente.

-¿De qué hablas, Karen? –Dijo tomando de su vino y frunciendo el ceño.

-Lo que trato de decir, es que estará lista la siguiente tropa, en caso de que la primera sea destruida. Lo que quiere Dante es que mi primera tropa se canse de pelear para ellos poder progresar más...

Scarlett se atraganto e intento hablar entre tosidos. – ¿¡Que!?  Pero Dayana está ahí, quizás hasta muera.

-Scarlett... Siempre has confiado en mí... Así que ¿Por qué no ahora? –Dije sin verla.

-Claro que confió en ti pero...

-¿Pero qué? –Levante mi mirada hacia ella. –Debes de saber algo, Dante no piensa, solo ejecuta, solo quiere ver muertes y masacres. Así que... Yo siempre iré un paso más adelante que él.

 

 

Damián

 

 

Nicolae y yo vigilábamos desde lo alto de un árbol, disimulaba estar tranquilo y seguro de sí mismo poniendo una expresión neutra. Solté una pequeña risa lo cual llamo su atención.

 

-¿De qué te ríes, padre? –Se cruzó de brazos mientras me miraba desconcertado cuando le lance una mirada maliciosa.




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